miércoles, 11 de julio de 2018

Queréis la fama...


«Queréis la fama, pero la fama cuesta...» ¿Quién no recuerda la frase que abría los capítulos de aquella mítica serie de los ochenta del siglo pasado que se titulaba precisamente Fama?

Es verdad que acababas oliendo a linimento y a sudor al final de cada entrega que ríete tú del gimnasio donde entrenaba Rocky Balboa, pero molaba porque cada una de ellas te dejaba una sensación impagable: la fama cuesta, pero si te esfuerzas lo suficiente puedes acabar atrapándola entre tus dedos...

¡Mentira! Como la mayoría de series norteamericanas de entonces, impelían a la chavalería (de entonces, matizo) a ser como sus héroes, y hay cosas como que no.

El asunto había empezado unos años antes con Fiebre del sábado por la noche, pero Fama nos pilló tan ilusos como cuando vimos a Travolta moviendo el esqueleto en la gran pantalla. Total, que mientras la densidad de discotecas crecía por encima de nuestras posibilidades en Santurce, Portugalete, Baracaldo y Bilbao —por el tirón del bailoteo, mayormente—, la peña, que no había espabilado absolutamente nada, profesaba la fe del baile como hoy la de los selfies, por ejemplo, mientras en la tele nos hablaban de esfuerzo.

Me excluyo de esta dinámica porque Dios me ha dado muchas virtudes y abundantes defectos con que equilibrar el conjunto, pero en cuanto a bailar, el Todopoderoso prefirió que ambos nos evitásemos numerosos disgustos...

En fin, que me estoy enredando. Pretendía hablar de los test que ha realizado Pirelli en Silverstone, que han dejado tras de sí un rastro bastante anodino porque todo el mundo imagina a estas alturas de la película lo duras que serán las ruedas en 2019, y además, con un alto índice de acertar.

Doy por seguro que la milanesa sabe lo que trae y lleva entre manos, pero a mí siguen sin salirme las cuentas, porque después de años y años en pista —y de que Bernie impidiera que los pilotos y equipos se quejaran del producto, no lo olvidemos—, el resultado es muy desolador, por decirlo en suave. Acabamos de salir de un Gran Premio en el que por fin hemos disfrutado de alternativas en pista, con abundancia de dos pasos por garajes, y hemos disfrutado como locos, pero todos sabemos que tarde o temprano vamos a volver a la parada única y que ahí se acabó la fiesta.

Con Hembery al mando de la italiana lo llevaba mejor, pero siento afecto por Mario Isola y me apenó verle el sábado (creo) admitiendo que la temperatura del asfalto estaba un poco subidita de tono, alejada de las previsiones, vamos. Y el domingo, mientras disfrutaba de la carrera me asaltó la duda de si fue tan bonita sencillamente porque Pirelli se equivocó en sus estimaciones.

No, no os riáis. Los compuestos para Silverstone estaban previstos para temperaturas más suaves. Es decir: la milanesa mete la gamba y nos sale una prueba de lujo, que sé que me entendéis.

No sé qué coño hace Pirelli buscando la fama en dirección contraria. Desconozco si se ha tomado demasiado en serio lo de que conseguirla cuesta y aquí es donde vais a empezar a pagar. Tampoco imagino qué hay de excelente en andar dependiendo de la meteorología, pero como os decía antes: a mí no me salen las cuentas, y hasta me parece normal que el aficionado acabe dando la espalda a unos entrenamientos que todos sabemos para qué van a servir.

Os leo.

3 comentarios:

Fabian Prieto dijo...

Lo de Pirelli en F1 ha sido realmente nefasto desde todo punto de vista. Y lo peor de todo es que este año tenían una linda oportunidad de empezar a limpiar su nombre pero la tiraron por la borda. No es gratis que dos de las mejores carreras de la temporada -China y Gran Bretaña- hayan sido en las que más variedad con respecto a la elección de compuestos ha habido.

David dijo...

Hablando de buscar la fama... mira lo que se publica por ahí a raíz del mierda: https://www.motorlat.com/notas/f1/6451/-sabias-que-se-sospecha-que-mclaren-perdio-el-titulo-de-2007-intencionadamente-

La neoverdad va a acabar con el criterio de la gente... demencial tener que leer esto en medios

Alberto dijo...

Ese es el neo-periodismo de los becarios. Parten de un escrito de alguien y asentarla como verdad.

"Investigación" dicen, cuando ya aclara Castellá en su libro que no tiene pruebas y que es sólo su teoría.

¿Para qué leer el libro completo? Anda que si como encuentren el capítulo en el que insinúa la posible homo-sexualidad del protagonista de su libro....

En fin...