Ayer perdí un jamón

Todo iba bien hasta que Ferrari hizo una de las suyas con Kimi, en ese instante me volví como loco, porque me pasó como el que lleva el vehículo al taller y se encuentra con que el coche de cortesía es un anuncio con cuatro ruedas y le toca hacer de chauffeur del mismo lo que dure la solución de la avería.

¡Joder con algunos favores! Raikkonen no entiende qué sucedió con su último paso por garajes pero Ferrari insiste en que hizo lo adecuado, y aquí se alimenta el debate: ¿lo adecuado para quién? ¡Que se perdió un podio, chavales!

Como comprenderéis hay respuestas para todos los gustos: desde que Maranello quiso repetir la tragedia de Abu Dhabi por presentar sus credenciales ante Chase Casey y reivindicar que vale su peso en oro, y hay que pagárselo, of course!;  hasta que la rossa torpedeó a Iceman para evitar que Sebastian rompiera a llorar al término de la carrera.

Como buen vasco soy más de términos medios, en concreto de la segunda alternativa que se sugiere entre el «desde» y el «hasta» del párrafo inmediatamente anterior. 

A ver cómo lo digo sin levantar ampollas: Si estuviérais en Marina Bay con un vehículo en tercera posición pero se oye por la radio de Mercedes AMG que al cuarto le dicen «pasamos al plan "B"» y lo meten posteriormente en boxes, ¿estáis seguros de que habríais mantenido la calma?

Estamos hablando de Brackley, de La Scuderia y de poner su supervivencia (deportiva, se entiende) en manos de esa cosa aleatoria que se apellida Pirelli. Kimi es un artista del último stint y las gomas de su monoplaza parecían que podían llegar al final, pero la milanesa no se destaca, precisamente, por poner la mano en el fuego por su producto, ni mucho menos por animar a que nadie lo haga, para qué vamos a engañarnos.

Bien, el muro de Mercedes advierte a su piloto número 44 que tire todo lo que pueda porque pasan al plan «B» después de vueltas y vueltas protegiendo los frenos. Hamilton no pone objeciones y pulsa el botón mágico para reducir la distancia que le separa del finlandés. Entra a garajes en la 45 y sale con superblandas, lo que, sobre el papel, le permitiría llegar al final dando guerra. El británico pierde 27 segundos según he leído, pero yo no me jugaría un duro a que las blandas de Raikkonen aguantasen hasta la conclusión de la carrera, y os lo digo honestamente, y poniendo por testigo el jamón que había perdido en ese momento en favor de mi buen amigo Antonio Moratilla (@BigotumMaximus).

Es cierto que el compuesto que utilizaba el vehículo número 7 recién había pasado la mitad de su vida útil, pero no es menos verdad que los experimentos mejor hacerlos con gaseosa.

La tercera plaza estaba perdida. Lewis iba a llegar sí o sí, y lo más adecuado era proteger (es un decir) las opciones de podio. 

¿Dónde estuvo el error entonces? Con la humildad que me caracteriza os diré que en no prevenir al finlandés de que Hamilton pasaba al plan «B». Tampoco os voy a descubrir el Mediterráneo si os digo que a lo peor, y en el primer instante, Kimi mandaba a tomar por el flete a su ingeniero de pista (David Greenwood), pero opino que entre la vuelta 43 y 45 se perdió la partida. Iceman reaccionó tarde por falta de información y permitió sin saberlo que el de Tewin le birlara la cartera, pues a pesar de salir con ultrablandos, la cosa se le puso al rosso muy cuesta arriba como para ser revertida.

¿Fue un error tan grave como parece? Yo diría que no. La guerra de Ferrari actualmente no va con Brackley. Milton Keynes es el objetivo de aquí a Abu Dhabi, y Kimi y Sebastian, en un terreno a priori más favorable a Red Bull, sólo cedieron 4 puntos en su guerra con la austriaca, intercalándose entre un sobresaliente Daniel Ricciardo y un Max Verstappen que cada día que pasa me gusta más.

¿Buena carrera? Yo diría que sí. Se mostró un ritmo que promete y se minimizaron los daños. Vettel se vino arriba firmando remontada y Raikkonen aguantó el tipo y como pudo... Y todavía quedan cinco puebas para que gane el otro jamón que me he jugado. Luego decís de los tifosi, pero somos todo corazón incluso conduciendo un coche de cortesía.

Os leo.