Preparando el Dakar

Al final, el triunfo en el Rally de Marruecos ha sido para Giniel de Villiers y su navegante Álex Haro sobre un Toyota Hilux similar al que han tripulado Fernando Alonso y Marc Coma. Carlos sáinz lo ha intentado hasta el último momento, concretamente hasta que su Mini X-Raid ha dicho basta a pocos kilómetros de la meta, y ha tenido que pasar por ella remolcado...

Lo decíamos ayer mismo: no conviene lanzar las campanas al vuelo hasta que ha terminado todo [Los llaneros solitarios], y es que en los raids, como en la Resistencia —en el fondo van de lo mismo: de sobrevivir hasta el final yendo a todo trapo—, cualquier avería por pequeña que sea o cualquier infortunio o percance minúsculo, pueden dar al taste con todo el esfuerzo invertido.

Volvemos a tener suerte, el objetivo de Carlos (y Lucas), así como el de Mini, está puesto en el Dakar que se celebrara este próximo enero en Arabia Saudí, que ustedes me dirán qué coño pinta el nombre de la capital de uno de los países con peor calidad de vida del planeta, Senegal, lavando la imagen de la economía más grande de los países árabes. En fin, que aunque el Rallye du Maroc —puntuable para la World Cup Of Cross Country Rallies, que finalmente se ha llevado Stéphane Peterhansel— no ha sido ninguna perita en dulce ni mucho menos una bagatela, suponía para el madrileño y su navegante un duro entrenamiento, muy necesario, para la cita de dentro de poco más de dos meses y medio.

A estas horas ya tenéis disponible abundancia de información disponible, así que por mi parte aquí mismo lo dejo, que doctores tiene la Iglesia y hoy no me apetece meterme en camisa de once varas. 

Carlos y Lucas segundos, y preparando el Dakar. Os leo.