jueves, 12 de mayo de 2016

El agente Castellá


Resulta deliciosamente chocante que hayamos perdido a un ser profundamente generoso, precisamente ahora que afloran con insistencia los contenidos «premium» en relación a la Fórmula 1 y el motorsport en general. Carlos se habría reído y seguramente me habría alabado en público la ocurrencia. Era así, tremendamente respetuoso, tanto, que los pocos tirones de oreja que me dio siempre vinieron por privado...

Por privado también me llegó su cálido abrazo cuando murió mi hermano a comienzos del año pasado... 

No he tenido la suerte de poder estrecharle la mano ni de hablar con él más allá de ese raro hablar que se entabla entre correo y correo electrónico. Tenía su número de móvil y él el mío, pero jamás los usamos. Sólo me pidió un favor, a cambio, yo recibí muchos...

A estas horas, internet entera está regada de muestras de cariño hacia él que sólo son posibles de entender comprendiendo que Maese era un tipo con sus cosillas que siempre tendía su mano abierta a quien la necesitara. Ver sus cuentas en las redes sociales es asimilar en qué mundo vivimos. Sólo 377 «amigos» en Facebook; sólo 3.533 «seguidores» en Twitter...

Desde luego no era un tuitstar ni un fenómeno popular. Pero era un inevitable punto de encuentro para muchos, un maestro para todos, siempre un abrevadero imprescindible, incluso para los que pretenden poner ahora puertas al campo. ¿Qué sería de esta coño generación de creadores de contenidos sin la figura de Carlos Castellá? Daría para un libro... Seguramente sí.

También hemos tenido sombras, no os creáis. Me consta que no le gustaba mi pulso «alonsista». A cambio, jamás le reproché el suyo con Miguel Molina. Es más, siempre se lo he agradecido. A lomos de Miguel aprendí a entender el DTM y me alegré como un chiquillo cuando el de Gerona venció en Nürburgring. Y ahora sé, también, que cada vez que recuerde el «Schieb ihn raus!» de Ulrich o vea a cualquiera de los nuestros bajo la bandera de cuadros, pensaré en Carlos y en su modo británico de entender todo esto y trasladárnoslo a nosotros.

Pienso en Joan y en Charly, también en Raimon. Más en Charly, para qué os voy a mentir. Si a mí me duele no quiero ni imaginar lo que están pasando ellos.

Tengo una anécdota de ente otras muchas. Andaba indagando sobre cuándo se implantó la comunicación por radio entre muro y piloto y pregunté a quien suelo preguntar siempre, y a falta de respuestas positivas escribí a Carlos:

Maese, cuando puedas...

Me solicitó unos días. Tenía viaje a no sé dónde, pero me contestó, como de costumbre, en los siguientes términos: «No lo sé, José (con tilde), pero entonces no importaban estas cosas.»

Periodismo en estado puro. Si no puedes confirmar un dato, ofreces al menos la razones por las que resulta incontrastable...

No solíamos coincidir en opiniones salvo muy raras veces, es la verdad —soy más mediterráneo que él, ¡manda huevos!—, pero escucho a Salvador Martí (Jaime Blanch) solicitar la presencia de Maese, y me lo creo.

—¡Llamad a Castellá! Edmund Nelson no puede morir tan joven, tiene que llegar vivo a 1953. Hay que impedirlo. Portago es importante para nuestra historia en el automovilismo deportivo...

Carlos estaba allí, seguro. Yendo y viniendo entre edades —¿en qué cabeza cabe que supiera tanto si no atravesaba una puerta que lo ponía en el lugar adecuado en el momento justo?—.

Pero ayer, el Ministerio del Tiempo anunciaba en nota oficial que uno de sus funcionarios más eficientes había significado baja en acto de servicio. 

Maese, no te rías. Cuando puedas...

Os leo.

9 comentarios:

Anónimo dijo...

Jodeerrrr,

He estado off unos días por cosas del curro y me entero por ti, que Nürbur es lo primero que siempre leo en cuanto tengo un segundo...

¡Qué pena! Lo siento mucho. Yo únicamente le leía. No estaba de acuerdo en su enfoque de la F1 de vez en cuando. Y me inspiraba admiración con cada palabra y con los huecos entre ellas. Me caía fantásticamente bien, sin conocerle. Aunque Maese se hacía conocer con cada ruidito de las teclas...

¡Qué pena, joder! Y luchó con su enfermedad. Y nos dio, durante esa lucha, inolvidables entradas que si no, nadie hubiera sido capaz de escribir. Nos regaló muy bellos momentos.

Gracias Don Carlos. Un abrazo muy fuerte a su familia y amigos.

Un saludo a todos. Gracias Jose por tus palabras.

ABB

Anónimo dijo...

Cinco horas ya que publicaste la entrada y fíjate un solo comentario al respecto pero Carlos era así, silencioso pero haciéndose sentir al mismo tiempo.

Yo tampoco comulgaba mucho con sus ideas y más de una queja le planteé en su blog de manera seguramente insolente.

Me enteré por ti al abrir Facebook tal como te dije y la verdad es que sin conocerle de nada todavía la pena me corre por dentro.

Siempre nos quedará su recuerdo, silencioso pero haciéndose sentir al mismo tiempo como los verdaderamente grandes hacen.

Tal como me dijo un amigo del blog en el que me muevo:

"El automovilismo se ha quedado sin el mejor periodista español.

Bueno.

Sin el único.

Ahora sí que estamos huérfanos…"



No puedo estar más de acuerdo con él.



King Crimson

Anónimo dijo...

Recuerdo de su manufactura, la "breve" apreciación de los acontecimientos de 2007 en MacLaren. Unos cuántos capítulos que llevan desde la fotocopiadora inglesa y el ingeniero ferrarista, al comienzo de las hostilidades contra Alonso, y el botón que le mandaron presionar a Hamilton en la última carrera para perderla. Enorme investigación. Descanse en paz.

Aficionando dijo...

Yo tenía su blog entre los guardados en favoritos. Lo cierto es que, relacionados con el mundo del motor sólo tengo dos: éste y el de Castellá. Alguna vez escribí, no muchas, y siempre me contestó con educación y paciencia. Hacía tiempo que no entraba y aunque, como al dueño de este sitio, a veces me irritaba su desdén hacia Alonso -para algarabía de sus seguidores habituales- reconozco que sabía mucho y era un apasionado del motor. Lamento su muerte.

Aficionando dijo...

Por otra parte, y volviendo al tema de Hamilton, me gustaría saber vuestra opinión sobre la serie de desgracias mecánicas que sufre el inglés. El hecho de que Mercedes haya publicado una carta negando las conspiraciones es casi cómico, pero lo cierto es que Hamilton lleva cambiados cuatro turbos y varios componentes más en lo que va de temporada, por lo que es casi una evidencia que empezará a penalizar puestos casi en cada carrera a partir del segundo tercio de la temporada. No sé si el trasvase de mecánicos e ingenieros de un piloto a otro tendrá algo que ver. Pero quizás no sea aventurado pensar que Hamilton no es el modelo perfecto para una marca como Mercedes, avanzada en lo mecánico pero muy conservadora en cuanto a clientela: rapero macarra con diamantes en las orejas y cadenazas de oro y brillantes.

Anónimo dijo...

Pues yo entré por primera vez al blog de Carlos Castellá nada más abrirlo a partir del blog de Carlos Barazal, que también me condujo a éste. y al blog de Carlos Barazal llegué desde el blog de Miguel Sanz en Marca, donde había miembros que hacían aportaciones muy interesantes, entre ellos todos los blogueros a los que cito, creo. A partir del momento en que que cerró su blog Miguel Sanz el paso obligado era ir a la página de Carlos Barazal, y desde ahí entrar al "Infierno verde" y a "Cuarenta años nos contemplan", dos blogs complementarios en todo. Si uno te ofrece literatura y opinión, el otro te ofrece una información periodística pura, a la que no faltaba ni una sola fotografía y a la que tampoco sobraba nada.
No sólo hizo una serie de relatos sobre lo ocurrido entre Alonso y Hamilton en el 2007 como habéis citado más arriba, sino que también lo hizo sobre Villeneuve y Pironi en Ferrari, y sobre otros pilotos que a los que hemos llegado a este mundo recientemente nos han ayudado a comprenderlo mucho mejor.
Si alguien visita su blog comprobará que casi no había ninguna intervención sin la respuesta, y se mostraba muy neutral en todo.
Un abrazo a todos los amigos de este gran periodista.

matador dijo...

Hola,

Creo que es la segunda vez que escribo en tu blog, aunque es de obligado seguimiento. Vengo ahora mismo de dejar mi comentario en el blog de Carlos. Ha sido un mazazo. Yo también discrepaba con él por Alonso, y lo mucho que me dolía ver a frigodedo sobre el coche rojo, pero él siempre fue cortés y amable. Generoso compartiendo su sabiduría. Sin duda, le vamos a ehcar en falta.

Tendremos que visitarlo en un monolito de esos que él frecuentaba para presentarle los respetos a los pilotos caidos. Seguro que ya está recordando viejos tiempos con Ayrton, preguntándole se ya ha visto a Clark, a Hill, a Gilles o a Rosemeyer...

Y sí, estos días veré si desde el Ministerio dicen algo de la pérdida de un valioso funcionario, que seguro, estuvo en Brasil 2003, o en Suzuka 2006, o yendo a hacer unas fotocopias en una reprografía de inglaterra entre 2006 y 2007...

Salu2!

Matador

Interlagos dijo...

De piedra me he quedado.

Solía leer su blog, aunque nunca escribí nada en él, pero era evidentemente una de las pocas referencias que tenemos los aficionados a la F1.

Descanse en paz.

chema dijo...

Una pena, grandísimo profesional.