martes, 28 de agosto de 2018

Volvemos a Monza


Monza es Monza incluso con una Parabólica descafeinada, tal es así, que cumpliendo con el rito anual, la Fórmula 1 retorna al trazado italiano para reconciliarse consigo misma, incluso este año, cuando por mor de la actualidad parece que la leyenda de los tetracampeones se debe consolidar en los despachos de las redacciones o en las siempre divertidas trincheras de Twitter.

Me molesta que... Pues hombre, mujer, que no te moleste...

También es verdad que nuestro deporte —¿se puede decir así?— ya no ofrece momentos épico/festivos como cuando Niki se descubrió ante Fernando o como cuando se esperaba que los Carabinieri detuvieran a Ron Dennis durante el Gran Premio de Italia de 2007.

Nunca supe qué hubo de cierto en todo aquello, ni si los amigos españoles de Ted Kravitz lo inventaron o fue Flavio Briatore quien propagó el bulo, en todo caso, ni siquiera este acaecido pudo empañar la gloriosa estampa del bueno de Nigel Stepney en calzoncillos en la comisaría de Mónaco, debido a que la Gendarmería del Principado le había requisado los pantalones por ver si sus bolsillos contenían restos del polvo blanco que supuestamente...

¡Ay, me dejo de historias ancestrales, que nos va a ir mejor!

Venía diciendo que Monza ha perdido mucho pero sigue manteniendo intacto ese aire especial que no es capaz de replicar ni Silverstone. 

Buena parte de él se debe a la abrumadora presencia de los tifosi, pero no es sólo eso. El templo del automovilismo es sinónimo de velocidad y de lucha. Cada centímetro cuadrado de su asfalto atesora historias increíbles y muchas veces inaplicables a otro tipo de trazados, que precisamente ganan entidad y rango de veracidad porque sucedieron en Monza y porque el circuito lombardo es único en todos los sentidos.

Dicen que aquí la aerodinámica importa relativamente poco. Desde luego habría que ver a qué llamamos aerodinámica, pero en todo caso vale, aceptamos pulpo como animal de compañía, pero que conste que es así porque Pirelli, en plan Bruja Lola, prevé que el Gran Premio de Italia se dispute a una sola parada.

¿Os sorprende...? Pues mujer, hombre, que no os sorprenda...

Os leo.

3 comentarios:

Elín Fernández dijo...

¿Hasta cuándo Pirelli?

Anónimo dijo...

Y se hace por ser obligatorio parar que sino ni haría falta.



King Crimson

Anónimo dijo...

Santa María madre de Dios sin pecado concebida nos libre y nos guarde vaya a ser que gane uno que no deba! (señal de la cruz)