¡Qué queréis que os diga! ¡El sábado y domingo me los pasé como un enano viendo este regreso al futuro que parece cada vez más inevitable!
El R28 va de película, y ya empiezo a perder la paciencia con los que opinan lo contrario, porque vamos a ver, en lo que va de temporada ha sufrido dos modificaciones demasiado importantes. Nada de un cacharrito por aquí y otro por allá. No. Afectar al comportamiento del vehículo tan radicalmente como para hacerlo pasar de tener serios problemas en carrera a poder dar la talla delante no sólo de los Red Bull y Williams, sino de un Ferrari (Massa) y un McLaren (Kovalainen), tratando de tú a tú nada menos que a un BMW (Heidfeld), dice mucho del tremendo esfuerzo que se está realizando en Renault, y pone de relieve que al de Oviedo lo que le está faltando es tiempo de rodaje para hacerse a tanta novedad, y al equipo confianza para articular las estrategias correctas para este nuevo botijo amarillo cuyas prestaciones han pillado al personal con el pie cambiado… pero como dijo aquél: ¡todo se andará!
Dicho esto, me partí la caja (no me arrepiento) cuando el hijo de Anthony Hamilton se comió la trasera de Kimi, en la línea de salida de boxes, y con semáforo rojo, y me alegré sólo un poco de que Rosberg no pudiera evitar romper el morro en el mismo lance. A partir de ahí, un recital de BMW como la copa de un pino (y sin cuernos), y ya era hora de que mi querido Robert Kubica se llevara una alegría tan grande como para suavizarle el rostro (¡mira que tiene cara de palo!), con un Heidfeld que sí entiende lo que es la labor de equipo sin que nadie se lo recuerde: dejó pasar al polaco volviéndose un muro de hormigón armado para nuestro compatriota.
Y volviendo a lo que decía más arriba, a Fernando le sobró energía (en Mónaco le ocurrió igual) y le faltó algo más de tiempo sobre este renovado R28 con quien acabará encontrado perfecta sintonía, lo que originó las dos pasadas de frenada y el trompo a destiempo, y como el Gilles Villeneuve no admite bromas, este tipo de cosas sobre su asfalto suponen nada más y nada menos que hacer las maletas e irse para casa.
Bien por Coulthard, que aprovechó la coyuntura exprimiendo al máximo su coche, y por Massa, quien por un nuevo error de su equipo (¡y van!) se vio obligado a dar lo mejor de sí mismo sobre la pista para alcanzar el 4º puesto. Mal por Piquet, que sufre todavía más que nuestro compatriota el enorme cambio que ha afectado a su monoplaza desde Barcelona. Del resto… pues descabezada la carrera lo lógico era que los parias de siempre ocuparan lugares de honor, y así nos encontramos a término con nombres casi olvidados como Glock (4º), Barrichello (7º) o Vettel (8º), y es que Canadá es así, al menos mientras se mantenga la normativa sobre el Safety Car (parece que la van a cambiar, y ya iba siendo hora).
¿Mi alegría? Pues cuál va a ser: la cabeza, ahora en manos de Kubica, está a sólo 33 puntos del asturiano, y éste, maliciosamente, anunciaba que había roto la caja de cambios en su accidente (lo siento, no me lo creo), lo que le pone en Francia con una nueva y sin penalización; y como allí el motor será de segundo ciclo aunque poco rodado (el abandono sucedió en la vuelta 44, casi a mitad de carrera), todo augura que saldrá a por todas, y que a ello ayudará, sin duda, un previsible cambio de filosofía en el equipo, que ya está avisado de que con estrategias conservadoras no se va a ningún sitio (se lo dijo Alonso, y bien claro).
2 comentarios:
Yo también me reí cuando puse la carrera y me enteré de que el Podios la había armado (lo siento, sólo vi la salida, mi Sporting se jugaba el ascenso y eso manda más incluso que el Nano). Entonces pusimos la repetición, ya que lo estaba grabando) y lo vimos unas ocho o diez veces, entre risas y comentarios jocosos. Tuve que decirle a mi mujer que lo dejara ya...
Bueno, coincido en que el troncomóvil ha mejorado y en que habrá que tener cuidado con Fernando, a ver si en Francia hay más suerte. Es probable, si todo va bien, que el Podios salga por detrás de Fernando, así que puede que asistamos a un nuevo duelo de "amigos".
Hola, Keke ;)
Mira que soy optimista en la lista de correo, pero te juro que no entraba en mis cuentas verle correr como lo hizo el domingo.
A este paso, y a poco que le tome el pulso al R28, el Nano tiene que poder estar en el podio.
¿Francia? ¡Qué bien suena, coño!
Un abrazo
Jose
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