Psicofonías

Los milagros no existen, lo que existe es un grave desequilibrio entre lo que creemos conocer como probado y los hechos irrefutables que demuestran que nos habíamos ido de baretas. 

Comparas dos fotografías erróneas, por ejemplo, y los datos que obtengas resultarán un completo fiasco. Ahí va otro: metes una información equivocada en el mejor ordenador del mundo, y sacarás un buen dolor de cabeza y una información al menos tan equivocada como la que introdujiste.

Son cosas del empirismo, que como no hagas la pregunta correcta sobre datos correctos, la respuesta te dirá una tontería de la manera más objetiva posible. 

Así que podemos convenir en que milagros como el acontecido ayer en tierras malayas no existen, aunque hay que admitir que algo debío ocurrir para que Fernando se llevara el gato al agua pareciéndonos milagroso, de manera que lo mejor que podríamos hacer en vez de ir corriendo de aquí para allá por el convento, con el hábito levantado y gritando a voces ¡milagro, milagro!, sería valorar qué tiene el F2012 que no tienen los otros, en esa medianía en la que ayer se vieron obligados a correr todos, gracias a la lluvia y a las condiciones del asfalto.

Pues bien, a mí se me ocurre que puesto que los vehículos de la competencia están muy afinados para correr como galgos, ya que ayer se vieron obligados a hacerlo más lento, sencillamente se desinflaron al tener que disputar la prueba en condiciones digamos que poco adecuadas a sus características, pero sin embargo, óptimas para el F2012.

Siempre hay unas condiciones mínimas y un nivel de velocidad mínimo en el cual los monoplazas exprimen sus posibilidades al 100%. Por debajo de ellas, simplemente se obtienen diferentes grados de resentimiento.

Ayer, el escenario no resultaba idóneo para que McLaren, Red Bull, Lotus o Mercedes sacaran provecho de su velocidad punta y su equilibrio dinámico, y jugando en campo contrario se pusieron a tiro de un vehículo para el que un terreno tan áspero resultaba francamente bueno. 

No había necesidad de ir muy rápido durante buena parte de la prueba, con traccionar bien con carga de gasolina y desenvolverse medianamente con neumáticos de lluvia, bastaba. Y ahí estuvo el F2012 número 5 con Fernando al volante, convirtiendo en virtud sus carencias, dando para el pelo a coches mucho más veloces y equilibrados.

Obviamente no hubo milagro alguno en Sepang. Aunque a mí me parece milagroso el empeño enfermizo demostrado por algunos, al seguir afirmando que se están escuchando psicofonías cuando lo que se ha grabado es la conversación de los vecinos habida al otro lado del tabique.

Os leo.