Toro Rosso será la que disfrute de la añorada especificación 4 o como se llame en 2018, a McLaren, después del anuncio de su divorcio con Honda sólo le queda seguir progresando con la 3.8 durante lo que queda de 2017, y a los aficionados hace tiempo que nos sobra este periodo.
El MCL32 va bien en curva, muy bien para ser exactos, aunque adolece de una falta de potencia en recta que duele, la verdad. Pero como la realidad es la que es y no conviene abusar de lo que pudo haber sido y no fue, vamos a ir con la penúltima entrega de esta serie que empezó cuando nadie daba un céntimo de euro por un progreso tan increíble, allá como después de Australia.
El MCL32 va bien en curva, muy bien para ser exactos, aunque adolece de una falta de potencia en recta que duele, la verdad. Pero como la realidad es la que es y no conviene abusar de lo que pudo haber sido y no fue, vamos a ir con la penúltima entrega de esta serie que empezó cuando nadie daba un céntimo de euro por un progreso tan increíble, allá como después de Australia.
En fin, en Interlagos las unidades de potencia Honda resolvieron la papeleta con notable alto para ser lo que son, entendámonos: el resultado de un esfuerzo continuado al que le ha faltado tiempo de desarrollo y sobre todo kilómetros. Si en vez de dos coches en parrilla la japonesa hubiese dispuesto del doble, por ejemplo, estoy seguro de que estos resultados habrían llegado antes del verano. Y si fuesen tres equipos, como pasa con Renault o Mercedes-Benz, casi es un fijo en la quiniela que para el Gran Premio de España la del sol naciente había dejado atrás los graves problemas de pretemporada.
La lectura me parece clara. El material de Honda no es tan malo como se nos ha intentado hacer ver porque en caso de serlo no habríamos llegado aquí ni el MCL32 se comportaría así de bien en curva. No todo es chasis por mucho que se insista en este aspecto, y si no, mirad lo mal que ha sentado en Red Bull y Toro Rosso el temita Renault. La primera ponía su maquinaria en modo reservón en el José Carlos Pace y retornaba a su lugar natural como tercera fuerza de la parrilla, y la segunda directamente acusaba a la francesa de sus resultados... No, los chasis no hacen milagros sin ayuda de las unidades de potencia.
Pero a lo que vamos. En Brasil, y en sintonía con lo visto en México, tuvimos fiabilidad a cambio de un rendimiento mejorable y ¡ay!, de nuevo se echaron en falta esos caballitos que no llegarán...
No hubo cambios de material y por tanto se esquivaron las sanciones en parrilla. El sábado, tanto Vandoorne como Alonso se desenvolvieron bien. El piloto belga se quedaba en Q2 y el español entraba en Q3 logrando la séptima posición que al final sería sexta debido a la penalización de 10 puestos sobre Daniel Ricciardo por sustitución de componentes.
Ya el domingo, Stoffel caía en combate en la emboscada que le montan entre Grosjean y Ricciardo, pero Alonso va muy bien en curva aunque su coche pierde fuelle en recta... Total, saldo positivo a mi modo de ver. Se termina la carrera en los puntos, en la octava plaza y sin vuelta perdida, ofreciendo, además, buenas vibraciones aunque a la postre no se pudo superar al Williams de Massa porque el paulista se defendía mucho mejor que el de Oviedo en recta.
Para Abu Dhabi, y como insinuaba al comienzo, nos tocará seguir bailando con la especificación 3.8, pero cruzo los dedos para que Honda nos dé una alegría permitiendo mediante la electrónica, que haya disponibles al menos 10 caballos más, aspiración que puede no resultar tan descabellada como parece.
Os leo.
2 comentarios:
Esperemos que lleguen esos HP extra, porque las dos rectas sucesivas los van a requerir.
Te leo. Un saludo
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