En la época de sequía de entradas anterior a Navidades, confesé que los viernes me caían como una losa encima, y aunque he sobrellevado los que han ido pasando como he podido, hasta casi aniquilar la maldita sensación que me atenaza en cuanto se termina la semana oficial y comienza la mía, ésa que dura dos interminables días donde recupero las horas masacradas al teléfono o frente a la pantalla del ordenador resolviendo la intendencia y la logística de mi pequeña atalaya, (la morralla, vamos, para qué engañarnos), hoy el mundo se me ha venido encima a eso de las cuatro de la tarde, cuando he vuelto a tener conciencia de que hasta el lunes no volverá a llamarme nadie.
Es una contradicción como la copa de un pino, lo reconozco. Por un lado necesito los fines de semana para compensar el desquicie de los días anteriores porque gracias a Dios el viento sopla de popa y tengo trabajo y proyectos como para parar un carro, pero por otro, hay algo dentro de mí que se rebela a trabajar cuando los demás descansan o pasean…
No demos al asunto más importancia de la que tiene. Este agobio que me aprisiona pasará pronto, aunque lo tomo como estribo para hablar de esas contradicciones con las que sazono también mi afición a la F1, sin saber si ando solo en ello o le ocurre a todo el mundo. Y la cosa viene porque estos días pasados, retomando el asunto técnico de nuestro deporte, he añorado poder disponer de más tiempo para debatir de algo que aparentemente no me tira demasiado pero que en el fondo me encanta: la aerodinámica, las entrañas de los vehículos, su comportamiento, un universo que además de apasionarme (creo que es hora de admitirlo), me ha granjeado momentos irrepetibles que no cambiaría por nada.
Y es que la vida es pura contradicción, rechazo que en el fondo no es otra cosa que amor de una pureza extraordinaria, pero envuelto en papel de estraza por las circunstancias.
Aprovechando que Napoleón redivivo ha sentado sus reales quitando de enmedio a Stefan GP; que Lewis ya no es el hijo de Anthony Hamilton porque se lo ha despachado de encima vía SMS (es un decir), y anda por ahí reconociendo ahora que su comportamiento durante 2007 con Fernando no fue todo lo limpio que cabría esperar; y que sólo a un constructor encumbrado a base de burdo ladrillo se le podría ocurrir llamar a un equipo Hispania (¡manda huevos la fea ocurrencia!); y que por tanto no hay mucho con sustancia de lo que hablar, voy a admitir públicamente que adoro la parte técnica y tecnológica aunque sea de letras, y para escenificarlo me he permitido acercar hasta este humilde blog el Lotus 78, un monoplaza al que si tuviera delante no me temblaría la voz en decirle a bocajarro que no es mi tipo, y que prefiero las líneas del Lotus 72 o de cualquier Ferrari, negándolo como hiciera San Pedro con Cristo, por tres veces consecutivas tras abandonar el Monte de los Olivos, pero al que en el fondo amo, ¡qué carajo!, porque sus soluciones y propuestas me atraen más que a un tonto una tiza, porque tiene todo lo que me gusta y alguna cosa más cuyo descubrimiento se me sigue antojando aventura tan hermosa o más que el repaso de lo que enseña, y porque su irrupción puso todo patas arriba, hasta el punto de que su legado sigue siendo aplicado en nuestros días... después de 33 años.
8 comentarios:
¡ Un texto precioso !
Levanto mi copilla: "Nazdarobia"!!! XDDDDD.
El Lotus 78 siempre me ha parecido un "bellezón", estéticamente irresistible, pero es que además de buenas formas, tenía mucho "fondo" XDDDDD. Lo ví cuando vino la exposición de los "Martini Legends" y no me decepcionó en absoluto, al contrario, me pareció aún más bello "en directo".
Si,...las contradicciones XDDDDD!,
Muy bonito, Josetxu.
Un besote
Amí me parecía estéticamente feo, por planote, pero con el paso de los años me ha pasado como con el Kaiser, que he aprendido a mirarlo y a disfrutarlo, y el caso es que tiene planteamientos de distribución interior que todavía prevalecen... ¡33 años! No queda otra que quitarse el sombrero :P
Un besote
Jose
Estéticamente hablando, lo que termina de hacer de ese coche una obra de arte es, en mi nunca humilde opinión, el hecho de que esté pintado como una caja de tabaco de John Player de las de los tiempos en que una caja de tabaco podía ser glamorosa porque fumar, se suponía , lo era. Si ese coche hubiese tenido por esponsor a... yo que se, a Petronas o a Orange o a Virgin (menudos anacronismos) seria bastante truñoso. Pero con esas lineas doradas, con esa medio Union Flag.. si Q diseñase un Formula 1 para Bond no sería muy distinto.
Buenos días.
J&F ;) Como decía en la entrada tengo con él una relación extraña XDDDDD Era innovador, como casi todo lo que salía del lápiz de Chapman, incluso en sus aspecto de cajetilla de JPS, pero parecía Terminator en una guardería y por eso siempre lo he mirado de reojo :P
Un abrazote
Jose
Hoy sale Hamilton en plan sabio-maduro en el marca, sincerándose después de haber finiquitado a su padre.
¡que grima me da!! con sólo 25 años y lo que ya controla el niño.
veremos, veremos
Lotus 72? más que design, poesia
Hamilton parece más estadounidense que británico, anda buscando que todos se olviden que maltrató a todo mundo hace un tiempo. pero es bueno ese Lewis "obamizado", conciliatorio
Por un lado y al menos en mi caso, creo que es un placer incomparable trabajar el fin de semana en "esa cosa que estaba esperando el finde para hacerse" sobre todo si disfrutas haciendola. Desde luego no lo cambio por ir del brazo de la respectiva parienta a ver el escaparate del corte inglés.
Por otro lado y como toda regla tiene su excepción no estoy de acuerdo contigo en que llamar a un equipo "hispania" sea una burda ocurrencia aunque se le ocurriera a un gran poneladrillos. Sin duda le sonaba a Hispano-Suiza o algo así. Desde luego mejor que por ejemplo Forze India.
Finalmente y en otro orden de cosas estoy pasmado con los analisis aerodinamicos ofrecidos últimamente en este grandísimo blog de los monoplazas 2010. Interesante de verdad.
Un saludo. Alvaro.
Buenas tardes ;)
Gerardo ;) XDDDDDD No todo el mundo puede peinar canas XDDDDDDD
F1 ALC ;) Ahí le has dado XDDD El 72 era y es una obra maestra ;) Y estoy de acuerdo en que la nueva cara de Hamilton puede resultar provechosa.
Álvaro ;) El problema es que trabajo en Bilbao y vivo en Las arenas, como a 13 kilómetros, y aunque en breve trabajaré en casa y sospecho que se me pasarán las neuras, este tramo se me está haciendo muy cuesta arriba :P
Sobre lo de Hispania... Hombre, con un coche que sólo tiene de español el capital y la sede, como que no me mola, como no lo hacía ni Force India ni USF1, pero hoy me he enterado de que la empresa se llama Hispania, y aunque me sigue rascando el oído, pues como que a lo mejor meto mano al párrafo que escribí ayer XDDD
Y en cuanto a lo otro: ¡gracias!, aunque el lujazo es el elenco de participantes que con sus dudas y preguntas me ayudan a afilar el lápiz ;)
Un abrazote
Jose
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