miércoles, 23 de mayo de 2018

Tú ya estás mayor, Lewis


Lewis tiene poca suerte con las bromas que hace. Afea en broma a su sobrino por vestirse de princesa y se le echan encima todas las redes sociales, las inventadas y las que están por inventar. En Melbourne Vettel insinúa que el británico ha usado el botón mágico en clasificación, éste lo niega, y cuando el alemán le pregunta ¿qué hacías entonces?, va Lewis y le responde en broma: estaba esperando a cuadrar una buena vuelta para borrar la sonrisa de tu cara, aunque el domingo el que se la borró a él fue Sebastian venciendo en Albert Park...

Hoy, durante la rueda de prensa previa al Gran Premio de Mónaco, un periodista le ha preguntado que si piensa participar alguna vez en Le Mans, y Lewis, ni corto ni perezoso, ha contestado en broma que Vettel o él harán las 24 Horas cuando sean mayores...

No sé si lo habéis pillado. La alusión parece clara al respecto de la edad que tiene Fernando Alonso para meterse en esos fregaos, pero como veníamos diciendo, el de Tewin o es un soso de cojones o no tiene suerte con las bromas que hace, porque inmediatamente han empezado a buscarle las vueltas, y no sólo en España, no seáis malpensados.

En fin, yo sí soy de los que piensa que el que está mayor es él, aunque sea coyunturalmente.

La vejez no se mide por los años que acumula uno sino por la motivación, y aquí el morenín de mi madre tiene muy poquitas lecciones que dar porque lleva encima un bajón que no hay por dónde cogerlo, y menos atendiendo a un tetracampeón del mundo que está en la flor de la vida y cuya situación resulta envidiable para el común de los mortales, ya que ni siquiera tiene que consultar a las bases para comprarse lo que le venga en gana.

En realidad lo tiene todo de cara incluso para emular este año a Fangio en número de coronas y para empezar a ponerse como deberes pillar a Michael Schumacher, y sin despeinarse, que diría aquél. Pero sería deshonesto con vosotros si no admitiese que también entiendo que le faltan alicientes, y que eso lo está envejeciendo prematuramente.

Vettel, pobrecito mío, insiste una y otra vez, incluso con calzador, en ser partícipe de esta etapa de nuestro deporte que está marcada por dos gigantes. Lewis y Fernando lo son, aunque, evidentemente, el asturiano sea a día de hoy un gigante de los que acojonan, razón por la cuál el de Tewin se anda con mucho cuidado a la hora de plantear pulsos con él.

Doy por seguro que si en la actualidad se replicara una coyuntura como la que se dio en 2007 en el seno de McLaren, los aficionados comprenderíamos inmediatamente qué nos hemos perdido todos estos años. También apuesto a que Lewis se quitaría de un golpe diez años de encima. Tener compañeros blanditos te hace envejecer rápido, y el cabroncete lo sabe, por eso está de bajón, porque de nada sirven todos los títulos del mundo si no los disputas con quien reconoces como tu enemigo, ése que puede aguarte la fiesta, ése ante quien las victorias saben tan bien como las derrotas. Ése que es tu igual pero está al otro lado de la superficie pulida de un espejo...

No lo verán mis ojos, pero la necesidad que tiene Lewis de Fernando se ha materializado hace unas horas en una broma que hemos entendido muy pocos. También fue broma que Hamilton declinara saludar a Alonso en el vídeo que hizo Antena 3 por los 250 Grandes Premios del asturiano, pero uno y otro se entienden y por muy mal que suene, el resto sobramos, como en la anécdota de su sobrino o en la de Vettel en Australia.

Como les pasaba a Prost y a Senna, Lewis y Fernando se necesitan para no envejecer prematuramente. Alicientes, motivos, de estas fibras está hecha la alfombra del universo, no de años.

Tú ya estás mayor, Lewis, pero o necesitamos el milagro de que el MCL33 de Fernando te acabe dando réplica más pronto que tarde, o desgraciadamente nos veremos obligados a que la cuadratura del círculo se cierre de una santa vez, aquí o en Le Mans, o donde sea.

Os leo.

3 comentarios:

enrique dijo...

Lewis lo ha tenido toda su vida muy fácil. Fue criado para esto. No veo verdadera pasión por correr en él. Yo comparo a ambos con la película Rocky IV. Lewis es el ruso, preparado desde bien temprano para golpear. Fernando es Rocky.

Anónimo dijo...

Ha callado como p cuando el de la Indy le recordó que su gesta épica había sido entre dos coches idénticos. Y que la había perdido.

Ese golpe es el que te deja doblado y sin aire. Ése es el que duele.

Keskus dijo...

Life is measured in achievements, not in years alone