Como siempre por estas fechas, cualquier excusa parece buena para desempolvar viejas serpientes con que entretener el rato, y más este año, que la Eurocopa se nos va acabando (¡España en la final con Alemania!) y todavía queda trecho para que comiencen las Olimpiadas. Y si no hay serpientes a mano, nos las inventamos, ¡qué carajo!
Desde hace un tiempo a esta parte ha vuelto a surgir con fuerza el rancio debate de si Fernando irá, o no, el año que viene a Ferrari. ¿Qué decir al respecto?
Si no fuera porque ya han caído bastantes ídolos precipitados (Kimi barriendo, la madurez del hijo de Anthony Hamilton, Massa incapacitado, BMW sin chance, etcétera), la propuesta incluso podría ser tenida en cuenta, porque cabe decir que este año el personal se lo ha currado bastante mejor que en otros, pues plantea el hipotético escenario en base a una realidad consistente: como Kimi no está respondiendo como se esperaba y ha afirmado que sólo seguirá si se divierte, y Massa parece haberse recuperado del nefando inicio de temporada, nuestro compatriota podría ocupar el lugar del finlandés al lado del brasileño el año próximo.
Vaya por delante que soy de los que piensan que el ovetense acabará vistiendo de rojo, tarde o temprano (más temprano que tarde, para qué vamos a engañarnos), aunque no lo fío a tan pronto. El Nano no es Schumacher (Dios todopoderoso lo impida), así que me decanto por soñar con que se integrará en la Scuderia disfrutando del número 1, no antes…
Y lo digo porque cuando Alonso optó por volver a su casa, lo hizo al amparo de dos premisas. La primera consistía en admitir que Renault no era McLaren, ni siquiera la Renault que dejó en 2006. La segunda, que tenía que trabajar duro y que en el empeño iba a recibir todo el apoyo e implicación del equipo.
A la luz de lo que llevamos viendo desde el inicio de temporada, las dos premisas se vienen cumpliendo a rajatabla, y por ello me inclino a pensar que Alonso seguirá en Renault al menos otro año más (siquiera por seguir disfrutando), y también porque mal que nos pese a los ferraristas, la de Maranello necesita algo más de tiempo para certificar un proyecto realmente consistente en el que no se eche tanto de menos al Kaiser y al pequeñín del jersey rojo.
Y ya que estamos. Me gustaría aprovechar esta entrada para plantear otro asunto, y es que a pesar de que la evolución del R28 no ha sido correspondida por los resultados en carrera (sigo estando seguro de que están al caer), hay que reconocer que desde Barcelona el coche francés no es el mismo vehículo de Australia, y que sigue mejorando, y que en ello ha tenido mucho que ver el esfuerzo del de Oviedo, lo que me lleva a echar la vista atrás hasta encontrar aquella idiota discusión sobre las famosas 6 décimas que decía el Nano que había aportado a la evolución del MP4/22 en la pretemporada 2007…
Aunque acostumbro a no pedir peras al olmo ni a esperar milagros: con lo que se ha visto este año en Renault, a más de uno se le tendría que caer la cara de vergüenza.
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