domingo, 27 de octubre de 2019

La presión de Palou


No ha popido ser, Álex Palou no ha replicado la hazaña de Ralf Schumacher en 1996 y no ha conseguido coronarse Campeón de la Super Formula en su primer año de participación. Leo por ahí que tampoco ha emulado a Pedro de la Rosa convirtiéndose en el segundo español en vencer en esta disciplina, y todo esto entra dentro de lo triste pero también de lo normal, porque gracias a Dios todavía existen competiciones que no son tan previsibles como nuestra Fórmula 1.

El barcelonés llegaba a la última cita con posibilidades claras de lograrlo. Ayer mismo había conseguido la pole en el trazado de Suzuka, pero tocaba lidiar con la carrera y como comentaba al inicio: no ha podido ser porque la corona se la ha llevado finalmente Nick Cassidy. Palou es tercero en la general y rookie del año, que tampoco es moco de pavo.

Y bien, aqui empieza lo bueno ya que, alguien, seguramente con la mejor intención del mundo, el mayor de los respetos y sin faltar a la verdad, ha debido decir que Álex no ha soportado la presión del momento y a partir de ahí se ha montado un interesante tsunami gilipollesco que deja pálido al anuncio de un conocido gel oral para el tratamiento de aftas y heridas bucales, donde unos pérficos alimentos caturrean con voz infantil ¡tiene una llaga, tiene una llaga...!

Hombre, resulta indudable que Álex ha sucumbido a una de las facetas clave del motorsport: la frialdad, pero tampoco se le puede exigir (todavía) que responda a la presión como solicitamos por activa y pasiva a Sebastian Vettel, por ejemplo. El español se está haciendo, se está curtiendo y está ganando experiencia, y desgraciadamente para los que lo tienen to'claro, aguantar la presión va en este paquete de aprendizaje.

Palou tiene 22 años y todo un mundo por delante. Lo ha hecho inmejorable durante la temporada y, al final, ha habido quien lo ha hecho mejor, quien ha respondido mejor en una carrera definitoria en la que había más candidatos al triunfo final: Naoki Yamamoto y Nick Cassidy. Yo no le veo otra lectura, y mira que lo he intentado. Así que con el permiso de los espesitos, me abono a las esperanzas de Álex para el año que viene. Tiene razón cuando dice que 2020 va a ser un año increíble [Don’t worry 2020 it’s going to be awesome!], porque estoy seguro de que va a trabajar el área de la presión con especial ahínco.

Os leo.

1 comentario:

Lastra dijo...

Eso de la presión es como el talento que se nace con el y luego se puede mejorar con la dedicación y la experiencia.

Siempre se ha dicho que Alonso se crece bajo presión y normalmente es así, pero en momentos concretos también a él se le notó algo "arrugadillo" en la hora de materializar un título.

En cuanto a Vettel, el primero no cuenta porque no tenía presión ninguna, el equipo le llevó entre mantas y él se limitó a ganar una carrera más. En 2011 y 2013 la superioridad de Red Bull fue tan aplastante que no hubo lugar a presión. Sin embargo, en 2012, cuando llegó a Brasil con el título en juego con ventaja para él bastante considerable, enseñó ya la patita realizando una horrible salida y metiéndose en problemas que si no hubiera sido por la robustez del RB, la complicidad de unos cuantos pilotos, la pasividad y favoritismo de los comisarios de la FIA y, cómo no, una enorme flor en salva sea la parte, hubiera entregado un título que del cual tenía el 80% en el bolsillo.

Saludos.