miércoles, 18 de julio de 2018

El WEC reduce distancias


Con tan sólo dos pruebas disputadas, el WEC (World Endurance Championship FIA) ha decidido meter mano al nivel de competitividad del supercampeonato retocando con efectos inmediatos el EoT (Equivalence of Technology) para la categoría LMP1, vamos, que lo notaremos previsiblemente desde las 6 Horas de Silverstone, y digo previsiblemente porque todavía está por ver qué cartas guardan en la manga los equipos y si la medida cumple o no su función.

Oficialmente, la decisión se debe a que el Toyota ganador de la pasada edición de las 24 Horas de Le Mans sacó 12 vueltas de ventaja al Rebellion que terminó en tercera posición, el primero de los mortales, para que nos entendamos, aunque esta excusa tiene trampa.

En 2010, el ganador metió al primero de los mortales 28 giros al circuito de La Sarthe. Fueron 16 en 2011, 11 en 2012, otra vez 16 en 2013 y 19 en 2014. En 2015 aumentó a 37 porque ningún LMP1 no híbrido terminó, como sucedió en 2016, cita en la cual, el Porsche ganador sacó 24 vueltas al primer LMP2.

En 2017 el saldo fue de tan sólo 1 giro y el primero de los mortales fue un LMP2 porque la armada Toyota se había deshecho antes del amanecer, los Porsche tampoco es que anduvieron muy finos, y el único LMP1 no híbrido caía en combate a las primeras de cambio (ByKolles).

Si hacemos una sencilla operación, la ventaja promedio entre elegidos para la gloria y primeros mortales desde 2010 a 2017 es de 19 vueltas de media en La Sarthe. Es decir, 2018 ha sido una edición normalita tirando a buena en la que ha existido margen para la competición en la categoría reina.

¿Que sucede entonces? Bueno, ocurre que este supercampeonato es especial por muchas cosas.

Toyota es la única representante de la tecnología híbrida por incomparecencia de rivales y el ACO y la FIA prometieron a los no híbridos —más que nada por asegurar su participación—, que podían jugar en la liga de los mayores, cosa que como hemos visto más arriba, no ha sido lo habitual en Le Mans porque la brecha tecnológica sigue siendo grande y porque un equipo de fábrica siempre dispondrá de más recursos que una iniciativa privada.

El mecanismo para lograr este milagro es el bendito EoT, que aunque parezca que no, ya estaba siendo aplicado. Ahora se va a dar una nueva vuelta de tuerca, y aunque los gacetilleros insistan en acercarse a este fenómeno desde una óptica victimista, lo cierto es aquí es aplicable aquello de Quod natura non dat, Salamanca non praestat. O en cristiano, que queda mejor: como pedirle a Usain Bolt que disputase los 100 metros con seis kilos de piedras en los bolsillos por ver si así mejoraba el espectáculo.

Os leo.

2 comentarios:

Anónimo dijo...

Como aporte, el latinajo es Quod natura non dat, Salamanca non praestat. ;)
Los gacetilleros e imbéciles en general son los que están al mando de las cosas, pero mientras haya quien quiera comprar esa igualdad de Hacendado cuando la igualdad en la vida está en tratar a cada uno como es, y no a todos iguales, así nos va.
Saludos,

Jose Tellaetxe Isusi [Orroe] dijo...

Con tu permiso te lo toemo prestado ;)

Abrazote

Jose