lunes, 4 de agosto de 2008

Regreso al futuro [Hungaroring]


Me cuesta asimilar que el mismo McLaren que pulverizó a sus enemigos en Silverstone (Inglaterra, sede de la escudería) y Hochenheim (Alemania, sede de Mercedes, motorista del equipo), ayer no fuera capaz de alcanzar a un sencillo R28 conducido por Alonso, siendo escoltado, además, y a corta distancia (9,25 segundos), por el R28 del hasta hace poco denostado Nelson Piquet.

Me cuesta entender cómo tras la obtención del Nihil Obstat de la FIA, el McLaren número 22 pudo ser rebasado en la primera curva por un Ferrari, que aunque algo menos cargado de gasolina y conducido por un Felipe Massa en aparentes horas bajas, pasó como una exhalación.

Me cuesta asumir que en un entorno donde prima la igualdad entre pilotos, el vehículo número 22 sacara casi 1 segundo por vuelta a su compañero, el número 23; o que el émulo de Ayrton Senna cometa una y otra vez el mismo error, castigando sus neumáticos en cada frenada, hasta el punto de destrozarlos, reventarlos o pincharlos; o que el titular del primer volante de McLaren siempre tenga la suerte de cara y en cada percance disponga de espacio o tiempo para llegar a boxes; o que el chaval se muestre contento por haber sumado 1 miserable punto a su saldo en una atascada cabeza de clasificación llena de despropósitos, sólo porque la fortuna, una vez más, le ha sonreído.

Me cuesta vislumbrar cómo pueden estar satisfechos los que se empeñan en dar crédito a este párvulo que desperdicia vilmente todas las ventajas que le ponen en las manos.

Me cuesta comprender que haya quien siga viendo algo magistral en un tipo que se diluye en cuanto abandona la primera línea.

Me cuesta justificar que un bicampeón del mundo tenga que luchar en mitad del pelotón, porque tuvo que abandonar uno de los mejores equipos de la parrilla por no sumarse a la exaltación del novato.

Me cuesta concebir qué pasa por la cabeza del vigente campeón mundial, para que despierte a falta de veinte vueltas para la terminación de la carrera.

Y me cuesta aceptar que un piloto que domina con absoluta solvencia una prueba, tenga que bajarse del monoplaza a falta de tres vueltas para su conclusión, por rotura del motor a bajo régimen…

A pesar de todo, ayer disfruté como un enano, sobre todo con Felipe, con Timo, con Nelson y con Fernando. Y me alegré por Heikki, aunque el «bienvenido al club de los ganadores» sonara a chufla viniendo de quien venía: Ron Dennis, el jefe de una escudería que alardea de igualdad mientras paga con renovaciones la lealtad de sus lacayos… ¡será que me estoy haciendo viejo!

2 comentarios:

Anónimo dijo...

Hola, Jose.
Como siempre, has vuelto a clavarlo. A mí también me sonaron a cachondeo las palabras de Ron.
Com dije, sabía que El Podios, ese superhombre, no iba a defraudarme. Volvió a meter la pata, y volverá a hacerlo varias veces. Yo tampoco entiendo que no lograra alcanzar al Troncomóvil. A lo mejor le advirtieron, ya sabemos que cuando tiene a Fernando delante, se le cruzan los cables (recordemos Interlagos, por ejemplo).
Me temo que Heikki se va a resignar a ser un segundón... Esperaba más de él, pero veo que se va a quedar como escudero del niñato. No me lo explico, después de lo que le están haciendo. Alguien con espíritu de campeón se largaría de ahí cuanto antes. Ya lo hizo Fernando, y antes Montoya y muchos otros.
Por cierto, resultan más que esclarecedoras de lo que se piensa en el paddock las palabras de Brawn sobre Fernando: "Todas las escuderías lo quieren menos una".

Un saludo.

Jose Tellaetxe Isusi [Orroe] dijo...

Hola, Keke ;)

He leído por ahí que bajó su rendimiento al verse obligado a usar las superblandas más de lo aconsejable, pero no me encaja, porque a este tío el estado de los neumáticos se la sopla...

Yo me decanto porque ha habido una diferencia real entre el rendimiento obtenido en Inglaterra y Alemania y el ofrecido en Hungría.

Ni Ferrari ni los demás habían caído tanto como parecía, ni han resucitado de la noche a la mañana. Massa se estaba distanciando y sin embargo Hamilton no se depegaba tanto de Kova ni de Glock durante el primer tramo, y en el último ya vimos.

Es decir, que mi instinto me dice que la investigación de la FIA ha conllevado que McLaren deje de usar algo que usaba, porque si no no me lo explico... De la noche al día, vamos, ni palanquitas ni leches, el motor «caducado» rendía como poco 10 caballos más.

Y lo de Dennis es de juzgado de guardia XDDDDDDDDD

Y por último, Brawn sabe un huevo y la yema del otro, así que a ver si en Ferrari se ponen las pilas y dejan de permitir que les coman los mocos, porque tienen problemas muy serios.

Un abrazo

Jose