Esta entrada es sólo para vosotros, los que anacaráis mis abundantes sombras de cada día, los que mullís desde el silencio o los comentarios todas y cada una de mis magulladuras, los que jaspeáis cada recodo de la que ha sido mi vida durante estos casi cinco años que llevo exponiéndome a la intemperie aquí, a veces en pelota picada o si acaso tapado a duras penas con un pareo hawaiano, escribiendo sobre algo tan tonto que no sé si se puede definir como pasión, pero que la falta de palabras que lo definan como querría, me obliga a aceptar humildemente que tal vez en el fondo lo sea como lo ha sido siempre, aunque no haya sabido admitirlo por esa testarudez navarra y portugaluja que llevo tan encima y tan dentro.
No me voy, ni cierro Nürbu. Tuve ocasión de hacerlo y no lo hice cuando el cronómetro anunció que mi tiempo había terminado, allá por la entrada que hacía la número 1.000, así que no voy a enmendarme la plana a estas alturas, mucho menos a arriesgar perderme el trayecto que inicié en aquel entonces y que señala una frontera que por fortuna para todos, aún descansa tranquila en el horizonte. Fundamentalmente para mí, porque para qué voy a negar la mayor si resulta evidente que os necesito más de lo que me necesitáis los que cada día impedís que la telemetría de este blog baje de las 600 visitas y que en tiempos de bonanza se eleve hasta rozar las 2.000, con una media mensual que arroja un saldo que supera las 1.000 sin que valgan refrescos de pantalla ni atajos.
Pero me hacían falta nuevos retos, lo confieso, nuevos acicates, medirme, foguearme en ambientes más amplios que en esta pequeña biblioteca en la que tantas y tantas veces hemos recreado y reformulado juntos nuestra común afición, y a pesar de que este humilde blog ha tenido novias a patadas, no ha sido hasta hace unas pocas semanas que me he puesto a pensar en si tal vez le convenía dar definitivamente el paso.
Pero me hacían falta nuevos retos, lo confieso, nuevos acicates, medirme, foguearme en ambientes más amplios que en esta pequeña biblioteca en la que tantas y tantas veces hemos recreado y reformulado juntos nuestra común afición, y a pesar de que este humilde blog ha tenido novias a patadas, no ha sido hasta hace unas pocas semanas que me he puesto a pensar en si tal vez le convenía dar definitivamente el paso.
Total, que sin vuestro permiso lo he dado yo con cierta nocturnidad y alevosía, como quien salta al vacío intuyendo que al final del vuelo siempre hay premio, entre otras cosas porque me siento generosamente acompañado, de manera que a partir de esta próxima semana este minúsculo infiernoverde podrá ser contemplado a tiempo parcial por más ojos de los que lo contemplan ahora, anidado esta vez en un portal que por su dimensión y calidad ampliará su pequeño eco.
Seguiré escribiendo aquí aunque algunas entradas os lleven allí. Seguiré siendo el mismo aquí aunque allí haga falta que transcurra un tiempo prudencial hasta que se acostumbren a mis idas de olla y mi forma particular de aceptar el mundo. Pero esta noche, envuelto en los aromas que destila el amor pasional que siente un tipo como Chris Rea (¡quién lo diría!) por la Ferrari a la que soporto como una hija adolescente, me ha dado por pensar en lo mucho que os debo, Concha, Juan, Abril, siempre abril, Sabre, Carlos, Tadeo, J-Car, Gring, Txomin, Interlagos, Nico, Mai, Rudy BB, Noe, Marian, anónimos varios, Martín y tantos otros que no me cabéis en este miserable y rácano párrafo, y en lo mucho que les debo también a David Plaza, a Charly, a Félix y a Felipe, a Jacobo y a su padre, don Manuel; y a Mid, y a Maese; y a Jon, pulguita; y a mis compañeros de Starting Grid Podcast; y a Fernando y Felipe; y a Primo, y a Jose, y a Adri Mancebo; y por supuesto al mejor periodista deportivo que habrán de ver mis ojos en un futuro no demasiado lejano: Eloy Entrambasaguas...
Pero sobre todo pienso en el minúsculo Elio, en su lucha, y por supuesto en la mía, y en lo que hemos crecido ambos, y en lo vulnerables que seguimos siendo. Shirley, do you own a Ferrari? Yes I do.
16 comentarios:
Semper fidelis!!
Nasdrovia!
...siempre nos quedará Nurbu ¿eh?
Un besazo y mucha "m..."en la otra casa.
Por aquí siempre estaremos. Ahora que me había subscrito al RSS, para ahorrar tiempo, vas y me obligas a hacerte caso en Twitter XD
Compañero si nos necesitas ... silba!!!
Un abrazo
Enhorabuena José, dónde sea que vayas dejando tus escritos estoy seguro de que te irá bien, es que simplemente eres el mejor en lo que haces, como diría el Wolverine.
Un abrazo, yo por mi parte aquí seguiré hasta que me dejes y por supuesto que le daré cliki a los enlaces que nos pongas.
Salú!!
No he entendido, tal vez porque yo en estas cosas siempre voy un paso por detrás, pero, cual es la dirección a la que debemos apuntar nuestras naves, para seguir de cerca a este velero?
El formato URL siempre ayudara a nuestra brújula.
Mucha suerte en tu nueva aventura y un abrazo!
Sigue a tu corazon y si el camino que andes no te agrada, siempre nos tendras en Nurbur
Salud
Rbernalca
Un abrazo y mucha suerte con el nuevo proyecto amigo :)
suerte, máquina
Miki, salu2
Es un placer leerte. Es un rito diario ineludible entrar en tu blog para buscar una nueva entrada, bien sea en el trabajo, en casa o con el móvil en vacaciones.
Como ha dicho un compañero: SEMPER FIDELIS.
Mucha suerte. Ya sabes que aquí seguiremos... y gracias por la imagen mental del pareo ;)
Un besazo, míster
Realmente te lo mereces, este blog es una pequeña joya de internet y tú el orfebre supremo.
Vamos, que no tengo palabras... tan sólo que me alegro mucho. Enhorabuena.
Oh, capitán... Mi capitán!!!
Tranquilo Jose. Te seguiremos leyendo.
Saludos,
Toni.
Te seguiremos allá donde vayas como fieles espartanos
Ahú, Ahú, Ahu!!!!!!.
¿Y yo que volvía ahora? Qué mamonazo eres... jajaja
Allá donde estés nos seguirás teniendo a todos, con marcaje "puyolari". Un saludo muy cordial
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