jueves, 14 de junio de 2018

Billy Elliot no está


Siento ser tan cabroncete, y más a estas horas, pero cuando leo algo que me suena raro, incluso allende nuestras fronteras, suelo indagar, lo primero, qué edad tiene quien pretende metérmela doblada.

No me lo toméis a mal. Empecé a utilizar el término «chavalería» hace ni Dios sabe cuándo porque ya lo usaba Antxón, el lilas de la cuadrilla de Vaya Semanita, serie que comenzó a emitirse en 2003. A partir de ahí, comprenderéis, que me importe bastante menos que un pimiento que haya quien en la actualidad se sienta aludido cada vez que recurro a él, mayormente porque no conoce Vaya Semanita más que por referencias, y de la cuadrilla y de Antxón, mejor ni hablamos.

Distinguí hace muchísmo tiempo la chavalería de los Billy Elliot. Estos últimos eran friquies como los otros, pero compartían sus conocimientos sin que se les cayeran los anillos.

Me equivoqué con alguno de ellos, pero entenderéis que a mí, que he visto llorar a Sinéad O'Connor recordando a su madre, que he visto quebrarse a Robin Williams, que he perdido amigos a los que he tenido que enterrar aquí, en Nürbu, me importe una mierda si ellos se sienten señalados cada vez que abro comillas latinas y las cierro.

Las cabeceras de información no son nada por sí mismas. En ellas puede trabajar cualquiera. Puede firmar artículos cualquiera y puede sentirse alguien cualquiera. Ahí no me meto. Pero cuando ese alguien insinúa que Fernando chantajea a McLaren en la actualidad prefiero conocer su edad porque es importante saberla, que a lo peor por ingenuidad cree en su mayores y da por seguro que en 2007 el malo de la película fue Fernando Alonso aunque Marc Priestley, en su libro, diga que no fue así, llevando la contraria a Maese y a su garganta profunda española.

Los Billy Elliot que aún existen, que los hay, y buenos, aunque friquies, no caerían en este tipo de celadas. Son tipos con criterio, cuidadosos con lo que beben y consumen. La chavalería de entonces y de ahora son otra cosa. Y lo mismo que los tenemos acuñados en español los hay marcados en british. Que trabajen para el Marca, el AS o la Austosport, no los hace sustanciamente distintos. Son críos que han subido al púlpito y repiten desde él lo que decían y dicen sus mayores, como loros, como parrots, como perfectos incapaces de analizar una realidad que por poliédrica, merecería algo más de empeño e interés a la hora de ser diseccionada antes de ser presentada al público.

Fernando chantajea a McLaren... Como propósito no tengo apenas qué añadir. Como información resulta otra cosa, porque prefiero las toallitas del Eroski para limpiarme salva sea la parte y que quede inmaculada.

Billy Elliot no está ni se le espera. Ésta es la gabela de vivir en 2018 y que la actualidad pase por ver qué dice Diario Gol, o Pedrerol, o la madre que los parió a todos.

Os leo.

1 comentario:

Elín Fernández dijo...

Es increíble, inaudito o cualquier forma de asombro que existan individuos de edades como los 20 o 25 en adelante que no se detengan a analizar por sí mismos las cosas que pasan. Pero lo más sorprendente es ver como toman en serio algo de un panfleto como Diario Gol y den crédito a lo que allí se vomita.
Dicen que los indígenas se pasaban de sosos o inocentes, pero hay que creer que éste mundo está lleno de indios... tal vez Taínos, quien sabe.