jueves, 23 de agosto de 2018

El pecado de Alain


He tenido la inmensa fortuna de haber podido disfrutar de un Alain Prost al que no le hacía ninguna falta el contrapeso de la figura de Ayrton Senna, y ese francés que pude ver antes, es precisamente el que mejor explica el de después.

Alain no era todavía Le Professeur, pero sí un tipo rápido, voraz y finísimo en pista, dotado, además, de una inteligencia que lo destacaba de entre los demás. 

Renault había estrenado unos años antes la era turbo [Renault RS01 «The Yellow Teapot» (29-06-2013)], y una vez definido el nuevo campo de juego con el inestimable concurso de Michelin, La Régie parecía que estaba llamada a estampar su firma en los Mundiales de primeros de los ochenta del siglo pasado. Lo hizo, desde luego, aunque no como muchos creíamos que merecía.

La novedad de la tecnología y su convivencia con el efecto suelo, los propios vaivenes de una competición que estaba dando sus primeros pasos como formato profesional, las convulsiones originadas por la lucha entre la FISA y la FOTA, etcétera, dotaron a aquellos años de un aire tan especial que muchas veces me zambullo en la videoteca o en mis viejas Grand Prix Internacional y Sport Auto sólo por sentirlo otra vez.

Y allí andaba el Prost del que estoy hablando, temporadas antes de que arribara de nuevo a McLaren con su primer subcampeonato bajo el brazo. Desde 1981 a 1983, siempre entre los cinco primeros clasificados. Luego vino el que consiguió con la de Ron Dennis, quedando por detrás de Niki Lauda en 1984 tan sólo por medio punto, y obviamente, los dos títulos mundiales de 1985 y 86.

De 1982 a 1987, Prost siempre se mantuvo entre los cuatro primeros clasificados. Todo eso y dos subcampeonatos y dos coronas en un total de ocho temporadas...

Más de una vez he aludido a que el patrón de McLaren calibró mal con quién se estaba enfrentando, o desmereció al francés, que tanto da. Aquellos números no eran como los de ahora. Alcanzar a Fangio y sus cinco entorchados suponía en la práctica una absoluta quimera, de forma que en 1987, cuando Ron decide contratar a Ayrton para 1988, o bien desconocía lo que todavía era capaz de dar de sí Alain, o pensaba que el de Saint-Chamond estaba recorriendo los últimos metros de su carrera profesional. En ambos casos, Dennis se equivocaba.

De 1988 a 1993 Prost sumará dos títulos y dos subcampeonatos más. Después de Fangio sólo él, y así hasta que Schumacher lo bate en 2002.

Os leo.

3 comentarios:

anonimo dijo...

Todas estas discusiones bizantinas, sobre si era mejor Prost o Senna, terminan cayendo en estadísticas que, como siempre, terminan siendo verdades a medias. Tal vez la prolijidad de Prost queda escondida detrás de la espectacularidad de Senna. La imagen de Alain intentando recuperar ese famoso medio punto (¿Qué hubiera sucedido si aquél día en Mónaco no se hubiera suspendido la carrera, y daban por ganador a Ayrton con el Toleman, con lluvia? Matemáticamente Alain sumaba 6 puntos en lugar de los 4-1/2 de su media-victoria). Pero la historia es lo que es, y no lo que hubiera podido ser si no hubiera sido.
El bueno de Ron trae a Ayrton y comentas que a tu juicio es un error. Honestamente no estoy seguro. Lo que dices es cierto pero ¿Hubieras dejado fuera de tu equipo a los mejores años de Senna? ¿No te lo hubieran pillado otros equipos si no lo contratabas? Lidiar con megaestrellas del deporte no es simple ahora, y no lo era en aquellos días. Por un lado los necesitas, pero por el otro si les das mucho se encaprichan, si les das poco o les haces sombra con una estrella en ascenso se te van a otro equipo. Sucede en F1, pero también en otros sitios: ¿Debió el Real cuidar mejor de CR7? ¿Debió Citroën priorizar a Ogier cuando Loeb se estaba por retirar? ¿Hizo bien RB en dejar partir a Daniel para no enojar a Max? ¡Ups! Y ahí me tienes volviendo a la F1

Jose Tellaetxe Isusi [Orroe] dijo...

Buenas tardes ;)

A mi juicio el error no es traer a Ayrton sino subestimar a Prost. Dennis admitió que no supo enfrentarse a la situación. El propio Jo Ramírez o incluso paco Costas y Maese, admiten el polvorín que se montó... Creo que Ron no esperaba encontrar tantos porblemas precsiamente porque subestimó a Alain ;)

Un abrazo ;)

Jose

anonimo dijo...

Gracias, José. Siempre valoro tus comentarios y más, como en este caso, una respuesta directa.
Hasta el mismísimo Enzo tuvo alguna ida y vuelta al respecto (¿Recuerdas "Piloti: Ché gente!"?).
Con los pilotos, como los años que hubo "guerra de neumáticos" o de motores... y así sigue la lista, los jefes tienen que apostar a cuánto cotizarán el año entrante ¿A cuánto le renovarías hoy en tu equipo de motoGP a Valentino? ¿Qué tal si quisieras un motor Honda ("power unit" como se le dice ahora) para tu equipo de F1 en 2020?
Yo también creo que Ron se equivoca con creer que Prost ya estaba acabado y que se terminaría yendo con las manos vacías. Aún quedaba algo de cuerda en el carretel, eso está claro. Pero ¿Era evidente que Alain podía ensombrecer a Ayrton a fines de los 80s?