miércoles, 9 de octubre de 2019

Japón a la vista


El Gran Premio de Japón supone una doble reválida para Honda. Por un lado, debería servir para concretar que lo visto en el Gran Premio de Austria no fue flor de un día sino un síntoma de que los tempos empiezan a encajar en las previsiones de la japonesa y ésta está a puntito de hacerlo, que decia aquél. Por otro, debería servir, también, como justificante para avalar el enorme esfuerzo que ha hecho la de Sakura, así como el ingente trabajo que han realizado tanto Toro Rosso como Red Bull, la primera sacrificándose para mayor gloria de la segunda, y la de Milton Keynes, no dejándose nada asumiendo su parte de responsabilidad.

Hablo en condicional porque sobre el papel pinta guapo, aunque luego miras las declaraciones de Jos Verstappen, papá del ínclito [Falta desarrollo detrás], y no es que se te quede mal cuerpo aunque ahí le anda.

1 segundo nos se rasca así como así y menos en Fórmula 1. Nos podemos poner muy tontorrones y todo lo que queráis, incluso poner en cautela las estimaciones de Jos porque siempre se exagera un poco y más si en medio está la vida profesional de un hijo. Vale, seguramente no hay tanto delay, pero aunque sean 5 décimas cuesta creer que se puedan resolver en dos semanas, mucho menos cuando, además, harán falta otras dos o tres para que la naranja mecánica haga valer su enorme calidad en Suzuka.

Por si fuera poco, hay que contar con que los demás tampoco se han quedado quietos. En principio, el trazado de la prefectura de Mie se adecúa a las características de los W10 de Mercedes AMG y la de Brackley empieza a tener urgencia por sentenciar el Mundial de Marcas y respirar tranquila. Ferrari es previsible que tenga algo que decir al respecto, que a lo mejor prefiere que la guillotina caiga en México, y bueno, Red Bull es la tercera en discordia pero eso nunca ha asegurado el primer cajón del podio, que sé que nos entendemos.

Hay muchas sombras sobre las posibilidades reales de Red Bull-Honda, y sí, el Gran Premio de Japón es la carrera de casa para la nipona, pero hacer de anfitrión tampoco suele aportar caballos. En 2015 Honda también corría en su domicilio postal y ha quedado para los anales por la famosa frase que vertió Fernando Alonso a través de su radio: GP2 Engine. ¡Aaaarrrrg...!

Sin duda habrá que estar atento a la radio. Aquí nadie critica a su equipo. Vettel no lo hace y Verstappen tampoco, o eso dicen. En todo caso, convendría que no nos perdiésemos las alocuciones de Max, porque en un descuido, sin mala intención ni nada, a lo mejor nos regala una perla como las cosas no salgan como están previstas.

Os leo.

1 comentario:

Anónimo dijo...

Max carece aún de la autoridad necesaria para soltar un "GP2 motor!".

A quién parece sobrarle, es a cierto señor periodista deportivo argentino, muy conocedor de los entresijos políticos en Toyota.

Ayer clamaba en Twitter por mucha, pero mucha lluvia en Japón!

"Me gustaría que lloviera bastante en el Gran Premio de Japón; para ver la real dimensión en Suzuka (bajo un diluvio) de los jóvenes tan promovidos últimamente..." (sic)

Ante la inquietud de algún feligrés por la seguridad de los pilotos, al instante texteó por un par de veces; "Fue una fatalidad..."

A ver, no me queda duda alguna, este personaje es un verdadero idiota. Pero más preocupante es cómo alguno le aplaude las ocurrencias, rematando; "Tenés razón Lonchi. Me olvidé de mencionar ese detalle. La muerte de Jules podría haber pasado en pista mojada o en seco."

Qué pandilla...