No hay excusas, ¿o sí?

La sanción de la FIA a Max Verstappen ha beneficiado a Ferrari más que a ninguna otra. Gilipuertas de mí, no había caído en la cuenta de que sin la autoinculpación del holandés en la rueda de prensa, la Federación no habría movido un puto dedo, algo que es bastante más grave, como me han recordado algunos amigos hoy.

Hay que dar gracias a que Niki, nuestro Niki —el de Nürbu, vamos—, haya tenido hoy obligaciones profesionales que atender, que lo han apartado de arrojar luz a esta parroquia que según él vive en la tinieblas. Su última alocución salvadora vino a pedirnos que no siguiésemos la estúpida corriente de quejarnos por cuatro minucias que no tienen punto de comparación con su precedente (Charlie Whiting), y que diéramos tiempo a Michael Masi... Pues vaya plan, amigo, la última cagada del interfecto, aunque reparada a tiempo, no deja de ahondar en la penuria que nos aqueja.

En fin, que me distraigo. La FIA ha puesto a Ferrari en la primera línea del Gran Premio de México, y como decía hace unas líneas, Vettel, más que Leclerc, se postula como el gran beneficiado.

Y ahora viene la buena, porque este tipo de azares hay que rubricarlos o no habrán servido de nada.

Sé perfectamente que estoy pisando juanete. La Scuderia tiene gran coche pero adolece de bisoñez en el muro y más allá. 

Bueno, en el habitáculo de su monoplazas también conducen dos tormentas perfectas que están a nada de desatarse, siempre, da un poco igual cuando leas esto. El caso es que veníamos cojonudamente del Gran Premio de Bélgica para acá pero las cosas se torcieron malamente a partir del trazado de Sochi. Esta parte no se puede arreglar, pero aún es posible que en México la rossa tome vendetta. Primero venciendo, segundo poniendo algunos cirios a la vírgen para que Bottas termine pegadito a Hamilton, y luego devolviendo a Mercedes la pasada de frenada de Toto en Monza 2018: vuelta de homenaje a los amigos alemanes en el Hermanos Rodríguez y Binotto, en plan almirante, ordenando a su hombres por la radio que hagan los honores...

Forza! Os leo.