martes, 18 de septiembre de 2012

Felipe a las Pirelli en punto


Todo iba bien hasta que Montezemolo dijo algo el otro día sobre que a Sergio [Pérez] le faltaba algún hervor que otro para subirse a un coche rosso, y que de elegir a alguien, se quedaba con Vettel [Sebastian], zanjando con autoridad la herida abierta en el lomo de Il Cavallino a cuenta de la posible sustitución de mi Felipe [Massa] para el año próximo.

El padrino del mejicano tardó poco en afirmar que Ferrari no era el lugar adecuado para su pupilo, y las huestes del ¡ésta sí que es la buena! tardaron aún menos en subir a Hamilton a una Mercedes que mientras Daimler no diga nada, vale lo que valían las aventuras en pos de El Dorado…

No digo nada, pero no porque no quiera, sino porque ya lo dije aunque no sea momento de revolver en este blog para buscar el apunte, y es que a falta de explicar por qué el F2012 que no chutaba a comienzos de temporada, mete goles suficientes como para que Fernando lidere la tabla de pilotos, y con holgura, y a falta, también, de que aquellos que decían ¡mirad a Newey! en aquel instante, no saben dónde meterse ahora porque al británico le ha salido un carro del que él mismo diría que supone un diseño bastante convencional, lo lógico es adelantar la silly season por aquello de tener algo de qué escribir. Y qué mejor que dar varapalo a La Scuderia en su flanco más débil, concretamente en el del tipo que conduce la máquina italiana que viste el número 6, pues es sabido que mi Felipe vale lo mismo para un roto que para un descosido, y más aún cuando su habitáculo lleva desde 2010 esperando un comprador que realmente lo merezca.

Aquí creo que también dije no hace tanto que no le arrendaba la ganancia al posible sustituto, porque estar al lado de Fernando es apostar a hacer de opaco —salvo que te llames Lewis y el patrón de la escudería responda al nombre de Ron—, y porque montar en una rossa significa ponerse en medio de los focos que lo mismo hielan la sangre que la queman, porque si los tifosi somos exigentes y tenemos el morro fino, los que no saben qué contar, siempre encontrarán en la de Maranello el caldo de cultivo necesario para justificar sus textos.

Bien, dicho esto, comentaba el otro día, en la crónica correspondiente al G.P. de Monza: «pues está visto que quien lucha, pierde, y quien transita los procelosos mares de la competición y el espectáculo mimando los zapatitos de cristal quebradizo que propone Pirelli, es capaz de salir decimotercero y llegar segundo sin despeinarse, como ya ocurriera, o casi, en Montreal, como quien dice a la vuelta de la esquina», y la afirmación cobra plena vigencia a estas alturas de la película, porque Felipe es de los que pelean —mejor o peor, tanto da—, y por tanto es candidato en cada carrera a pasar por el calvario de unas ruedas que proponiendo espectáculo, lo están asesinando por la espalda porque la F1 hasta hace bien poco era pelea, por ganar unos centímetros o unas décimas, y ahora consiste en evitar precisamente el fogueo impertinente, el sacar pecho en la salida de una curva, el rifirrafe, el cuerpo a cuerpo, en definitiva.

Si atendemos a esta forma que tengo de ver las cosas, resulta comprensible que Fernando valore a Felipe, que Stefano reclame a Felipe algo más de inteligencia, y por supuesto que don Luca diga que lo de Sergio no satisface su fino paladar y que a Felipe sólo lo cambia por Sebastian, porque si hay que ir se va, pero ir pa’ná, es tontería. Y es que ellos, mejor que nadie, saben perfectamente que Felipe lucha en cada prueba contra sus ruedas y no contra su vehículo, y que no hay mandanga que valga si las vas a pulir en cuatro o cinco giros peleando por un sexto o séptimo puesto, y que si te sale lo que llevas dentro, acabarás como poco donde el anacoreta perdió su crucifijo…

Y también saben que Felipe lidia en una plaza de tercera, donde se tiene que ver las caras con Webber [Mark], Rosberg [Nico], Schumacher [Michael], o Button y Hamilton [Jenson y Lewis respectivamente], cuando ruedan contrafortuna o en condiciones adversas, o Vettel [Sebastian] cuando no ha sacrificado suficientes vírgenes a la diosa Pirelli, y es que la milanesa manda, y propone incluso candidatos a ocupar asientos sin que quien supuestamente lo deja vacante, o quien aspira y espera a que Penélope termine de tejer su telar y cumpla su promesa, lo hayan comido o bebido.

Felipe se queda en Ferrari, porque allí, mejor que en ningún otro sitio, saben que el año nuevo se marca en la Pirelli en punto. Ni un cuarto antes ni un cuarto después, en las Pirelli en punto, como manda la FIA.

5 comentarios:

GRING dijo...

La fidelidad es un rasgo de la personalidad poco apreciado en la era postmoderna que nos ha tocado vivir. Lo tuyo con Felipe es realmente encomiable. Para no negar completamente tu afirmación, yo diría que Massa es de los que pelean...cuando y contra quien quiere, según sus intereses personales. Fernando está encantado con Massa porque sabe que nunca le hará sombra en Ferrari. Sergio y Ferrari se las traen tiesas y próximamente sabremos qué hay detrás de este desamor; problema pecuniario,veto del primer piloto,asunto "pais",...
Hasta a Lewis,en la línea más "diniana", el futuro le confunde. Próximamente en las mejores salas.Un saludo

rudyBB dijo...

Igual es que soy demasiado impulsivo pero a mi ne sentaría como una patada en las balls que en Mi Casa un becario mio le quitara protagonismo y puntos a toda una Ferrari con un coche low-cost bien afinado delante de miles de paisanos italianos .....
Imaginad a Alguersuari adelantando a Vettel en el GP de Alemania jejejeeeje
Ese chaval le salva el patrocinador

csm dijo...

Las limitaciones de Felipe son las que son, pero no olvidemos que todo un SCHU, un VET un BUT has deseperado en la primera parte de temporada ( y así lo han hecho constar públicamente: "Hay que pisar con ellas como si fueran huevos" llegó a decir el heptacampeón)por los zapatos de cristal.
Respecto a los comentarios sobre Sergio Pérez...insisto, en este momento actual, se le está sobrevalorando, y tan malo es para a correcta lectura de la F1 como para él mismo.
Un besote

GRING dijo...

csm: Pero ¿quién sobrevalora a Sergio?. Con el mismo coche,al otrora adalid (para no desentonar con las retropalabras de nuestra majestad esta semana)de la F1 del futuro, Kamui Kobayashi, le está dando sopas con ondas día sí y día también. En la tabla de puntos y en la pista. 3 podios con un Sauber es todo un logro esta temporada. En mi opinión Sergio Pérez no está sobrevalorado. Se está ganando en la pista (y fuera de ella) un volante en uno de los grandes. Lógicamente como segundo piloto. Saludos

Anónimo dijo...

Hola a Jose y a todos,

El eterno problema es cuantificar las proporciones de responsabilidad tanto en el éxito como en el fracaso del piloto y el coche. Creo, y sólo es mi opinión, que los coches de hoy día son tan difíciles de reglar y exprimir que el mismo coche, pero diseñado y evolucionado según los parámetros del estilo de conducción del piloto "A", puesto en manos de "B", obviamente con un estilo, digamos incluso opuesto, será objetivamente un coche distinto en su comportamiento, en sus márgenes y en su evolución.

Por lo tanto, y como suelo apreciar los comentadios tanto de Susana como de Gring, pues me quedo enmedio. No creo que la comparación con su compañero baste. Sí influirá para valorar a Checo, pero no solo. Yo me fiaría aquí de... nadie, chicuis, que es F1 y todo lo que oímos y comentamos es porque a alguien le interesa, como ha dicho Virutas no hace mucho.

Un saludo (y conste que no cambio el nick a ABB porque como soy un zote, no sé)

Alberto