sábado, 9 de junio de 2018

McLaren y el volando voy


A estas alturas de la película no se puede negar que el paquete MCL33 adolece de pequeños problemas aquí y allá, que sumados están provocando el suicidio colectivo de la masa aficionada que tenía depositadas sus esperanzas en el cambio de Honda por Renault.

He estado en un tris de titular esta entrada Pouhon a fondo II en honor a aquel otro texto que escribí a comienzos de septiembre del año pasado [Pouhon a fondo], pero he pensado que no hacemos nada recordando que había base suficiente para imaginar, entonces, que ni todo el monte era orégano ni íbamos a comer perdices en un futuro cercano.

Sigo pensando que el cambio de unidad de potencia fue una cuestión más política que otra cosa, al menos en inicio, que tenía como fin sacar a Renault de Milton Keynes más que resolver de cuajo los problemas de McLaren. El caso es que aquello paró el desarrollo del conjunto MCL32 durante el tramo final de 2017 y de aquellos lodos tenemos estos barros en 2018.

El MCL33 es un vehículo joven que está sufriendo los típicos porblemas de juventud, pero reconozco que esto resuta insuficiente para las expectativas levantadas a comienzos de temporada. Todos, del primero al último, todos, repito, esperábamos mucha más alegría. No sé si estar a la zaga de los Red Bull constantemente, pero sí estar claramente por encima del equipo Renault, cosa que no está sucediendo, y lo cierto es que pinchazos como el de Canadá no ayudan a mantener la cabeza alta.

Sea como fuere, tampoco hay mucho más que decir que lo ya escrito. Intuyo que el divorcio entre Viry-Châtillon y Milton Keynes está teniendo mucho que ver en el retraso de las respuestas en la unidad de potencia francesa [¡Quita tus sucias manos...!], pero es sólo eso: una intuición. 

Parece ser que para el Gran Premio de Austria el horizonte se habrá despejado definitivamente. Toca esperar, desde luego. En todo caso, por hache o por be el monoplaza de Woking no está (de momento) entre las mejores plataformas. ¿Es posible que su diseño funcione mejor con una propulsión más consistente? Sí, pero como en Fórmula 1 dos y dos no son siempre cuatro, a lo peor nos encontramos conque una mejoría en el apartado del empuje y la tracción nos desvela problemas ocultos en estos instantes, y considero que sería deshonesto por mi parte no advertir que estas cosas también ocurren.

Sea como fuere, la situación actual no resulta prometedora pero tampoco me parece que sea como para justificar que nos tiremos por un acantilado. El Gran Premio de Francia está a la vuelta de la esquina y después nos quedarán todavía 13 carreras, y aquí viene lo bueno, porque por mucho que se empeñe el personal en que lo veamos de otra manera, McLaren está cómodamente situada en el centro de la tabla de constructores. Sin duda, un escenario que no hemos visto estos años pasados y un buen punto de partida de cara a comenzar a dar leña cuando lleguen los refuerzos y las cosas encajen y podamos valorar el conjunto, como eso: como un conjunto.

Os leo.

1 comentario:

anonimo dijo...

Los equipos de F1 tienen que lidiar no solamente con la ingeniería sino también con la pasta. No es novedad, por supuesto. ¿Vale más a McL quedarse con Honda en un desarrollo lento, por ser un motor que avanza únicamente al ritmo de dos coches por carrera? Honda proveía de buena pasta a McL, pero al menos al principio muy pocos resultados.
¿Valió pasarse a Renault? Están teniendo muchos mejores resultados pero al mismo tiempo falta mucho para llegar a la punta, pero también perdieron el aporte de Honda ($$).
Los que disfrutamos de la F1 hemos visto caer a Brabham, Tyrrell, Lotus, (solo por nombrar algunos equipos históricos exitosos) y vemos con mucha preocupación a Williams. McL debe medir cuidadosamente su gestión para no seguir esos pasos; su historia lo merece.