sábado, 14 de julio de 2018

La mejor opción (McLaren) [04-07-2018]


Con vuestro permiso, me vais a permitir compartir hoy con vosotros un texto de opinión escrito hace escasamente diez días para Tercer Equipo, porque la figura de Gil de Ferran se va a estrenar en combate durante el próximo Gran Premio de Alemania, ya que en el de Gran Bretaña, y por razones obvias, su papel se limitó a dar continuidad a lo establecido por Éric Boullier.


La prensa internacional, y española, acostumbran a reaccionar con el pie cambiado ante los imprevistos.

Sucedió igual cuando el anuncio de retirada de Nico Rosberg, cuando Fernando Alonso decidió disputar la Indy 500 o cuando el asturiano se embarcó en la Rolex 24 at Daytona para supuestamente preparar las 24 Horas de Le Mans, sólo… Todas estas veces, y alguna más que me guardo en el tintero, son contestadas inmediatamente por los medios especialistas con una respuesta facilona porque, en esencia, tampoco hay tiempo para más.

Es disculpable, pero hasta cierto punto. El cambio de unidades de potencia Honda por Renault, por ejemplo, me habría gustado que hubiese sido tratado con algo más de profundidad, ya que a la vista está que ni todo el monte era orégano ni los resultados esperaban a McLaren a la vuelta de la esquina…

Podría seguir poniendo ejemplos pero con vuestro permiso vamos a centrarnos en la aparición de Gil de Ferran en el escenario que rodea la actividad de la escudería británica.

Sucedió más o menos a mediados de mayo pasado. Al brasileño se le relaciona con McLaren y a la velocidad del rayo se asimila que será el encargado de montar la estructura de Woking para la IndyCar. Zak Brown apunta hacia ese mismo punto en el horizonte, aunque no fuimos precisamente pocos los que entendimos entonces que sería un tipo que ni pintado para dirigir la escudería que alumbró y puso apellido el neozelandés Bruce McLaren.

A primeros de junio es nombrado consultor y todo sigue su curso natural. Nadie imagina lo que ha venido a hacer, ni siquiera se intuye que desde su nueva posición pueda estar evaluando la delicada situación que atraviesa Woking, imagino que con la secreta intención de ofrecer soluciones viables.

Se acumulaban los retrasos, Tim Goss había sido despedido en primavera, las nuevas evoluciones implementadas en Barcelona no funcionaron adecuadamente porque los tempos de Renault los ha estado marcando Red Bull al retrasar su decisión sobre si se quedaba con la francesa o apostaba por Honda para la temporada 2019 —margarita deshojada definitivamente hace tan sólo una semana, por cierto.

Y hoy hemos conocido por fin a qué se debía la aparición de De Ferran, por qué se le nombró asesor, y podemos intuir, de paso, en qué ha estado invirtiendo su tiempo desde mayo.

Éric Boullier ha dimitido e inmediatamente hemos vuelto a las andadas: habría que mantener a Alonso como sea y parecen dar soporte a esta sencilla idea de consumo rápido, tanto la figura de Gil de Ferran y sus mayores responsabilidades como Director de las Actividades Deportivas, como, también, el ascenso de Andrea Stella (y Simon Roberts)…

Pero independientemente de que hayamos alabado hasta la extenuación a Michael Schumacher y la forma que tuvo de rodearse de su gente para levantar la Ferrari de finales de los noventa del siglo pasado, y que esto mismo no sirva en el caso de asturiano, lo cierto es que McLaren acaba de marcarse un bonito tanto.

Gil de Ferran sintoniza a la perfección con el nuevo espíritu que promueve Liberty Media para la Fórmula 1. Política y estratégicamente supone un valor añadido. Y lo fundamental para mí: el brasileño es un racer experimentado que conoce perfectamente las complejidades de un paddock. Bien es verdad que su mayor entrenamiento ha tenido que ver con las carreras norteamericanas, pero imagino que si ha aceptado la propuesta de Zak Brown para hacerse cargo de la escudería británica, es porque a lo mejor la forma continental de hacer las cosas no es tan diferente como se piensa.

No me enredo. Gil de Ferran me parece una magnífica apuesta para encarar el futuro, algo que está fuera de todo debate porque si de algo adolecía la McLaren que hemos conocido hasta ahora, ha sido de estrechez de miras y de excesivo miedo a romper huevos para hacer una tortilla.

Os leo.

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