Barrichello está pasando por un bache. Socavón, lo llamarían algunos (al agujero, no a él, evidentemente), y aunque hay opiniones para todos los gustos, la mayoría coincide en que Rubens ha cavado solo el hoyo donde se encuentra desde que posara sus pies en Ferrari. Sin embargo, tantos años pasados a la sombra de Michael Schumacher no tenían por qué traer sólo cosas malas, porque de aquello ha heredado el brasileño una finura excepcional para poner a punto los vehículos que toca.
Obviamente, los Honda no eran monoplazas para demostrar ninguna destreza, menos ésta, porque aún en el caso de aplicarla jamás se notaba. Otro gallo es Brawn, pues aquí la delicadeza sí que contaba a tenor de las expectativas, tanto que Ross rescató a Rubens de la jubilación anticipada precisamente para que se encargara de tales menesteres, y ahí quedan las hemerotecas para certificarlo (lo último, no lo primero, que eso era secreto).
En este orden de cosas, y dado que el BGP001 ha dado el campanazo en 2009, Barrichelo se ha encontrado afinando un Stradivarius (¡iluso!), y para colmo poniéndolo en las manos de un maestro de la cuerda como Jenson Button, lo que a la postre le ha sumido en un mar de nervios del que no sabe salir, porque entre que el inglés no desperdicia ocasión que encuentra a su paso, y que su equipo parece que ha decidido relegarlo a un papel de comparsa aprovechando algunas de sus insensateces cometidas en carrera, Rubens tiene todas las papeletas para pasar a la historia como un segundón de lujo. Él lo sabe, y lleva semanas quejándose y quién sabe si cagándose en los muertos de alguien, pero la cosa no cambia ni tiene visos de cambiar.
Y aquí quería llegar yo, porque línea que leo al respecto, línea que asume sin paliativos que el brasileño pone de cine el trasto, y lo da por bueno sin matizar nada, y es el caso que me han venido a la memoria la cantidad de sandeces e improperios que se lanzaron contra Fernando Alonso porque tuvo a bien recordar que había aportado al McLaren MP4/22 nada menos que «6 décimas».
Es cierto que el mundillo que rodea la F1 es un lugar muy propicio para que haya quien tire la piedra y esconda la mano, y por tanto poco dado a resarcir honores de manera gratuita, pero como vengo diciendo, si a Rubens se le reconoce el mérito que tiene, justo sería reconocérselo al asturiano y en voz muy alta, porque a las pruebas me remito para afirmar una vez más que hay pilotos que saben además de mecánica, que tienen oído y sensibilidad suficiente para dan a los monoplazas que conducen un algo más que es mensurable, y que a fin y a cuentas aportan ese puntito especial que hace que un coche tocado por ellos sea sencillamente diferente.
La historia es vieja aunque no lo parezca, y este tipo de pilotos como Rubens o Fernando se rifan desde antaño porque son la senda inexcusable hacia el triunfo, y lo saben las escuderías, y sólo hace falta ahora que lo vaya entendiendo el público.
Hoy sólo quería poner mi granito de arena. Os leo.
5 comentarios:
Hola Jose,
Brillante reflexión, Maestro. Yo sólo quiero recordar que lo primero que hizo LHI en la pretemporada de 2007 fue estampar el monoplaza, mientras el Nano pillaba un cabreo morrocotudo por perder horas de test, que la única vez que el niñato decidió utilizar su propia puesta apunto en lugar se copiar la de Fernando, Fernando hizo la pole y con 2 vueltas más de gasolina, que el binomio Fernando-Pedro funcionaba ala perfección porque había comunicación entre ellos y cada uno sabía perfectamente lo que sabía el otro y por último, que el monoplaza del año pasado, aunque ligeramente distinto por la cagada del espionaje a Ferrari, estaba basado en la telemetría y los reglajes que les dejó el de Oviedo y las notas que tomó Pedro, el cual se cansó de decir que le echaba de menos, de hecho, la evolución del monoplaza en la última parte de la temporada no fue lo rápida que era de suponer, juntando a eso que Ferrari se salió en la última parte del campeonato.
Y ahora que me llamen extremista pero os puedo decir que en los aviones hay dos tipos de pilotos.
Los que se lo curran y acaban volando bien y los que tienen el don, y eso supone que el avión es una prolongación de su cuerpo(muchos de ellos acaban siendo pilotos de pruebas o aterrizan en aeropuertos imposibles).
Con los coches estoy convencido que pasa igual, no sólo basta ser rápido sino que el coche es parte de ellos y saben qué tecla tocar o de dónde ajustar y cómo transmitir esta información a los técnicos.
Saludos ;) desde la orilla del Meno, Maestro.
La verdad es que hay pocos que le den semejante plus a un coche, y de lo que no cabe duda es que alonso es uno de ellos.
Saludos!!!
Completamente de acuerdo. Además, Button ganará el mundial y Barrichello vencerá en una de las últimas carreras y eso servirá a brasileño de retirada por todo lo alto, a pesar de que luego será reconocido como el mayor segundón de la historia. Y como dice Mai en el comentario anterior, pocos son capaces de impulsar un coche evolucionándolo como lo hace Alonso, y por eso todo el mundo quiere a ese tipo de pilotos. Saludos.
Hola
No tengo nada que añadir a lo dicho, ya que lo comparto plenamente. Incluso, es una verdad aceptada allende nuestras fronteras (en lo que respecta a Alonso). Lo paradojico (aunque aa nadie extraña, ya que es una caracteristica definidora del papanatismo español)es que es aquí donde desde algunos sectores, se cuestiona tal hecho, con afirmaciones como la que recibí, que es que era su padre quien por la noche, en el taller, fabricaba las piezas que Alonso recomendaba. La penuria argumental lleva a esto.
Y es cierto que Rubinho se ha hecho acreedor a algo más que a ser reconocido como un fruto que creció a la sombra de Schumacher y que ahora la caga a la de Button.
Respecto a la denominación de la depresión del azar en que podría encontrarse, más que bache o socavón, a`prvecharía tu apelación al termini agujero, para decir que atraviesa un slot (conducto) de fortuna, segun los criterios FIA, que ya sabemos que nada tiene que ver con el agujero, aunque sean una sola cosa.
Saludos
Hola Jose :-)
Vengo de releerme tu "RB Confidential" y veo coherencia y fidelidad en todo lo que has escrito.
Es una pena, o un estigma ser siempre el segundo (si lo sabré yo, que soy la segunda de tres hermanos XDDD), pero esa "pizca" que le falta a Rubens para el salto es la que, además de sus cualidades afinando el coche, tiene Fernando. Quizá ésa sea la gran diferencia entre ser un buen piloto a ser un súper clase como Alonso.
Desde luego, si no fuera por su buen hacer en la puesta a punto, seguramente Rubens ya no estaría al volante de un F1.
Su calvario es su "bendición".
Un beso
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