domingo, 17 de junio de 2018

Le Petit Pataud #25TLM18 [17]


Para la edición de 1950 de las 24 Horas de Le Mans, Cadillac presentaba dos vehículos que iban a causar auténtico estupor en el público y la prensa congregada en La Sarthe, aunque como veremos en nada, por razones diferentes.

Hablábamos el otro día de la norteamericana y rozábamos este instante en la prueba francesa [Cadillac en Le Mans (#BlueTrain/001)], así que con vuestro permiso, damos unos pasitos hacia atrás, cogemos impulso, y vamos a echar el ratito hablando de esta aventura en concreto que fue inscrita en sus dos alineaciones como equipo privado del piloto Briggs Cunningham.

Los dos vehículos tendrán su base en el denominado Series 61 de la época. El primero de ellos parece un DeVille de calle porque efectivamente es un Coupé DeVille al que se le habían tocado el bastidor y el motor (bajo el paraguas del reglamento vigente entonces) para enfrentarse a la carrera gala. Tengo una maqueta escala 1/43 de él y otra del otro, el que viene luego, pero curiosamente recordaba a éste, precisamente, con un marrón oscuro como color secundario en la parte superior de la carrocería.

Obviamente el color en cuestión es azul oscurísimo, casi negro, y no hay nada más que decir, salvo, acaso, que siempre me he referido a él como «el coche de la policía que disputó Le Mans», aunque los franceses le apodaron «Le Petit Pataud», el torpecillo o pequeño patoso.

Bueno, pues ahí donde lo tenéis terminó décimo en la general, con los hermanos Collier al volante, a tan sólo 23 vueltas del Talbot-Lago de los Rosier, vencedor de la cita [Con la intención bastaba].


El otro protagonista de este texto es mundialmente conocido como «Le Monstre», e imagino que viéndolo junto a un Cadillac DPi de 2017 os habréis dado inmediata cuenta del por qué de ese apelativo cariñoso.

Bien, Le Monstre suponía un planteamiento radicalmente opuesto al presentando por Le Petit Pataud para una base mecánica y propulsor casi idéntica. Mucho más ligero y dotado de una aerodinámica muy americana, el Cadillac dorsal número 2 sólo consiguió ser undécimo, con una vuelta perdida con respecto al DeVille número 3, y eso que su tripulación era sobre el papel la mejor: el piloto y propietario Briggs Cunningham y Phil Walters como compañero.


Y de regalo una anécdota: Cadillac, orgullosa de su primera incursión en las 24 Horas de Le Mans y de su éxito sin paliativos a pesar de las posiciones finales, abordó un proyecto de calle que se iba a denominar Cadillac Le Mans para 1953, que desgraciadamente no pasó de la fase de concepto.

Os leo.

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