sábado, 16 de junio de 2018

No hay tres sin cuatro #25TLM18 [Prólogo]


Mientras escribía la última entrada he pensado en que seguramente no estaré en Nürbu para hacer el gilipuertas en la edición 2019 de las 24 Horas, y en que, tal vez, la de este año supone una bonita oportunidad, mi última oportunidad, para reencontrarme con el fracaso.

Ernesto siempre me avisa cuando abuso en el blog del temita de que voy a dejarlo y tal. Tiene más razón que un santo, siempre, es el tipo de persona que tiene los pies en el suelo de manera permanente, pero tampoco se lo digáis, que luego se me viene muy arriba. Guillermo, que es como Ernesto pero en versión español que ha tenido que irse a Inglaterra, también me tira de las orejas en este aspecto, pero me conoce de mucho antes, lo que le hace más condescendiente, si cabe. Total, que los dos han estado preguntando estos últimos días si iba a intentarlo o no, y ambos se extrañaban de que no lo tuviera claro.

No os voy a ocultar que estoy cansado de nadar contracorriente, y aunque resulte evidente lo que me dejo cada vez que lo intento, entre querer o pretender y lograrlo hay un paso que sólo puedo dar yo, quien a la postre escribirá las 25 entradas (si llegamos), que separarán las 15:00 horas de hoy y las 15:00 horas de mañana, y quien se comerá el marrón si no lo consigo.

Pero como decía antes, no ha sido hasta hace unas horas que lo he visto. He dormido estupendamente, me encuentro fuerte, y hay material de sobra sobre el que escribir durante un par de jornadas completas, o tres, o las que hagan falta. Le Mans, por fortuna, da para varias vidas. Lo extraño es que no se escriba sobre esta prueba prácticamente a diario.

Y bien, lo vamos a intentar por cuarta vez. Subo a preparar la comida y almorzar, y a las tres en punto nos ponemos en marcha, y hasta que dure, que decía aquel, que este año tengo meridianamente claro cómo se podría lograr, siempre y cuando los tempos me respeten, el bautizo de mi sobrina nieta la pequeña me deje huecos y, obviamente, sepa mantenerme alejado de los errores que me llevaron a doblar la rodilla en 2014, 2015 y 2016.

No hay dos sin tres, ni tres sin cuatro...

Os leo.

2 comentarios:

matador dijo...

Te leemos, Maestro!

Por cierto, han encontrado unas tomas inéditas de Coltrane del año 63 que se han publicado estos días en un nuevo álbum, aunque hoy en mi casa suena Olé Coltrane!. A ver si mañana podemos decir Olé, Toyota nº 8!

Salu2!

Ernesto González dijo...

Ahí estamos Jose, solo el que lo intenta una y otra vez puede llegar a alcanzar el éxito y lo sabes perfectamente. Desde estas líneas te mando muchos ánimos, confiando en que esta vez lo lograras. Eso si, disfrutando, no lo olvides.

Un abrazote campeón.