Max por la gatera

A Toto Wolff se le tiene que estar quedando cara de panoli. Tanto hablar de que viene Ferrari —por la derecha, por la izquierda—, de que sufre pesadillas con la italiana, y aparece Red Bull con Max en plan Atila y amenazan con aguar el ponche de la fiesta anglo-germana en cero coma dos...

Si no fuera porque hay tufillo en esto de que por incomparecencia de la italiana, haya venido la austriaca a dar credibilidad a una temporada que tenía tintes plateados desde Australia, dan ganas de tirarse en brazos del creativo que ha tenido la brillante idea de matar dos pájaros de un tiro con esta vuelta de tuerca en el guión, en la que además de quedar patente que el holandés todavía tiene posibles para encarar a Lewis Hamilton antes de Abu Dhabi, ha quedado meridianamente claro que las sobreactuaciones del jefe de Brackley eran sólo eso: sobreactuaciones.

Nos queda todavía un hermoso espacio para que la prensa british comience a tomar posiciones y rescate del baúl de los recuerdos la exclusión de Bar-Honda en los Grandes Premio de España y Mónaco 2005, así como su descalificación en el de San Marino ¡por felona y tramposa!, y un incomparable mes de agosto donde los expertos podrán animarse a aclarar a qué puede deberse tan inopinado resurgimiento.

Luego, ya en septiembre y octubre, cuando se estrene la nueva evolución de la UP japonesa, seguro que desde los medios nos ponen las orejas rojas con los consiguientes dimes y diretes entre escuderías con la FIA como árbitro.

Miguel y Ernesto —hablo más con ellos que con mi santa madre— saben de sobra que si se quiere se puede. Conspiramos y arreglamos el mundo sin supervisores ni suegras, y barajamos desde Austria que Honda podría estar jugando con el consumo de combustible, un suponer. Tragar gasolina da caballos pero también mejora la refrigeración del ICE, con lo que se gana en fiabilidad. También podría ser que ESSO haya dado con un ingrediente todavía no regulado que facilite el intercambio de calor y mejore el comportamiento del grupo porpulsor, o que la recuperación de energía a través de los ERS sea mucho más eficiente que aquello que se consideraba que suponía un error cuando la nipona apostó por explorar la arquitectura que había venido usando Mercedes-Benz...

Sea como fuere, Honda parece que está muchísimo mejor de lo que se pronosticaba hace unos meses, y puesto que el RB15 es cualquier cosa menos un coche fallido, con Verstappen al volante el conjunto empieza a acojonar, y no por lo que podría parecer en primera lectura, sino porque los tempos de Brackley estarían ajustados a Ferrari, y a lo peor la irrupción de Max por la gatera les ha pillado con el pie cambiado.

Es cuestión de verlo, pero casi es un fijo en la quiniela que tenemos otoño calentito.

Os leo.