viernes, 8 de junio de 2018

Caterham camino a la nada [22-07-2014]


Si temporada tras temporada continuamos hablando de un mismo tipo de problema al que no se ha sabido o podido dar solución, sin duda podemos referirnos a él como endémico. En este orden de cosas, por encima de otras consideraciones, el problema endémico de la Fórmula 1 es la ausencia total de expectativas para las llamadas escuderías pequeñas, cuestión que no se resolvió con la implantación del formato Low Cost (2010) promovido por Max Mosley y se ha ido agravando hasta pillar en sus redes, en la actualidad, a equipos que a pesar de manejar enormes presupuestos siguen sin ver la luz al final del túnel. Aprovechando la insostenible situación que atravesaba Caterham a mediados de 2014, escribía sobre el asunto desde mi espacio en Diariomotor.


Traspasado el ecuador de la temporada, con 10 carreras completadas y con otras 9 por delante hasta que finalice el Mundial 2014 de Fórmula 1, tal vez sea momento de hacer un breve repaso de la situación particular en el campeonato de cada uno de los equipos que componen la parrilla, toda vez que a falta de que se celebre el Gran Premio de Hungría, en el retorno de la competición en el de Bélgica tras el obligado parón veraniego, nos resultará más fácil comprender el nivel de evolución conseguido por cada uno de ellos.

Como en ocasiones anteriores comenzaremos por la escudería colista, en este caso Caterham, equipo que empezaba mal la sesión por una suma de problemas que tenían el insuficiente desarrollo de la unidad de potencia Renault como epicentro, pero cuyo principal responsable era ya desde finales del año pasado, la penuria económica que arrastraba la malasia desde al menos 24 meses.

Sin dinero, en Fórmula 1 no eres nadie pero aún puedes confiar en la suerte. En este sentido, la incorporación de dos pilotos de pago como Kamui Kobayashi y Marcus Ericsson venía a paliar ligeramente la situación agónica que como decíamos antes, atravesaba con antelación la escuadra que dirige Tony Fernandes, pero a todas luces iba a resultar insuficiente si no había algo detrás, y resulta evidente a estas alturas del campeonato, que Caterham había confiado ciegamente en las prestaciones de la UP de Renault ya que el chasis del CT05, manifestaba claramente la corteza de miras y el bajo presupuesto con que había sido diseñado.

Así las cosas, en Melbourne, prueba inicial del Mundial, el piloto japonés de Caterham se encargaba de tender el oscuro telón de fondo que ha acompañado a su escudería a lo largo de la sesión, al empotrarse contra la trasera del FW36 de Felipe Massa en la primera curva de la primera vuelta. Su compañero no tendría mejor suerte, pues acabaría abandonando también en el Gran Premio de Australia, por un fallo de presión en la bomba de aceite de su monoplaza.

En líneas generales, las evoluciones en pista de los Caterham a partir de Malasia y los problemas y accidentes sufridos desde entonces, apuntaban a que el equipo verde ocuparía irremediablemente el último puesto en la tabla de constructores al finalizar la primera mitad del calendario, y aunque la debacle sufrida por Sauber ha podido mitigar en parte tan malos augurios, lo cierto es que después de que surgieran las primeras informaciones de que el grupo buscaba comprador [Fórmula 1. Caterham podría estar a la venta], todo ha ido a peor.

La malasia se muestra incapaz de inquietar en pista a Sauber y Marussia (ambas propulsadas por la unidad de potencia Ferrari); el CT05 apenas ha sufrido modificaciones de calado en 5 meses; su situación económica sigue siendo una incógnita incluso con la intervención de un nuevo grupo inversor; han comenzado a sonar nombres para sustituir a Kamui Kobayashi a partir de Spa-Francorchamps; y lo peor de todo, Renault ha anunciado que hasta 2015 no estará en disposición de ofrecer una UP con rendimiento y prestaciones al 100%. Lo que nos pone en que Caterham es la más firme candidata para replicar lo sucedido con HRT en su camino al desguace durante los meses finales de 2012.

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