Sauber y la paciencia

Al hilo de la entrada de hace unas horas [Williams en Neverland], subimos una plaza en la tabla de marcas y nos encontramos con Alfa Sauber, un equipo que, como decíamos en pretemporada, prácticamente ha empezado de cero en 2018.

La unidad de potencia Ferrari ha obrado milagros en el comportamiento del C37 pero la cosa está todavía muy verde como para echar las campanas al vuelo —el año pasado los C36 montaban propulsores correspondientes a 2016, no a 2017—, pues la de Hinwil está pagando aún el tiempo muerto que supuso disputar la sesión anterior casi de prestado.

No obstante, las señales en 2018 parecen halagüeñas y a ello hay que remitirse.

La suiza va a otro ritmo y avanza pasito a pasito, y sería bastante bobo por nuestra parte exigirle algo que no está en disposición de dar. Frédéric Vasseur se ha mostrado bastante claro en este sentido, no parece sucumbir a las presiones y en consecuencia se muestra muy tranquilo ante los micrófonos. No hay cautela que valga, el programa de trabajo de esta temporada tiene su vista puesta en resolverse no antes de 2019, de forma que aquí no caben prisas. Lo que haya de ser, será, incluso durante el Gran Premio de España.

Para el verano es posible que la de Hinwil sea una de las primeras escuderías en admitir que se centra en el coche de la campaña próxima. En todo caso, nos queda desearle suerte, armarnos de paciencia mientras el maridaje con Alfa Romeo empieza a dar sus auténticos frutos, y desde luego, disfrutar en lo posible de Charles Leclerc y Marcus Ericsson, más del primero que del segundo, obviamente. 

Os leo.