viernes, 17 de agosto de 2018

La eterna primavera


Lo leído sobre el futuro de Charles Leclerc parece que anula definitivamente sus opciones como compañero de Sebastian Vettel en 2019, no obstante, de la misma manera que cogía con pinzas el horizonte rosa que se dibujaba para él hace tan sólo unas semanas, me acojo a sagrado para comprar el nuevo paisaje, ya que el monegasco es el mismo de antes y sus posibilidades, diría que también.

Escribí hace no mucho sobre la gran promesa Ferrari, concretamente el 25 de junio pasado [Los «problemas» de Leclerc], y a pesar del tiempo transcurrido, de la muerte de Sergio Marchionne y de su sustitución al frente de La Scuderia por Leo Camilleri (otro hombre de Philip Morris, como Arrivabene), las cosas en Maranello y su entorno inmediato siguen tal cual estaban entonces, si acaso, algo más cómodas para los diferentes protagonistas, porque si algo tenía el de Chieti de característico, es que sabía meter presión de la buena.

En principio, yo diría que tantos cambios aparentes, a la única que le ha venido bien ha sido a la prensa especialista, pues a río revuelto se ha hinchado a pescar peces.

Nuevas teorías, nuevos bulos, un permanente cambiar pilotos de las sillas. Kimi se queda, Kimi es el compañero ideal para Sebastian, Kimi tiene que justificar su renovación, Kimi es la mejor opción, etcétera. Y con Charles ha pasado tres cuartos de los mismo: Leclerc pierde sus posibilidades, Vettel veta a Leclerc, Leclerc es el hombre adecuado para Sauber, o a Leclerc le vendrá bien un añito más foguéndose, etcétara también.

Los medios tampoco se han olvidado de Giovinazzi, aunque, la verdad, no parece que se le considere demasiado en serio ni para ocupar un asiento en Sauber ni por supuesto, en el equipo oficial, cuyos cockpits están mucho más caros que en la de Hinwil.

Obviamente me reitero en todo lo que dije a finales de junio, aunque me apetece echar el ratito recordando a Pascal Wehrlein y lo malo que supone para todos, que nuestro periodismo sea tan proclive a jugar con los brotes verdes en la Fórmula 1 como el ex presidente Zapatero. Ya expuse lo que pienso que sucederá en lo que queda de temporada con la escuadra de Vasseur [Regulín, regulán (Sauber)], así que sólo me queda poner un par de velas a Santa Devota para que cuide de Charles. Eso, y esperar a que Dios reparta suerte.

Os leo.

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