miércoles, 22 de agosto de 2018

Silverstone, Oh là là!


A la salida de las 6 Horas de Silverstone, y contando ya con la descalificación de los Toyota números 8 y 7, pues la japonesa decidió ayer no recurrir la medida tomada por la FIA el domingo, la cosa en LMP1 ha quedado la mar de apretadita, para desgracia de aquellos que afirmaban que este supercampeonato 2018/19 estaba chupao.

Gustavo Menezes, Thomas Laurent y Mathias Beche, todos ellos integrantes del Rebellion dorsal número 3, se colocan en segunda posición en la general de Pilotos, tan sólo a 2 puntos de Sébastien Buemi, Kazuki Nakajima y Fernando Alonso, con una ventaja de 17 sobre Pechito López, Kamui Kobayashi y Mike Conway.

En la tabla de Equipos, el de Breaston se resarce en Silvertone de la descalificación de su unidad número 1 en Bélgica, durante las 6 Horas de Spa-Francorchamps —sanción por la que André Lotterer, Neel Jani y Bruno Senna perdieron el tercer cajón del podio en favor de sus compañeros—, y después de su doblete en Gran Bretaña se coloca a 3 miserables puntitos de la armada Toyota...

Da la sensación de que no está tan sencilla la cosa como nos vendieron. Han transcurrido tres pruebas y quedan cinco. Los actuales parámetros del EoT no satisfarán a Rebellion —¿quien no llora no mama?—, pero tampoco creo que se pueda negar que los ingleses no estén casi tuteando a la del Sol Naciente practicamente a mitad de campeonato.

Os leo.

2 comentarios:

pocascanas dijo...

Esta vez llegaron primeros pero no ganaron. Y también llegaron segundos pero ni aún así pudieron ganar.
Parece que en el WEC tienen lupas más grandes que en la F1...
Qué hubiera hecho nuestro querido Charlie en este caso?

anonimo dijo...

Haciendo un poco de historia: Hace "algunos" años atrás (1995, concretamente), pescaron a Toyota haciendo trampas con el turbo de los coches de rally. Los descalificaron por un año.
Mientras la prensa debatía si fue un dispositivo ilegal (que evitaba la brida al turbo) concebido en los estamentos mas bajos del equipo o, por el contrario, a partir de sus mas altas autoridades, el equipo no solamente no apeló sino que se autoimpuso un año extra de penalización.
Pasaron los años y Toyota nuevamente da un gran ejemplo: En lugar de discutir si los milímetros se miden a mano izquierda o derecha, acepta la sanción y sigue adelante.