lunes, 31 de agosto de 2020

Cerrando agosto


Qué queréis que os diga, le he tomado gusto a concluir el mes con imagen de caza de combate y reflexión postapocalíptica e integrada (Ecco dixit) y, aunque prometo que tardaré tiempo en volver a utilizar este mismo recurso, me apetece cumplir con la tradición a 31 de agosto de 2020, hoy, básicamente porque ha sido un mes complicado en todos los aspectos, mayormente en el ámbito de nuestro deporte.

Hay quien ha llegado a pensar que el mundo se acaba, pero puedo apostar a que no después de haber visto coronarse Campeón del Mundo a Alan Jones...

domingo, 30 de agosto de 2020

El W10 les viene grande


Hoy ha sido una de esas tardes en que Twitter parecía la Torre de Babel... bueno, más Torre de Babel que de costumbre, que sé que nos entendemos. Y el caso es que como el Gran Premio de Bélgica ha resultado un nuevo truño bananero en el que, para colmo, a los de Brackley se les ha deslizado que Bottas corre con un coche un poquito diferente al de Hamilton —lo de Toto Wolff sí que es de nota, ¿qué coño teme de Valtteri para impedirnos a los aficionados disfrutar de una pelea legítima entre los dos únicos tipos de la parrilla que están en disposición de ofrecerla?—, vamos a echar el ratito vespertino hablando del papelón que ha protagonizado Racing Point con Checo Pérez.

Antes bien, y por aquello de ubicarnos, diré que pasaré a la historia diminuta de nuestro deporte como el «conspiranoias» a pesar de que en mis lecturas alternativas he dado en el clavo en un elevadísimo porcentaje inasumible para mis numerosos y feroces detractores. Los de por aquí sabéis perfectamente de qué hablo así que no me extenderé por evitar aburriros, aunque también os digo que desde hace tiempo no esbozo conspiraciones porque nuestra Fórmula 1 no da ni para eso. Y bien, si con lo de Carlos Sáinz ya me expresé largo [Folclore], no será hoy cuando vea fantasmas (más fantasmas, para ser exactos) en el temita de Pérez como escolta de Lance Stroll.

Poca broma


Scott Dixon está enchufado y se llevaba la primera carrera de las dos previstas este fin de semana en el asimétrico Gateway (World Wide Technology Raceway Gateway), un óvalo que tiene como principales características el diferente radio de sus dos únicas curvas y una cuerda que apenas supera los 2 kilómetros (1 milla y cuarto).

El Bommarito Automotive Group Race to MEGA Savings 250s Race 1 no había comenzado cuando nos proporcionaba una monumental colisión múltiple durante la vuelta de lanzamiento que descartaba a Veach, Carpenter, Rossi y Andretti, obligando, así mismo, a que Pagenaud y Askew pasaran por boxes para arreglar los desperfectos en sus alerones delanteros. De forma que la prueba arrancaba en régimen de Pace Car con Will Power liderándola y Álex Palou cumpliendo una sanción, bastante tontorrona a mi modo de ver, que le hacía perder golosas posiciones.

Y la cara de hormigón armado


Estos fines de semana colmados de cochecitos me traen al mal andar. Por un lado el Gran Premio de Bélgica y por otro la doble en Gateway con Álex manteniendo patrocinador y sumando galones, aunque sin mucha fortuna. La vida no me da para más, y lo digo con envidia por aquellos a los que la suya les permite atender a ciento y la madre de frentes automovilísticos, incluso motociclistas cuando se tercia, y, encima, pueden disfrutar del Tour de Francia y el fútbol, que no falte el fútbol...

Luego echaré el ratito sobre la primera prueba de Bommarito, básicamente porque ahora me apetece dedicar unas líneas a los jetas del paddock, concretamente a Herr Doktor Marko, quien recientemente nos ha salido más espabilado de lo que pensábamos al esbozar su criterio sobre la actual Fórmula 1: «We do not currently have a drivers' championship, we have an engineers' championship. It is not the technical product that should stand out, but the person. That is what interests and fascinates people...» [Marko wants telemetry & radios banned in F1].

sábado, 29 de agosto de 2020

No estás solo...


Cuando mires agosto de 2020 en el calendario de Nürbu, comprenderás inmediatamente por qué no tiene 60 entradas en números redondos y suma una más en modo baliza. Jaime navega a 12 millas a tus siete por la banda de babor. Yo me he espabilado más tarde y voy muy retrasado con rumbo nor noreste, a tus seis, más o menos, pero con vosotros dos bien marcados en el GPS...

La mar, esa cabrona que lo mismo nos enamora que nos engulle, Martín. No estás solo, no hoy, no más de lo que te ha dejado tu media naranja, por la que tanto has luchado y junto a quien tanto has peleado. Lo irreparable no nos deja mucho margen de maniobra a los que te queremos, pero en la inmensidad del océano, tres haciendo triángulo isósceles con diferentes derrotas podemos hacer que la soledad sea sólo una ecuación que esta vez se puede resolver.

Tira adelante, gallego, hijo de Bueu, que las penas las ahogaremos juntos en puerto. Se te quiere, Abuelo...

Essere Ferrari!


Es un hecho contrastado que si no existiera Ferrari habría que inventarla. La escaleta anglosajona tiene marcado en rosso corsa que cuando la italiana no interpreta el papel de tramposa ejerce de inútil, y puesto que el año pasado fuimos los arteros de la parrilla, éste nos tocaba pasar por imbéciles que no saben construir autos, no como Racing Point, que a partir de unas cuantas fotografías se ha sacado de la manga un monoplaza fetén de la muerte que ha roto las quinielas...

En realidad no sé por qué me he puesto a escribir estas líneas. Soy la oveja negra del ferrarismo, no debería estar aquí, pero me produce tanta pena que mis supuestos correligionarios se hayan puesto a llorar y gemir por las esquinas porque es injusto cómo nos están tratando a los tifosi (sic), que a lo mejor todo consiste en esta sencilla solución a una ecuación compleja: es ahora cuando hacemos falta los empujones, los sopladores de La Scuderia. No mañana ni pasado mañana, hoy.

viernes, 28 de agosto de 2020

Ajo y agua


No deja de tener cierto sabor a justicia poética que Movistar+ pueda estar a punto de renovar para continuar transmitiendo la Fórmula 1 en España [Telefónica ultima la renovación de los derechos de la Fórmula 1 y de la NBA], presumiblemente con Antonio Lobato al frente, añado.

Para los que me conocéis de nuevas, apuntaré que siempre he sido un firme defensor de las retransmisiones en abierto porque entiendo que las exclusivas malversan la necesaria competitividad entre formatos. Dicho lo cual, cuando llevas un deporte del abierto al paso por caja no suele haber vuelta atrás, y aquí está lo gracioso, ya que los principales defensores de la exclusividad se ven ahora pillados en una que no les gusta un carajo —disfrutad lo conseguido.

Viejos amigos


En 2020 íbamos a estrenar dos circuitos nuevos (Vietnam y Zolder), y el coronavirus nos ha recordado que no había que invertir nada, que no era necesario descubrir nuevos horizontes ni retocar trazados porque todo lo que nos hacía falta ya lo teníamos: Portimao, Imola, Mugello, Nürburgring y ahora Istambul Park.

Se preguntarán ustedes de qué me alegro y la razón espero que resulte fácil de entender: el capitalismo feroz tiene las patitas cortas y Caperucita dudo mucho que haya existido. La historia, por tanto, siempre ha sido un cuento para entretener los horas o ayudar a que los pequeños de la casa concilien el suelo. Más allá de esto sólo ha habido rosario de pelotazos y juego con fichas —¿tanto das?, mira, ahí al lado tengo otra que me da bastante más—, y en época de necesidad, claro, la especulación se ha olvidado pronto de las comisiones y plusvalías que ofrece el hormigón y la obra pública, y de la obsolescencia programada, para abonarse rápido al reciclaje de todo aquello que no servía hasta anteayer pero nos está salvando el pellejo hoy, porque, en el fondo, era útil y siempre lo ha sido, otra cosa es que resultara interesante explotarlo.

jueves, 27 de agosto de 2020

¡Qué alivio!


Y en llegando la hora de la verdad, Lewis se ha rajao...

Os confieso que me da incluso cosica referir este acaecido en Nürbu, pero se me pasa en cuanto recuerdo su empeñito flanderiano en posturear a todas horas, incluso comprometiendo a compañeros [Leclerc muy molesto: “Es triste que me quieran hacer ver como un racista”]. 

El tercer catecismo


No se puede, pero si fuese posible desandar lo andado y volver atrás con la mochila que llevo ahora a las espaldas, concretamente a aquel 3 de agosto de 2007 en que se me ocurrió abrir Nürbu, tengo por seguro que esta guerra la habría librado de otra manera...

Durante mucho tiempo había pensado que en Fórmula 1 existía una doctrina general y otra más laxa con unos pocos, en la que, además, cabían las excepciones que se debían hacer con bravos conductores de leyenda como Lewis Hamilton o Sebastian Vettel, por ejemplo, pero con esto de los coletazos de las 500 Millas de Indianápolis 2020 he aterrizado en que además de estos dos catecismos hay un tercero que vale sólo para Fernando Alonso desde 2007 y extiende su manto de verdades verdaderas hasta mucho más atrás.

miércoles, 26 de agosto de 2020

Arriba y abajo


Pasa en las mejores familias y no sucede nada por reconocerlo: arriba las cosas no son como para sacar pecho y abajo, en las cocinas, anexos y caballerizas, todo es manifiestamente mejorable. Otro asunto bien diferente es que vengan los anglosajones, precisamente, a señalar que los problemas que aquejan a la rossa surgen arriba, arriba, muy arriba, como si los de Haas se los encontrara el bueno de Steiner cada mañana en la puerta, junto a la botella de leche y el periódico...

En todas las casas cuecen habas y no está de más recordar que Ron Dennis se la jugó a Mansour Ojjeh mientras el árabe convalecía de una operación de transplante de doble pulmón (creo), que el legado de la familia Williams ha acabado en manos de un fondo de inversión o que Lawrence Stroll no deja de ser un millonario que juega a ser Dios en la piscina de pirañas [Report claims Aston Martin Valkyrie has reliability issues and is hard to drive], por citar unos pocos ejemplos a mano.

The big bang theory


Supongo que no soy el único, pero ya voy advirtiendo que estoy entre los que se preguntan qué coño de encantamiento mágico tiene en sus manos Lawrence Stroll para que la FIA haya estado mirando para otro lado con el asunto del W10 rosa y hasta Cyril Abiteboul se nos ha bajado los pantalones en su búsqueda de la verdad...

Lo de Renault es hasta cierto punto normal. En Fórmula 1 presionas y terminas consiguiendo algo a cambio, ha sido así de toda la vida de Dios aunque muchos se hayan desvirgado precisamente con el anuncio que hizo ayer Enstone, al respecto de que plegaba velas en sus reclamaciones sobre la de Silverstone. En este sentido no hay nada que objetar porque lo menos que se puede pedir a un deporte tan corrupto como el nuestro es que haga honor a su arraigada cultura de mandangas, trapicheos y pactos bajo cuerda. Sin dudas no seríamos nada, admitámoslo, y con dudas de este calibre, alegrémonos ahora, al menos tenemos asegurado de qué hablar hasta que termine todo en Abu Dhabi. Eso sí, echo en falta a los portadores de la llama que se rasgaban las vestiduras con el temita Ferrari, porque si hay algo que huele mal esta temporada es Racing Point.

Os leo.

martes, 25 de agosto de 2020

Imagina la vuelta perfecta


Será que muy pocas cosas son como antes o que cada vez que alguien saca de la chistera la palabra «análisis» me llevo instintivamente la mano a la 92F de bolitas, pero el caso es que apenas aguanto unos cuantos tuits sin evaporarme de Twitter por donde he llegado. Todo el mundo ahí: analizando... Luego están los que reclaman a Antonio Lobato que haga afición como si fuese el titán Atlas con la esfera terrestre a la espalda, y no faltan quienes enfatizan a cada momento que esto son carreras de coches porque es automovilismo deportivo, como si los pilotos no fuesen relevantes... Coño, el football también es un deporte de balón y pie, aunque imagino que lo que va por encima de los tobillos también tiene su importancia, ¿o no?

En fin, ando en plan estajanovista intentando que este próximo lunes día 31 me cunda buena parte de lo que hecho durante julio y agosto y, sinceramente lo digo, cada vez tengo menos cuerpo para soportar soplapolleces, ni mucho menos a los que a la mínima le pasan al cobro a Fernando facturas sacadas de la chistera del mago. La vida es suficientemente hermosa como para no desperdiciarla aguantando bobos que han oído campanas y no saben dónde.

lunes, 24 de agosto de 2020

Indy 500... Y Sato estaba allí


Hoy es siempre un mal día para escribir, no porque deje de apetecer echar el ratito sobre una prueba como las 500 Millas de Indianápolis que, al igual que los buenos menús, te dejan satisfecho y con ganas de repetir al día siguiente, no dentro de nueve meses; y supone mala jornada, como vengo diciendo, porque todos aquellos que nos han estado advirtiendo estas semanas pasadas que hablar de Fernando Alonso suponía «caca, pedo, culo y pis», llevan desde anoche dando por el saco con el asturiano, que digo yo si no sería más provechoso hablar de la carrera, que la hubo...

Y sí, Marco Andretti partía desde la pole pero la cita tenía franco sabor a Scott Dixon, quien, por cierto, arrancaba en la misma línea que el norteamericano y un tal Takuma Sato, y el de Brisbane tardó nada en imponer sus reales —el neozelandés ha ganado cinco Series y lidera el campeonato de este año, así mismo, fue vencedor de la Indy 500 en 2008 y es uno de los mejores especialistas en óvalos, pero lo importante aquí, para las quinielas, es que su equipo, Chip Ganassi, se ha hecho fuerte esta temporada en las estrategias.

sábado, 22 de agosto de 2020

Twist In My Sobriety


No tenía pensado escribir aquí esta noche pero a última hora he pensado que me lo merezco, quizá porque corren malos tiempos y no está el horno para bollos con nuestros políticos disputándose la pole por ver quién tendrá menos responsabilidad cuando el retorno a las clases nos estalle en la cara.

Enrike confesaba hoy que dejó la construcción de castillos para el aire y se limita a esculpir sirenas y tritones con la arena de la playa... Hice de tritón en la Deportiva Náutica de Portugalete por intercesión de doña Matilde, hasta que el cloro de la piscina malgastó mis fosas nasales y abandoné la actividad con casi 19 años. Para formar parte del equipo deportivo de la sociedad sin ánimo de lucro habían escogido a mi hermana pequeña, Titi. 9 años casi recién cumplidos, una sirena de lujo que le daba fabulosamente bien al estilo espalda. Mamá, como venía diciendo, solicitó a Adrián —barbero y entrenador, una bellísima persona—, que me diera una oportunidad porque iba a resultarle más sencillo llevarnos a los dos a las prácticas que dejarme a mí en casa. Yo, con casi 11, un perfecto manta...

viernes, 21 de agosto de 2020

¿Hay un médico en la sala?


Hemos hablado mucho de este mismo tema y he puntualizado siempre que apostaba a que Williams seguía aunque cambiase de manos. Hasta aquí todo correcto, que decía aquél, pero Dorilton Capital (el nuevo propietario) es un fondo de inversión con sede en Nueva York, que a saber qué ingeniería contable utiliza y dónde tiene depositados sus dólares, y está claro que no ha llegado a la Fórmula 1 para competir sino para rentabilizar su inversión a la mayor brevedad posible.

Sin duda ésta es una salida como otra cualquiera, seguramente la única que le quedaba a los antiguos dueños, pero no está demás recomendar que no perdamos la perspectiva: Dorilton Capital va a interpretar a Edward Lewis en Pretty Woman pero sin el porte de Richard Gere. Buscará (o ya ha localizado) la manera de sacar pasta hasta debajo de las piedras que aguantan el pecio de Grove en el suelo del océano, y con la precisión de un cirujano con su bisturí encontrará el dinero el año que viene o el siguiente, en 2023 a más más tardar.

Os leo.

El Pacto de la Concordia


El Pacto de la Concordia made in Liberty Media ya está resuelto. ¡Amén!

Más en serio aún: no sé dónde se ha firmado, a en qué lugar me refiero, pero me habría gustado que fuese en Mulberry Bar, donde Tony Soprano solía reunirse con la famiglia de New York, porque el local del 176 de Mulberry Street habría dado más empaque a la rúbrica de un acuerdo de estabilidad que irá saltando a pedacitos y produciendo tensiones en cuanto desviemos la vista. Dicen que va para cinco años y habrá que creerlo, pero, con vuestro permiso, diré que para mí lo importante es la liturgia y que la cosa pierde mucho sin foto de los cardenales del paddock pasando el trámite y quedándose con la pluma estilográfica como recuerdo conmemorativo...

jueves, 20 de agosto de 2020

Sayonara, Baby!


Por definición, ni Oscar ni yo tomamos en consideración ningún estudio o comparativa que no contemple a Alain Prost entre los cinco mejores pilotos de todos los tiempos, en bruto, en neto, a una vuelta o a la pata coja. Esto es así y quien lo considere necesario que solicite el libro de reclamaciones, hablo con el alguacil y seguro que lo apañamos...

Por razones obvias me halagaron los resultados de la investigación dirigida por el Dr. Andrew Bell, publicada por la Universidad de Sheffield a finales de 2015 y depurado en 2019 [University research reveals greatest Formula One driver of all time]. Prost estaba allí, en segunda posición, detrás del más grande, Juan Manuel Fangio, y al menos se avisaba que para que Michael Schumacher ocupara la tercera posición, por delante de Jim Clark, no se habían tenido en cuenta los datos arrojados durante el periodo 2010 a 2012, cuando el de Kerpen militó en Mercedes GP, pues en caso contrario se hundía hasta la octava plaza.

El disfraz de brujo


Aquí arriba tenemos a Hamilton, a finales de 2019, reflexionando desde las páginas de buen papel cuché de la revista GQ alemana sobre la supervivencia de las poblaciones indígenas del Amazonas. Es falso, obviamente, pero pinta bonito, lo sé aunque él no lo sabe, porque el británico no ha leído a Gillo Dorfles ni a Erwin Panofsky, ni a Umberto Ecco, por supuesto, de manera que se muestra incapaz de relacionar fondo, forma y significado, y, como infinidad de papanatas, confunde el contenido del mensaje con su expresión. Se disfraza, actúa, y punto.

Lo advertí en mi segunda intervención sobre el fenómeno: «El zagal es un equidistante de libro: no se moja donde debería hacerlo y prefiere meter los pies donde sabe que no está expuesto a consecuencias pero ganará seguidores y pardillos que le rían las gracias» [Lewis con la puntita]. Y ha pasado el tiempo, que siempre es un cabronazo de tomo y lomo, y nuestro protagonista ha perdido el discurso, que es lo último que puede permitirse perder un revoltoso, cualquier revoltoso.

miércoles, 19 de agosto de 2020

¿Vendiendo humo?


Lo de vender humo es un argumento tan viejo y enmohecido que produce bastante vergüenza ajena que se esté utilizando en estos momentos para deslegitimar las posibilidades de Fernando Alonso ante su asalto a las 500 Millas de Indianápolis en la edición de este año. 

No soy ningún experto en esto ni en nada —¡Dios me libre!—, pero la grandeza de la Indy 500 estriba, precisamente, en que en su seno hay muy pocas cosas imposibles, empezando porque Marco Andretti fuese capaz de endosarle unas milésimas vitales a Scott Dixon durante el Fast Nine. Álex Palou y el Nano, partiendo de posiciones bien diferentes, tienen posibilidades y negarlo es bastante bobo. Así las cosas, proporcionalmente hablando, se vende más humo con el tema de Vettel en Fórmula 1 que con las opciones de calzarse la victoria que tienen nuestros compatriotas en el International Motor Speedway este próximo domingo. Soñar es gratis, hacer estimaciones es legítimo, incluso aconsejable, pero tratar de poner puertas al campo al respecto de una prueba tan compleja y dura como las 500 Millas, es, literalmente, cosa de espesitos que hablan de vender humo porque no les llega su única neurona para esbozar otros argumentos.

Os leo.

Less wolves


No sentaron bien ni a Brackley ni a la prensa afín las modificaciones que implementó Pirelli en sus ruedas para el Gran Premio del Septuagésimo Aniversario. Con el Gran Premio de España ha habido una especie de tregua debido a que se han usado los compuestos más duros (C1, C2 y C3), pero Mercedes AMG sigue en guardia por cómo se desarrollan los acontecimientos ya que en Spa-Francorchamps y Monza se volverá a usar la gama estándar de esta temporada (C2, C3 y C4), y es casi seguro que la milanesa se cuide en salud y aumente las presiones. 

La hexacampona del mundo se queja preventivamente y el hexacampeón también, y su guardia pretoriana amplifica estas protestas desde sus columnas y páginas en los medios, desde luego en redes sociales, porque a ver qué va a pasar si Pirelli juega demasiado y compromete la comodidad de la británica y su primer espada...

martes, 18 de agosto de 2020

¿Y si fue don José María?


Nací el 18 de agosto de 1959, el mismo día en que se mostraba al público el Austin Seven en la fábrica de Longbridge, Birmingham, aunque no sería hasta el 26 de ese mismo mes que el pequeñuelo británico comenzó a ponerse a la venta junto a su hermano el Morris Mini Minor salido de la planta BMC de Cowley, en Oxford.

El Mini y yo tenemos la misma edad, unos veinticuatro años y unos meses, aunque me dice Miguel que no me preocupe demasiado con el asunto porque no aparento más de cincuenta y nueve. No me preocupo, la verdad, pero puesto que hoy ha supuesto una jornada bastante especial me apetecía echar unas líneas junto a vosotros sobre lo que supone acumular cumpleaños en contraposición a ser viejo a los veinte, que haberlos haylos, como las meigas, y en abundancia, añado.

Próxima cita: Spa-Francorchamps


Este agosto de coronavirus se está haciendo deliciosamente largo, gratamente interminable. La ausencia de festejos por aquí arriba ha dado lugar a una calma bastante inusual —habitualmente vamos de corrido desde San Pedro, allá como el 29 de junio, y no hay localidad o barrio que no forme parte del rosario festivo—. Gorliz sigue hasta arriba de romanos y gente de la capital, pero ya digo que supone una delicia comprobar cómo se ha adaptado el exceso de población a la tranquilidad veraniega que destila el pueblo.

En lo nuestro también iba tocando un pequeño receso. Concluido el Gran Premio de España, el calendario nos regala trece días de sosiego hasta el de Bélgica, eso sí, con las 500 Millas de Indianápolis estratégicamente colocadas en el ecuador de estas minivacaciones, supongo que con la intención de que no se nos olvide de dónde venimos y hacia dónde vamos, mucho menos, cómo lo pasamos de mal cuando parecía que 2020 iba a ser un año sin carreras de ningún tipo.

No os aburro. Pasad buen dia. Os leo.

lunes, 17 de agosto de 2020

The Importance of Being Earnest


La Fórmula 1 es un lugar complicado, sobre todo si no eres británico. Paddy Lowe, por ejemplo, puede andar por ella como Pedro por su casa, y quien habla del bueno de Lowe puede referirse a Pat Fry. Aquí resulta sumamente curioso (y sintomático) que llamándose ambos Patrick se les conozca en el paddock por diminutivos cariñosos, como de cuadrilla, y que la prensa nos los haya vendido siempre envueltos en papel de regalo. 

Es difícil arremeter contra alguien al que conoces como Paddy o como Pat, pero es muy sencillo hacerlo con quien responde a Mattia y al que nunca denominas Matt, por ejemplo... ¿Quién se atrevería a apedrear a Matt o Matti?

Juegan en otra liga


Me he levantado con ganas de disfrutar del día, pensando en qué pasaría si aplicásemos a una escudería como Haas la mayoría de monsergas que se utilizan en redes sociales para tapar la boca a cualquier voz crítica. Obviamente hay que comenzar por el infantiloide y clásico: ¿por qué odiáis tanto a Haas?

La cosa da para tanto que perfectamente se podría decir: ¡os corroe la envidia!, o ¡qué mal lleváis que Haas gane tan poquitos puntos! También valdría: ¡mejor harían otros equipos dejando que sus pilotos corran con total libertad, sin órdenes!, ¡Steiner es el puto amo, el último racer de la vieja escuela!, o ¡lo que pasa es que habéis visto poca Fórmula 1! o el consabido ¡no sé qué os extraña. Así se enfocaban las carreras en 1970...! Aunque admito que la mejor de todas es, por su rotundidad y porque no hay réplica posible: ¡juegan en otra liga... no podemos juzgarles con nuestros estándares!

Sed felices. Os leo.

domingo, 16 de agosto de 2020

Listos para la Indy 500


Ya tenemos parrilla cerrada para la centésimo cuarta edición de las 500 Millas de Indianápolis que se celebrará el domingo 23, y con un español metido entre los nueve más rápidos: el rookie Álex Palou partirá en la séptima plaza después de haber disputado el Fast Nine.

La pole se la ha llevado Marco Andretti tras haberla disputado a cara de perro con el líder actual de la Serie, Scott Dixon. El Nieto de Mario e hijo de Michael ha conseguido un promedio de 231'068 millas por hora (casi 372 km/h), lo que le ha permitido inscribir su nombre como poleman en la Indy 500 sobre un circuito (Indianapolis Motor Speedway) que tradicionalmente le ha venido mirando de reojo. Palou, aquejado de un leve problema mecánico en su coche, ha sido capaz de imponerse finalmente a Graham Rahal y Alexander Rossi con un promedio de 229'676 millas por hora.

Os leo.

Sale Lewis y gana


Tal vez esto de que «arranca Hamilton y gana» sirve de placebo para los que no pudieron disfrutar de dominios menos apabullantes y, sin duda, no tan dilatados en el tiempo, incluidos los del Káiser en Ferrari, pero como aquí mismo he confesado públicamente, y varias veces, que aquella época de Schumacher vestido de rosso me apartó de la Fórmula 1, espero que no moleste demasiado si digo abiertamente que el Gran Premio de España me ha resultado un tostón bastante soporífero, no por lo que ha sido la carrera en sí, más bien porque «Lewis hasta en la sopa» es un concepto que casa mal con «máxima disciplina del motorsport» y, desde luego, con «competición».

La brillantez excelsa pierde su valor si no existen luces alrededor con los que compararla, vale más lo escaso que lo abundante y esto lo saben desde Pagani hasta Ferrero Rocher, y, en definitiva, prolongar una superioridad tan gigantesca acabará jugando en contra del objetivo perseguido porque, tarde o temprano, la gente se hará preguntas y terminará por encontrar las claves de tanto éxito y por dar la espalda al fenómeno.

Palou en el «Fast Nine»


No me lo toméis demasiado a mal, pero leo con insistencia la relativamente poca importancia que se ha dado a que Álex Palou dispute el Fast Nine en referencia al eco que se da a Fernando Alonso en la Indy 500, y no puedo por menos que recordar a los quejicas que cualquiera puede abrir un blog o un canal en Youtube para rellenar todas esas lagunas que dejan los medios a su paso por mor de atender lo más vibrante de la actualidad.

Yo empecé así. Cansado del tratamiento que daba El País al Nano en 2007, y de las secuelas que me originaba en casa —mis cuñados daban más crédito a Serras, Puigdemont y Villadelprat que a mí, lógico, por otro lado—, estrené Nürburgring y aquí me tenéis, jurando en público que si tuviera cuatro manos y mis días duraran 72 horas, estaría alabando lo que se merece al bueno de Álex. En todo caso, sigo pensando que la historia no va de que los demás escriban sobre lo que nos gusta, sino de poner los suficientes granitos de arena como para que generemos entre todos un escenario lo más amplio posible, ya que el deporte español sobre cuatro ruedas da para eso y para mucho más.

Os leo.

Y llegó la lluvia


Pechito López, Mike Conway y Kamui Kobayashi, pusieron ayer la directa para coronarse Campeones del Mundo de Resistencia en las 24 Horas de Le Mans, y Toyota Gazoo rubricó sus opciones (incontestables) a revalidar el triunfo absoluto conseguido durante la Supertemporada 2018/19, al colocar a su coche dorsal número 8 en segunda posición de las 6 Horas de Spa, celebradas ayer tarde.

Los TS050 Hybrid de la japonesa se convirtieron en los grandes candidatos a vencer en la prueba belga en cuanto cayeron las primeras gotas por la mañana. La arrancada se dio en régimen de Safety Car y el Rebellion que partía desde la pole no pudo hacer nada ante la armada nipona porque literalmente se deshizo en pista. Los LMP1 híbridos cambiaron rápidamente a slicks y al marcarse la primera hora lideraban holgadamente, incluso habiendo doblado al vehículo suizo. La lucha se había circunscrito a las dos plataformas Toyota pero Hartley, Buemi y Nakajima, no estaban de suerte, de forma que los tripulantes del número 7 comenzaron a dominar con solidez apenas 90 minutos después del banderazo inicial, seguida, eso sí, por la aojada dotación del 8.

sábado, 15 de agosto de 2020

¿Es posible?


«Tenía cuatro compinches, iban siempre con él: pobreza, amargura, prejuicios y desesperación. Salas apretó el gatillo, pero ellos cargaron el revólver...»

Detrás de cada hecho noticiable hay todo un mundo de razones y, obviamente, en las bambalinas de la aparente pobre actuación de Fernando Alonso en la clasificación para las 500 Millas de Indianápolis existían algunas claves que el aficionado medio no tiene por qué conocer. Raúl Romojaro, desde su cuenta personal en Twitter lanzaba un órdago al aire: «Lo que pasa con el periodismo de salón. @alo_oficial [Alonso] dice: “No tuve la velocidad en el ritmo de clasificación ni ayer ni hoy, pero estoy contento con la tanda”. Y nadie le puede preguntar ¡cómo se explica eso! Ni velocidad, ni ritmo pero contento. Me hago mayor...»

El triunfo de la facilidad


No deja de aflorar cierta moraleja en que escriba aquí sobre Hamilton y su última pole mientras se libra una bonita batalla en Spa-Francorchamps, con meteorología cambiante y una normativa que trata de dar opciones a los equipos menos pudientes, y en Indianápolis se pelea sin cuartel por una posición en parrilla...

Lewis no tiene ninguna culpa. Por aquello de ser honestos, cabe decir que la responsabilidad es de aquellos que han convertido la máxima disciplina del automovilismo deportivo en una gigantesca zona de confort en la que nadie renuncia a sus mullidos almohadones mientras el aficionado empieza a perder la paciencia y esa sensación, desgraciadamente antigua, de que los mejores no temen a sus rivales porque pueden vencerlos con manos, cabeza, y coche, por supuesto. Al británico no le hace falta nada de lo que está sucediendo a su alrededor, pero se le ve comodorro al tío, tanto que ni se molesta en ocultar que está hecho de otra pasta.

Os leo.

Las serpientes de verano


Íbamos a ser mejores, recordáis, pues en lo tocante a nuestro bendito deporte —o mejor dicho: en lo referido a los intereses que manejan los medios que maltratan nuestra disciplina—, da la sensación de que se nos ha pasado el arroz y ya no hay vuelta atrás. Checo Pérez ha vuelto después de verse obligado a guardar cuarentena y en la batería de preguntas a las que ha contestado en Montmeló, la mayor carga se la ha llevado la posibilidad de que pierda su asiento en Racing Point...

No objetaría nada si al candidato a ocupar el puesto del mexicano lo tratara la prensa de igual manera, pero a Vettel se le pregunta mayoritariamente por su actual equipo, no por Aston Martin a partir de 2021, lo que nos pone en que como del alemán se rasca poco, al de Guadalajara se le seguirá preguntando por el mismo asunto hasta que alguien, arriba, decida que ya es momento de cerrar las puertas para permitir a Sergio que se concentre y conduzca. Y es que aquí también tiene mucha culpa don Lawrence Stroll, él tiene la llave del cofre de los secretos y mucha mano con los medios, ergo, podría fácilmente terminar con esta turrada con una sencilla rueda de prensa que disipara todas las dudas y zanjara de una vez por todas una serpiente de verano que, desde mi humilde punto de vista, puede estar descentrando a Pérez sin que lo haya comido ni bebido.

Os leo.

viernes, 14 de agosto de 2020

Hasta el último aliento


Las cosas no están saliendo como desearía Sebastian Vettel pero el Nano está hecho de otra pasta y debemos hacer las cuentas a su manera, no en la forma en que suele hacerlas el tetracampeón de Fórmula 1. Además, IndyCar es un mundo bastante diferente al nuestro, los óvalos son una subespecie con identidad propia y, las 500 Millas... otra cosa.

No voy a decir que me sienta satisfecho, pero esto no va de lo que piense yo sino de lo que sienta y perciba Fernando, y si él dice que podemos intentarlo hasta el último aliento, lógicamente me apunto a esa perspectiva porque el especialista y quien se juega los cuartos sobre el IMS es él. Diría que el toque con el muro nos está pasando factura, pero entre clasificación y carrera transcurrirán siete días y espero que todo esté resuelto para el domingo 23, instante en que, efectivamente, entraremos en combate con la ilusión de salir del fregao con la victoria y La Triple Corona bajo el brazo.

Os leo.

Rebellion se lleva la «pole»


Tal y como se preveía [Vuelve el WEC], Rebellion ha jamado la tostada a Toyota en la clasificación para las 6 Horas de Spa, con un tiempo promedio de 1'59"577 conseguido por Norman Nato y Gustavo Menezes. 

Las diferencias marcadas por el Success Handicap eran a todas luces demasiado elevadas para poder ser enjugadas a una vuelta lanzada y los Toyota se han limitado a cubrir el tramite, con el 8 de la escuadra nipona quedando en segunda posición (Hartley y Nakajima) y el 7 ocupando la tercera (Conway y Kobayashi). El cierre de la categoría LMP1 lo protagonizaba el ByKolles de Tom Dillmann, Bruno Spengler y Oliver Webb.

El látigo de la indiferencia


No voy a caer en el chiste fácil de decir que Fernando ha debido coger por las solapas a algún manús de Amazon para que le hagan un vídeo, pero entran ganas de preguntar qué coño de motorsport les quita el sueño viendo el desdén de muchos apasionaditos y equidistantes ante el anuncio de que Prime Video ha incluido al asturiano en su serie F1: Drive to Survive, cuyo capítulo específico se estrenará en la plataforma el próximo 25 de septiembre.

Mi buen Martín Caño, aka Martín Herzog [#VKt-05 (Martín Caño)], se refería a esta actitud cainita como pocas en términos de «Látigo de la indiferencia», muy española y más española, por demás, y a su definición me acojo para señalar a los numerosos idiotas que pululan por las redes y no disfrutarían de un astro del automovilismo así lo tuvieran delante de las narices, porque el látigo de los cogieron se les ha enredado entre las piernas y no saben ni por dónde salir.

jueves, 13 de agosto de 2020

Sin pólvora


Uno de los más sabrosos alicientes de nuestra querida actividad reside, precisamente, en hacer quinielas con las innumerables posibilidades que se le abren a cada piloto a lo largo de la temporada, o que se le cierran, claro está: qué bien estaría éste o este otro en Ferrari; qué bien luciría fulanito o menganito como segundo de Hamilton; por qué no se quitan a éste de encima de una puñetara vez... ya me entendéis. Pero la necesidad de mantener el hype mientras arrancaba la campaña y en sus primeros compases nos ha quitado el juguete de las manos. Sáinz ya tiene un pie en Ferrari, Bottas continúa en Mercedes AMG, Alonso vuelve a Renault, nuestro protagonista ya es hombre McLaren...

Salvo por Vettel, que hizo de X en varios casilleros y en el supuestamente definitivo baila más que un castillo de naipes en la repisa de una ventana abierta, da la sensación de que la parrilla 2021 está cerrada con candado salvo novedades de última hora, lo que nos sumerge en un mar de contradicciones porque al menos Carlos y Daniel parecen bastante desubicados.

Sin público no hay Paraíso


Sigue sin estar el horno para bollos, esto va para largo, y las 24 Horas de Le Mans de este año se celebran a puerta cerrada, algo que, en sí mismo, va a resultar todo un espectáculo que recordar a nuestros nietos en las noches de invierno a la luz y el calorcillo de una hoguera...

No soy capaz de imaginar cómo puede resultar la experiencia, pero puesto que llevamos a cuestas bastantes eventos sin público a lo mejor lo notamos poco, aunque doy por descontado que la noche en La Sarthe va a resultar bastante menos acogedora que otras veces, y que la realización de la octagésimo octava edición de la prueba francesa se las va a ver y desear para paliar la ausencia del respetable [Religión (#BlueTrain/006)].

Os leo.

miércoles, 12 de agosto de 2020

Por donde amargan los pepinos


No deja de sorprenderme la hipocresía humana, sobre todo, cuando las redes sociales la dejan tan expuesta a la vista y el juicio de todos.

En 2015 resultaba complicado criticar los años de La Scuderia entre 2010 y 2014 porque la afición española estaba bajo supervisión apasionadita ya que aquí sólo leíamos el Marca o el AS y nos habíamos dejado lavar el cerebro por Antonio Lobato. Carecíamos de cultura automovilística porque todo había surgido con Fernando Alonso —¡la madre que parió a tanto imbécil suelto!—, ideario patético, como pocos, al que se agarraron inmediatamente los triunfitos para señalar quién era digno de hablar en público y quién precisaba superar un examen para opinar, y para justificar la caza de alonseros como quien pilla insectos con una red para mariposas. Pero con Ferrari no, nadie podía meterse con la italiana porque suponía no entender nada, mostrar envidia y, sobre todo, odiar al Mesías de Maranello...

Booty swing


Ya ha comenzado el reparto de carnés y se percibe en el ambiente un cierto acojono entre aquellos que se acercan por primera vez a las 500 Millas de Indianápolis, ya que, a la mínima, los entendidos aprovechan para marcar distancias con los nuevos y así sucede lo que siempre: la llama de una de las cimas del motorsport parece que pertenece sólo a unos pocos y los demás deben obtener permiso para acercarse, y sin molestar, por favor.

El caso es que Dios me mantiene fresco y txirene, que se decía en Bilbao, a pesar de que la semana que viene completo una nueva circunnavegación al calendario. Llevar el Ducado de Gorliz tiene sus gabelas, entre las cuales destaca la obligación de levantarme cada mañana con auténticas ganas de tocar las avellanitas —¿qué Duque del carajo sería si no hiciese gala de mis prerrogativas?—, de manera que ante un evento del tamaño del que comienza ya y concluirá el próximo domingo 23 de agosto, mi recomendación es que os lo toméis como lo que es: una cita única para disfrutar como jabatos, en la que conviene dejar que se enreden con cifras, datos y estadísticas, los genios que no saben vivir sin dar homilías.

martes, 11 de agosto de 2020

Un placer, Nico


No estuvo lindo lo que hizo Racing Point con Nico Hulkenberg, básicamente porque quedó a la vista de todos que la parada extra del alemán tuvo mucho que ver con impedir que acabara por delante del hijo del jefe.

Lo importante, el domingo, era la suma de puntos para la británica, pero, también, cuidar las formas y que Lance no pareciera lo que viene siendo un piloto del montón que, más que depender del coche, precisa que su padre corra el riesgo de padecer tendinitis de tanto firmar talones. Desgraciadamente la historia se escribe así: ejerciendo el poder, incluso sacrificando ruiseñores con tal de que el gallito parezca el mejor cantante del corral.

Gigantes de tamaño asequible


Desgraciadamente, nuestra época viene marcada a fuego por la petulancia y el postureo caiga quien caiga, facetas del ser humano que han exacerbado los rigores de nuestras benditas redes sociales. Cambiaría todo tanto si pudiésemos reunirnos para charlar alrededor de un café, un refrigerio, unos cacahuetes y unas peladillas, un bourbon tal vez, que apena mucho que lo que hemos ganado en facilidad de comunicación se vaya por el retrete porque toca defender el ego así se nos haya despeñado en el primer tuit...

Tengo día de recordar a Nigel. No por nada especial, o quizá sí, por Iván, mayormente, y seguramente por todos esos mansellistas con los que podías (y puedes) echar horas y horas de una tarde sin temor a aburrirte o a que las normales divergencias de opinión chafasen lo que siempre ha sido una jugosa charla entre enamorados de todo esto.

lunes, 10 de agosto de 2020

Dogfights


Con ambos Mundiales prácticamente en el bolsillo, la quinta prueba del calendario 2020 parecía el momento adecuado para que Mercedes AMG comenzara a ceder terreno a sus competidores y, puesto que Ferrari de momento no está ni se la espera, Max sonaba en todas las quinielas desde el mismo viernes —Red Bull es su piloto holandés, no nos engañemos—, de manera que el hijo de Jos puso toda la carne en el asador y no dejó títere con cabeza, ni a su ingeniero de pista cuando le preguntó por radio si se había hidratado bien y si había bebido suficiente agua.

La clase del chaval es incuestionable y resultaría un desperdicio de líneas que me pusiera a desgranar todas y cada una de las cualidades que desplegó en Silverstone durante el Gran Premio del Septuagésimo Aniversario, básicamente porque en el momento en que escribo esta entrada ya se ha dicho casi todo. Acaso, sí me gustaría apuntar algo que no he leído: Verstappen con la cabeza fría parece un bisturí que abre la carne de sus oponentes con una sencillez que esconde tras de sí el trabajo de unas manos firmes, una inteligencia felina, y una confianza en sí mismo que está pidiendo a gritos algo más que ser el rival de Hamilton cuando a Brackley le viene bien.

Gran Premio de España


Se ha hecho largo como un parto, pero por fin nos encontramos en semana de carrera y esta vez toca en nuestro país, entre media y tres cuarto de hora de la Rabassada, Pedralbes y el parque de Montjuïc, sobre la pista de Montmeló, a unos kilómetros de Barcelona.

Luce bien estrenar jornada en Nürbu anunciando que en nada celebramos el Gran Premio de España sin que el coronavirus nos haya vencido. El Lehendakari Urkullu ya tiene los deberes hechos desde el pasado 12 de julio y ha esbozado las palabras mágicas: toque de queda para luchar contra la responsabilidad individual que no ha funcionado como debería. No deja de ser paternalismo de sotana en estado puro, pero también supone un aviso de que todo aquello que está por venir ha de ser recibido con los brazos abiertos y mientras podamos. Pero a lo que vamos: hay Fórmula 1 este próximo fin de semana, y aunque sea a puerta cerrada, como viene siendo costumbre, tenemos la obligación de libar su néctar hasta sus últimas gotas, y ruego al Altísimo aquí, para que Pirelli vuelva a apostar por aumentar las presiones en el último momento... tengo la sensación de que así lo pasaremos mejor.

Os leo.

domingo, 9 de agosto de 2020

Folclore


Sólo llevamos cinco carreras a cuestas pero hay tal densidad de prisa en el ambiente que cualquier chuminada que suceda en garajes adquiere rápidamente el rango de delito de lesa majestad. No pretendo resultar cínico con esto, pero sí sorprende que la mayor cantidad de cagadas por centímetro cuadrado en chez McLaren acaben afectando por activa o pasiva a Carlos Sáinz más que a Lando Norris. 

Como sabéis de sobra no soy habitual de la Hoja Parroquial de Movistar+, es decir, me ahorro los fines de semana esos dolores de cabeza que dicen que provoca Antonio Lobato. Disfruto de las pruebas a través de la Hoja Parroquial de Sky Sports, que también tiene lo suyo, para qué vamos a engañarnos, y el caso es que, durante el Gran Premio del Septuagésimo Aniversario, debo corroborar que, una vez más, los errores de Woking han sido sancionados por los comentaristas con expresiones de perplejidad. 

Zorionak, Amatxu!


Andaré ocupado. Doña Matilde, Amama, la madre de un servidor, cumple hoy 93 primaveras y, aunque llevamos unos días con celebraciones porque el verano siempre ha supuesto para la familia un vergel de festejos, toca rendirle homenaje como se merece, por lo logrado hasta ahora y porque vamos a por los 94. Tres hijos, seis nietos, dos biznietas, una vida plena a sus espaldas... ¡quién dijo miedo!

Zorionak, Amatxu!

sábado, 8 de agosto de 2020

Vuelve el WEC


En una semana estaremos en Spa-Francorchamps, disfrutando del retorno de la categoría de Resistencia con la disputa de las 6 Horas de Spa. Si os soy sincero, he sentido una especie de alteración en la Fuerza al descubrir en un barrido por Twitter que volvía el WEC, en fin...

Ando muy centrado en unas cosas y demasiado alelado con otras. Agosto se me llena de celebraciones y cumpleaños —se ve que diciembre sigue siendo un mes bastante frío—, y entre eso, las novelas y la tercera de Mutantes en la Sombra, no hay día que no me asalte una sorpresa como caída del cielo. Y bueno, el caso es que, aunque yo andaba en la inopia, antes de la 24 Horas de Le Mans tocaba reencontrarse con el circuito belga con una parrilla algo reducida en la categoría LMP1 por la ausencia de los Ginetta y la presencia de sólo un Rebellion.

Que sepáis que ser, era


Inevitable recordar a José Mota, en su papel de Fariseo, pronunciando «pero que aun no pasando ná, que sepas que ser, eres...»

Lo de Racing Point con Renault habiendo hecho presa de sus pantorrillas en plan Rottweiler, tiene visos de convertirse en la serpiente del verano y más allá, algo que bien mirado nos viene de perlas porque no hay nada más divertido en Fórmula 1 que un equipo negando lo evidente y el resto de la parrilla —menos Mercedes AMG, por razones obvias—, señalándole con el dedo mientras la FIA se pone de perfil para no comprometer su sabiduría ni su particular forma de entender la justicia deportiva.

viernes, 7 de agosto de 2020

Uno di noi?


No sé si me deja peor cuerpo la aparente nula reacción de Ferrari o la desorbitada sobreactuación de Vettel ante lo que parece una concatenación de hechos infaustos que lo han convertido en diana de la cólera de los dioses o en el zurrón de los desastres, elijan ustedes.

No hay cáculo de probabilidades que justifique que a un piloto de la parrilla le sucedan tantas calamidades juntas y durante tan dilatado espacio de tiempo, salvo que el problema sea él y esté devolviendo a La Scuderia cada átomo de daño que supuestamente le ha ocasionado. Ni Pastor Maldonado obró así en sus peores tiempos. El de Maracay tenía sus cosas pero al menos las llevaba con gallardía. Desgraciadamente me jugué un jamón —siempre y cuándo se celebren los Premios Roberto Pose este año—, pero Sebastian me está jodiendo los planes y va a terminar con la poca paciencia que me queda. Un piloto Ferrari no se comporta así, da la cara en pista, y si el coche es malo, de todas formas lo lleva lo más lejos posible, sin necesidad de poner a la de Il Cavallino a los pies de la prensa desde el mismo viernes de entrenamientos. Uno di noi? Sí, claro...

Os leo.

La montonera


Gracias al coñazo que provoca el dominio de Mercedes AMG —creo que es pertinente decirlo así—, mucha gente está descubriendo el valor competitivo y la capacidad de generar espectáculo que tiene la zona media de la parrilla.

Hace años, muchos, para ser exactos, propuse que se otorgara un plus económico a quienes nos entretenían de verdad durante las retransmisiones, ya que atender a la cabeza de la carrera era un truño bananero que no rentaba a la realización. La idea no prosperó, lógicamente, porque para el negocio siempre ha resultado más adecuado mantener a estos equipos a dos velas y jugar con ellos en las negociaciones como jugaba mi suegra con los «pegados». 

jueves, 6 de agosto de 2020

La espada de Damocles


Los segundos pilotos suelen firmar como segundo piloto su continuidad en los equipos a los que pertenecen, y por intervalos de tiempo cortitos, de forma que la brevedad del pacto permita al patrón una limpia reconducción de la situación si el interfecto entiende, en un momento dado, que podría llegar a ejercer el papel de primer piloto.

Valtteri ha renovado por un año y el gentío le culpa a él cuando la responsabilidad es de Toto Wolff, un Master of Universe que ha leído mucho sobre los viejos patrones pero se muestra incapaz de ejercer como ellos porque se juega su zonita de confort.