Los viernes suelen ser días de los que no conviene sacar demasiadas conclusiones, y de éste de Bélgica, aún menos.
Entre que no se sabe a ciencia cierta qué programa ha estado desarrollando cada equipo en Spa Francorchamps, y que todavía continúa el culebrón Alonso vs. Horner & Marko —¿alguien en su sano juicio pensaba que iban a dejar tranquilo al de Oviedo?—, la cosa se está poniendo tan cuesta arriba como cuando volvíamos de vacaciones al colegio y te habían cambiado de clase, de profesores, y la madre del compañero Peneque ya no era su madre, sino su padre...
En fin, toca hablar de las buenas vibraciones que ha vuelto a ofrecer Ferrari, aunque... eso, que es viernes y es mejor cogerlo todo con papel de fumar.
Incluso en esto llevo ventaja, que ya le dije a Óscar en 2015 que el vettelismo trataba de secuestrar el potro de Baracca, Il Cavallino...
A Vettel le quedan nueve carreras por delante y sentenciar el campeonato a la manera Schumacher, pero, de momento, Kimi es el punta de La Scuderia a viernes santo previo a la disputa de Bélgica. Mañana sabremos en qué queda lo de los sacrificios y las inmolaciones, pero ¡rediós!, cuánta gente hace falta ahora para que salgan las cuentas y cuadren los números.
Os leo.
Mañana será otra cosa. La tercera sesión de libres estará enfocada directamente al desarrollo del Gran Premio, como suele suceder todos los benditos sábados, y ya en clasificación podremos empezar a echar algunas cuentas, antes no, ¡coño!, que como decía José Mota: si hay que ir, se va, pero ir pa'na es tontería.
Azul se me va de vacaciones aprovechando la última semana de agosto. Las abuelas nos siguen respetando, y yo continúo escuchando El calor del amor en un bar de Gabinete Caligari. Y es que hay cosas que no cambian. Y mira, mejor que no cambien.
Ayer mismo le decía a uno de esos gigantes que me acompañan y me hacen más grande, que la vida es un destilado en el que tanto valen los posos como el licor resultante. Dicen que hace frío ahí fuera, pero Nürbu resiste y como me toquen las narices un poquito más, todavía traslado la fecha de su deceso a 2020 o 2021. Todo sea por seguir tocando las narices, por ejemplo, a todos esos apasionados que se tomaron vacaciones en su tifosismo a muerte cuando los colores de la rossa los defendía un asturiano, y ahora reclaman que me incline ante Sebastian Vettel porque él también es Maranello.
Ayer mismo le decía a uno de esos gigantes que me acompañan y me hacen más grande, que la vida es un destilado en el que tanto valen los posos como el licor resultante. Dicen que hace frío ahí fuera, pero Nürbu resiste y como me toquen las narices un poquito más, todavía traslado la fecha de su deceso a 2020 o 2021. Todo sea por seguir tocando las narices, por ejemplo, a todos esos apasionados que se tomaron vacaciones en su tifosismo a muerte cuando los colores de la rossa los defendía un asturiano, y ahora reclaman que me incline ante Sebastian Vettel porque él también es Maranello.
Incluso en esto llevo ventaja, que ya le dije a Óscar en 2015 que el vettelismo trataba de secuestrar el potro de Baracca, Il Cavallino...
A Vettel le quedan nueve carreras por delante y sentenciar el campeonato a la manera Schumacher, pero, de momento, Kimi es el punta de La Scuderia a viernes santo previo a la disputa de Bélgica. Mañana sabremos en qué queda lo de los sacrificios y las inmolaciones, pero ¡rediós!, cuánta gente hace falta ahora para que salgan las cuentas y cuadren los números.
Os leo.
2 comentarios:
Entre las cuitas sin fin de Horner y herr doktor Marko, sumado a la nueva normativa que de nueva no tendrá nada te veo haciendo horas extras y llevando el barco hasta al infinito y más allá.
PD. Al ver la entrada con la imagen de Kimi pensé que también tenía un podcast en antena en el que trataba temas de motor.
King Crimson
Canalla ¬¬ XDDDD
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