sábado, 4 de agosto de 2018

Alonso y su futuro


La imagen ya la hemos usado en Nürbu y también el argumento que paso a exponer, lo que convierte esta entrada en un robado como los que protagonizaba Ana Obregón cuando no existían los Trending Topic y había que buscarse las alubias de cualquier manera, incluso fingiendo exclusivas.

Cada cierto tiempo alguien escribe un artículo que recomienda a Alonso que pose la vista en otras disciplinas diferentes a la Fórmula 1, básicamente porque no le hace ninguna falta arrastrarse por los circuitos del calendario, como si él ni fuera consciente de que esta situación no puede prolongarse demasiado tiempo. Con el juego de las sillas puesto en marcha en verano, se ha acrecentado este tipo de recomendaciones más o menos veladas, y puesto que es sábado por la tarde y estoy aguantando el calor como buenamente puedo, entre remojón y remojón en la piscina de la urbanización me ha dado por pensar en lo poco que se conoce a Fernando.

El Nano hace año y medio que está en ese futuro prometedor que le proponen, algunos con toda la buenísima fe del mundo y otros con ganas de que desaparezca del mapa, para qué vamos a negarlo.

La cosa empezó con aquella aventurilla en la Indy 500 de 2017, a la que los plumillas británicos y sus mamporreros de aquí llamaron capricho de niño consentido, que catalogaron, además, como una sangrante falta de respeto para con quien le pagaba la nómina.

A ese mundillo llegó de la mano de Brown pero volvió de él con las puertas abiertas de par en par. Tanto es así que entre las 500 Millas de Indianápolis y la Rolex 24 at Daytona, Alonso se ha convertido en una figura respetada, esperada y reclamada en los Estados Unidos de América sin necesidad del bueno de Zak. No es por nada, pero su equipo de F1 lo dirige precisamente uno de los amigos hechos allí: Gil De Ferran.

La película actual pasaba en enero porque el asturiano tenía el caprichito de disputar las 24 de Le Mans y también se lo había concedido McLaren, pero a la vuelta de la esquina, Alonso nos desvelaba que se había embarcado en la disputa del Supercampeonato WEC a bordo de la plataforma con mayor chance de la parrilla: Toyota. Lleva ganadas junto a Sébastien Buemi y Kazuki Nakajima las dos pruebas celebradas: las 6 Horas de Spa-Francorchamps y la emblemática cita en el circuito de La Sarthe, y yo diría que la Resistencia supone ahora su foco de atención principal porque quiere coronarse como Campeón del Mundo con la japonesa.

¿Qué hace entonces en Fórmula 1...? 

Lo he escrito hasta hartarme pero si hace falta lo repito: está preparando el asalto a su tercer título porque, en la actualidad, sin coche estás totalmente vendido en este propósito.

La cosa lleva su tiempo, obviamente, pero quiero recalcar en estos últimos párrafos que Alonso ya ha conquistado su futuro sin necesidad de que se lo señalemos cada dos por tres.

Queda bastante sucinto en la descripción que he hecho, pero la maniobra es canela en rama y está tan minuciosamente elaborada como un cronómetro suizo. Fernando ha sido el primero en comprender que no iba a ninguna parte dependiendo de los ingenieros y tahúres varios que pululan por el paddock. El año pasado rompió la baraja y se ha inventado dos o tres sustitutivas mientras Wolff y Maffei tratan de convencernos con juegos de manos que nuestro deporte sigue siendo la máxima expresión del automovilismo deportivo, aunque continúe sin haber sitio para purasangres como el de Oviedo. ¡Coño, que hasta Bernie supo ver que no era de recibo! 

Soy bastante soñador pero ante la coyuntura de ahogarme bajo las infinitas posibilidades que ofrece un futuro difuso y siempre inasequible, prefiero disfrutar del presente, en este caso, del presente continuo que nos está brindando un tipo al que honestamente pienso que le sobran consejos tanto como le faltan análisis comprensivos al respecto de lo que realmente está sucediendo delante de nuestros propios ojos.

Os leo.

3 comentarios:

Anónimo dijo...

+100. En to er bebe. En la diana.

Keskus dijo...

Se está hablando muchisimo de la posibilidad de Alonso en Ferrari en 2019. Yo creo que esta la posibilidad de aguantar un año en McLaren para alinearse con los fines de contrato de las grandes escuderías o incluso marcarse un Prost con un año en la Indy e intentar volver a un coche ganador antes de retirarse.

Anónimo dijo...

ya lo comenté por twitter, a todos esos que le dicen que se vaya a otras categorías, es que ya está haciendo esas categorías al primer nivel, siendo por ahora el que encabeza el mundial de resistencia, ganando y de qué manera las 24 horas de Le Mans, y todo ello sin dejar la F1. Debe ser lo que más molesta a algunos jeje

marta