martes, 10 de julio de 2018

La historia que no os han contado


Comprendo que exista quien ande entretenido en estos momentos tratando de buscar petróleo en las insondables complejidades de nuestro deporte, mientras el vulgo se pregunta una y otra vez por qué la unidad de potencia Renault funciona tan bien en los Red Bull y no tan bien en las escuderías Renault, y sobre todo, McLaren.

La respuesta a esta pregunta es tan sencilla y tan de perogrullo que produce bastante pereza amargaros la cena poniéndola negro sobre blanco, pero ahí vamos, con cantimplora y uniforme de explorador...

Os cuento. La unidad de potencia francesa comenzó a perfilarse para Red Bull desde antes de que desaparecieran los V8 atmosféricos y se estrenara la etapa híbrida, y se ha ido consolidando a la sombra de las necesidades aerodinámicas y de chasis de Adrian Newey, mago del cliente preferencial de Viry-Châtillon desde 2014 [Las exigencias de Adrian].

La verdad es que esto de «desde antes» tiene trampa. Renault y Red Bull conviven desde 2007, y entre 2010 y 2013 la primera hizo a la segunda tetracampeona del mundo propulsando sus coches, lo que nos pone en que la experiencia compartida es gigantesca a día de hoy y que ese salto a la etapa híbrida de 2014 del que hablábamos en el párrafo anterior, se realizó desde una convivencia muy bien consolidada y desde una brutal simbiosis.

Bien, no vamos a enredarnos. En 2014 Renault trabajaba, además de con la austriaca, con Lotus, con Toro Rosso y Caterham. Es decir, la información de cuatro equipos (ocho vehículos), venía a satisfacer las necesidades del cliente prime de entonces: Red Bull. En 2015 la cosa bajó a dos (cuatro monoplazas) porque la de Fernandes había desaparecido y la de Lopez decidió usar el material de Stuttgart, et voilà!, Milton Keynes se felicitó porque la gala se pudiese concentrar en ella [Red Bull saluda que Lotus «se pase» a Mercedes-Benz]...

A estas alturas de esta entrada seguro que ya lo habéis pillado, así que vamos a ir rapidito en los últimos párrafos.

La plataforma híbrida Energy de Renault se crea con Red Bull como foco y se desarrolla para Red Bull incluso bajo la denominación TAG Heuer. En sentido estricto, es la unidad de potencia de Red Bull, hija de las necesidades de la austriaca y atenta, siempre, a satisfacer la filosofía de diseño de Adrian Newey, quien se enfadaba si no le daban lo que necesitaba [Renault accuses Red Bull’s Adrian Newey of lying in escalating F1 row].

Y bien, cuatro años y unos meses después, Milton Keynes ha decidido irse con Honda para 2019, lo que no implica, en modo alguno, que la plataforma propulsora híbrida francesa deje de ser la creación de Viry-Châtillon para quien ha sido hasta antes del pasado Gran Premio de Austria, su cliente preferencial.

Red Bull imponía criterios y tiene mayor experiencia con ella que Renault escudería y, por supuesto, que McLaren, que recién la ha estrenado. Y por lo tanto, es totalmente normal, lógico y razonable, que en la actualidad siga explotando sus prestaciones muy por encima de lo que pueden lograr Enstone y Woking, ya que éstas se han tenido que adaptar o continúan haciéndolo.

Os leo.

1 comentario:

Anónimo dijo...

Hola Orroe,

Para el proximo año, Renault dara a Mclaren el mismo motor que van a usar ellos, o puede habre "truco".

Saludos

exray