lunes, 28 de octubre de 2019

End credits


A tontas y a bobas sólo faltan tres carreras para fulminar el Mundial 2019: Gran Premio de los USA, Gran Premio de Brasil y Gran Premio de Abu Dhabi. El de Constructores ya está sentenciado desde Japón y, bueno, únicamente queda por ver en qué momento Lewis se corona hexacampeón en el campeonato de Pilotos, que todo indica que podría ser en Austin si Ferrari se implica, ¡ejem, ejem!

Me dejo de bromas que nos va a ir mejor...

En principio, y en plan previsor, yo diría que podemos ir sacando el cartel de cerrado y poniendo los créditos. Ya sé que están mal vistas este tipo de insinuaciones, pero admitámoslo, continuar con los orgasmitos a lo peor nos acaba acarreando un disgusto. La novela está terminada y prolongarla en un par de capítulos, o tres, sólo puede afearla (un poquito más).

Lo he escrito muchas veces y ni siquiera creo que sea conveniente repetirlo ahora, pero el problema no está en lo dilatado del calendario sino en lo previsible que resulta todo. En líneas generales la temporada ha sido bastante coñazo, y negarlo hará que nos visite de madrugada Tomás, el de El orfanato. Se ha salvado puntualmente, tampoco vamos a negarlo, pero —esto es una opinión totalmente personal—, no me atrae nada seguir asistiendo a los dramas de Ferrari mientras Hamilton hace que se lo cree o no se lo cree según sople el viento.

Como me recordaba Guillermo hace un par de semanas en Twitter, si Mercedes AMG dejase de competir a partir de Suzuka, los números cambiarían un poco en Yas Marina aunque los resultados vendrían a ser exactamente los mismos participando la alemana o no.

Ruego al Altísimo que nos brinde tres carreras con abandonos en la cabeza de la clasificación, con roturas al filo de la línea de meta, con merquetenes de órdago entre compañeros, pero lamentablemente sé que no va a ocurrir porque la Fórmula 1 se ha convertido de un tiempo a esta parte en un lugar donde el aficionado cada vez importa menos, y donde la comodidad ha tomado asiento y no muestra intención de abandonarlo.

Os leo.

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