viernes, 31 de agosto de 2018

Tampoco exageremos...


Hoy le ha tocado a Marcus, el fin de semana pasado a Fernando, y a Brendon en Barcelona. Seguro que me dejo alguno, pero en líneas generales, los coches son más pesados pero parecen de papel y la gente se lleva las manos a la cabeza y...

Bueno, lo importante es lo que sucede en el eje central del vehículo, que ha permanecido casi de una pieza en todos los casos aludidos y en los que seguramente me habré dejado en el tintero. Y es así porque los ingenieros son más listos que el hambre y buscan colocar la mayor parte del peso que les permite el reglamento lo más bajo posible, y precisamente en esa línea imaginaria que va desde la punta de la nariz hasta el soporte de la luz de lluvia.

El monoplaza funciona mejor y resulta más sencillo de equilibrar que si las masas estuvieran desperdigadas. Como comprenderéis, si se obtienen mayores beneficios de esta forma, las superficies externas han ido despojándose de peso mientras adquirían una extrema delgadez (y fragilidad) conforme transcurrían las temporadas.

Está también el tema del calor y sus beneficios para la aerodinámica media/trasera tanto encima como debajo del vehículo, y la flexibilidad, pero estas son otras historias que no vamos a tocar porque hoy se trata de que entendamos sucintamente, que si parece que los coches se descuajeringan a la mínima es porque en realidad sus formas son muy delicaditas aunque su alma, gracias a Dios, sigue siendo dura de narices.

Concluyendo, que es gerundio. Los accidentes que he mencionado son muy aparatosos, esto no se puede negar ni queriendo, pero lo importante es lo que ocurre desde la nose al espigón anti impacto trasero, y aquí sí que nos podemos seguir dando con un canto en los dientes porque la célula de seguridad, ya de por sí una auténtica caja fuerte, se continúa protegiendo adecuadamente tanto por delante como por detrás y los lados (espigones laterales), y también por su parte superior con la reciente incorporación del Halo. 

Así las cosas, opino que mientras todo este núcleo siga preservando eficazmente la vida del conductor, por mí como si los ingenieros deciden utilizar papel de arroz para hacer el resto de partes que definen los coches.

Os leo.

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