martes, 31 de julio de 2018

La rebeldía de Ickx [#Nürbu 27]


1973 fue un año especialmente complicado para La Scuderia. Necesitada de un monoplaza competitivo que pudiera dar réplica en pista a los Lotus y sobre todo a los Tyrrell, el Ferrari 312 B2 se había quedado viejo y la respuesta, el 312 B3, no había colmado las expectativas a partir de su estreno durante el Gran Premio de España de aquella temporada. En realidad, iba mucho peor que el coche al que supuestamente sustituía.

Existían razones de calado. FIAT había metido mano en el departamento técnico de Maranello y elevado a Mauro Forghieri a otras funciones mientras lo sustituía en la rossa Sandro Colombo. Il Commendatore, poco amigo de que nadie le enmendara la plana, respondió a la situación retirando de determinadas pruebas el vehículo y sus conductores porque si el coche no era digno de pasear el nombre Ferrari por los trazados, mejor no corría.

Aquel politiqueo pilló a Jacky Ickx como piloto oficial de Maranello. Su compañero Arturo Merzario lo llevaba francamente mejor, pero para el belga suponía una escenario insostenible que, para colmo, amenazaba con prolongarse en el tiempo.

En 1972 y comienzos de 1973 ya había sufrido suficiente con el 312 B2 y sólo le faltaba verse envuelto en una situación que tenía su pieza clave en el tormentoso carácter de Enzo. El de Módena pretendía forzar a FIAT para que le devolviera a Forghieri pero a Jacky no le parecían adecuados los métodos, así que ni corto ni perezoso se rebeló contra el jefe precisamente en la antesala de la disputa del Gran Premio de Alemania de aquel año.

Ickx había ganado la edición anterior —fue la única victoria que logró con el 312 B2—, mostrando su enorme potencial al volante ante el público congregado y todos los jefes de equipo, pero Ferrari tenía pensado continuar tensando la cuerda con FIAT sacrificando aquel Nürburgring a pesar de que Forghieri estaba a punto o acababa de volver a casa, y el de Bruselas movió algunos hilos y consiguió que McLaren le integrase para la ocasión en su alineación oficial, junto a Peter Revson y Demy Hulme, algo que, obviamente, sentó como el mismísimo culo a Enzo Ferrari, aunque en el fondo, él, primero que nadie, sabía que la rebelión de su conductor también servía a sus propósitos.

Ickx llevó su McLaren M23 a ser tercero en el Nordschleife, inmediatamente detrás de los intratables Tyrrel 006 de Jackie Stewart y François Cevert, quedando, así mismo, muy por delante de sus compañeros en aquella aventura puntual —Revson hizo octavo, a 2 minutos de la cabeza, y Hulme duodécimo, a 3'5—, aunque imagino que ya entonces sabía perfectamente que su futuro no pasaba por continuar en Ferrari.

Il Commendatore impidió a Jacky subirse a sus coches a partir del Gran Premio de Austria hasta el término de la temporada, pena que sólo se vio suspendida en el Gran Premio de Italia. Así y todo, Ickx volvió a rebelarse en la última prueba de 1973, conduciendo en Watkins Glen para Frank Williams y doblando hasta en tres ocasiones al 312 B3 rehecho por Forghieri y conducido por Merzario, por si a Enzo no le habían quedado las cosas claras.

Os leo.

1 comentario:

Elín Fernández dijo...

Una guerra de soberbia.
Hola José!!!