domingo, 5 de agosto de 2018

Qué poco te quiero [Toro Rosso]


Creo que actualmente se puede decir sin herir a nadie, que Toro Rosso ha sido desde siempre la chica de los recados de Red Bull. La de Faenza ha servido para un roto y un descosido, mayormente para glorificar las megalomanías de herr doktor Marko. Pero este año, la pequeña de la casa ha sufrido una vuelta de tuerca que debería llevarnos a preguntar si compite realmente en Fórmula 1 o entrena lo que no puede entrenar Red Bull por reglamento.

Así las cosas, la tercera escudería por la cola hace bulto y de laboratorio móvil en pista, mientras suma kilómetros por el bien de la causa que es de Honda pero también de la austriaca. ¿Qué análisis se puede hacer a partir de esto?

En principio, Toro Rosso ha conseguido 28 puntos y saca 10 a la protagonista de nuestra anterior entrada [Regulín regulán (Sauber)] y ¡ya! 28 hacen casi la mitad de 52, que es lo que lleva a cuestas McLaren, y si en el caso de Woking la cosa resulta intolerablemente insultante, no sé a qué demonios estamos esperando para quemar Faenza, metafóricamente hablando, of course!

El año pasado por estas fechas, y con una prueba menos, la de los toretes rojos acumulaba en su casillero 39 puntos, 12 más que ahora, y repito: con una carrera menos...

Y lo malo no es esto, o tan sólo esto, es que Marko ha dado permiso (supuestamente) para que las cosas vayan a peor de aquí a Abu Dhabi porque Honda merece el esfuerzo y Red Bull, de siempre, se crece en la inmolación de sus títeres.

En serio, ¿compite Toro Rosso en el Mundial 2018 y se puede valorar a Gasly y Hartley por sus evoluciones y resultados sobre el asfalto?, o nos dejamos de chorradas, llamamos a las cosas por su nombre y dejamos a los mamporreros anglosajones, alemanes y patrios, que le hagan el trabajo sucio a Marko y su ingenio. Evidentemente yo apuesto por esta última opción: ¡que les vayan dando a ellos y su pantomima!

Os leo.

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