sábado, 28 de julio de 2018

El 55 en húmedo


Si vas todos los días al mismo restaurante y pides el mismo menú, y siempre te quejas de lo malo que está y lo fatal que anda el servicio, y no pasa jornada en que no terminas pidiendo el libro de reclamaciones, lo más seguro es que quien te acabe llamando gilipollas sea el policía que venga a llevarte a casa para que dejes de dar la turrada.

Mira que anda fácil el asunto de no ver F1 por Movistar, pero lo que mola es andar con Lobato arriba y Lobato abajo porque la cabaña de ñúes se ve que no da para más. ¡Gensanta!, que diría Antonio Fraguas.

Y bueno, a lo que vamos, que después de anunciar lluvia el lunes pasado [El Mónaco magiar] y casi retractarme el miércoles [Hungaroring, mon amour], va hoy sábado y llueve en la clasificación para el Gran Premio de Hungría, y ¿a quién han ensalzado en Sky Sport? pues me temo que después de leer algunos comentarios en Twitter, al mismo que se ha ensalzado desde Movistar: a Carlos Sáinz.

La carreras sobre húmedo son especialmente bonitas porque los coches sacrifican una interesante cuota de sus bendiciones aeródinámicas y desde el habitáculo hay que compensar este tipo de destrozos, y claro está, se ven las manos, las agallas y la inteligencia de un buen piloto. Y si pasa que un coche que normalmente es el quinto de la parrilla se mantiene como tercer mejor tiempo en la Q3 durante bastantes giros y acaba siendo quinto tras los dos Mercedes AMG y los dos Ferrari, lo normal es ensalzar al tipo que va dentro, como hicimos en aquel Monza de 2008 en el que descubrimos que un tal Vettel no era flor de un día ni lo de USA 2007 había sido una carambola del destino.

Carlos ha dejado atrás a Nico Hulkenberg y se ha metido sólo en la defensa del Abismo de Helm para Renault, y ahí ha superado a Max Verstappen, por ejemplo, con un coche sensiblemente inferior al RB14 del holandés.

Decía hace unas horas que todavía queda mucha tela que cortar antes de colocar a nadie en ningún sitio [Una de mosqueo], y en el caso de Sáinz creo que hemos dado en el clavo porque hace un rato el madrileño ha estado lisa y llanamente descomunal. ¿Jode leer esto? Pues lo mismo que si le jode a alguien lo de Lobato o lo de Sky: que se pase por el mismo restaurante si le place, pero que diversifique los menúes y las quejas y las reclamaciones para evitar que acaben llamándole gilipollas con razón.

Hoy la matrícula de honor tiene nombre y apellidos, y amigos en McLaren, pero no seamos tan genuinamente chorras como para negar que Carlos se la ha ganado a pulso sobresaliendo donde otros se han visto obligados a claudicar. Por eso, porque ha llovido en Hungaroring y porque tantas carreras en seco a lo peor nos tienen deslumbraos. ¡Gensanta!, que diría Forges.

Os leo.

No hay comentarios: