domingo, 17 de junio de 2018

La rampa de despegue #25TLM18 [12]


La rasante de Mulsanne supone un problema que siempre se trata de resolver pasándole el cepillo con la intención de suavizar su joroba, aunque nunca es suficiente porque esta recta es la continuación natural de la anterior, Les Hunaudieres, y ésta tiene una peculiaridad que tocaremos a partir del párrafo siguiente, además se ser larguísima y donde se siguen consiguiendo altísimas velocidades a pesar de la presencia de dos chicanes intermedias.

Debido a la orografía particular del terreno donde se asienta el circuito de La Sarthe, Les Hunaudieres pierde altura a partir de Tertre Rouge y lo recupera camino de la curva de Mulssanne, a cuya entrada está su recta: Mulsanne straight. Es decir, los vehículos descienden y ganan velocidad poco a poco (la pierden, obviamente, en las chicanes) y van a toda máquina cuando empiezan a subir de nuevo acercándose a Mulsanne, que está en una cota más alta, y ahí, precisamente ahí, tenemos la bendita rasante casi a mitad de recta...

Con el paso del tiempo y sucesivas intervenciones se ha achatado su lomo para evitar en lo posible los accidentes, pero continúa siendo a día de hoy uno de los puntos más peligrosos de Le Mans, sobre todo para los coches con aerodinámica más elaborada, ya que cualquier inconveniente que separe su fondo plano del suelo, puede terminar resultando desastroso.


En el modelo de más arriba podemos obervar perfectamente cómo la zona central del trazado está situada más baja que la norte, donde están localizadas las curvas Dunlop y su conocido puente y las Eses de La Fôret; y también que la sur, donde tenemos Mulsanne.

Señalada en rojo vemos la posición del problema, la famosa rasante. En plena subida, en el lugar donde se adquieren las velocidades más altas...

Os leo.

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