jueves, 31 de mayo de 2018

¿Qué hacemos con Checo?


Imaginemos por un momento que un jeque de estos a los que la pasta les sale por la orejas, por todas las orejas, decide comprarse todos los equipos de la parrilla porque puede, porque le sale de aquel sitio y porque el dinero está para algo, ¿no? Pues bien, por alucinante que parezca, a muchos de los que les parece normal que Mercedes AMG dé instrucciones a Force India o que Red Bull haya usado a Toro Rosso como le ha venido en gana, lo único que les molestaría es que el jeque sea un jeque...

Hoy he invertido la jornada recuperando energías, que buena falta me hacía después de la somanta de currele que me he metido entre pecho y espalda de Semana Santa para acá, y he leído, he leído mucho y he lurkeado como un jabato, además de limpiar las entrañas del ordenador, hacer la compra y preparar una comida de esas que sólo salen cuando estás en paz contigo mismo...

Os ahorro la descripción del menú, pero no el disgusto, ya que lejos de encontrame con conversaciones o artículos que afearan eso de que Mercedes AMG, Ferrari y Red Bull anden jugando a la Fórmula 1 con varios equipos en la parrilla, me he dado de bruces con una cruda realidad: o somos imbéciles o nos estamos sacando un máster en imbecilidad.

Asumo que no haya bemoles para llamar las cosas por su nombre o para aceptar de una puñetera vez que hay títulos mundiales recientes que no valen una castaña porque a la hora de conseguirlos se jugó con mucha ventaja, con muchísima ventaja. Lo que no me parece aceptable es que sigamos hablando de la máxima expresión del automovilismo deportivo en referencia a lo nuestro, cuando en su seno hay escuderías que se están pasando el fair play por el forro de los cogieron y, además, existen plumillas y analistas u opinadores que lo justifican y nos vendrán más tarde con que tal o cual piloto está sobrevalorado o con que esto es debatible y esto otro no...

Y bien, tenemos por ahí a un tal Sergio Pérez. ¿Qué hacemos con él?

El de Guadalajara milita en el que seguramente será el equipo «B» de Brackley en breve, verbigracia de que la susodicha ya había puesto el ojo en la de Silverstone a comienzos de año [Lance para largo]. Mallya parece que lo deja, y Ocon es hombre de la casa, de las tres puntas, se entiende. Prácticamente todo Force India es entorno Mercedes, como descubrimos el domingo pasado durante el Gran Premio de Mónaco, pero como además, sabemos cómo se las gastan en la india [Hablando claro], me han entrado unas ganas locas de mandar todo a tomar por el saco.

Si no nos quejamos, si no alzamos la voz, es un fijo en la quiniela que todo va a seguir igual. Bueno, ya sigue igual. Era normal que Toro Rosso ayudara a Red Bull, era normal que los equipos grandes usaran a los pequeños que caían bajo su sombra. Todo es normal, tan normal que tres equipos controlan en la práctica el 70% de la parrilla, el 80 si valoramos la posibilidad de que Daimler haya dado instrucciones para asediar por hambre a Williams para que resulte más barata su adquisición por parte de Mercedes-Benz, un suponer.

Pero esto era deporte hasta hace muy poco, y el que jugaba con ventaja era Pérez porque don Carlos Slim lo protegía...

En serio, el mexicano es bueno, de lo mejorcito que tenemos, pero todo es tan normal que seguramente su carrera como piloto esté llegando a su final porque los intereses de la competición hace tiempo que definieron su fecha de caducidad, independientemente de su calidad como conductor, de sus manos, de su cabeza... 

Todo es normal, pero: ¿qué hacemos con Checo? Y sobre todo: ¿qué hacemos con esta pantomima?

Os leo.

2 comentarios:

Elín Fernández dijo...

Es una pena que esto pueda pasar (tanto lo de equipos grande comprando pequeños a precio de vaca muerta y lo de Checo).

matador dijo...

La F1 que conocemos está en franco declive, a este paso entre todos la mataron y ella sola morirá. Los pilotos listos y buenos encontrarán acomodo en otras categorías y disciplinas, sean el Web o la Indy, de momento. En cuanto a la competición de formulas, ya está listo el yernísimo para sacar tajada del negocio. He echado la caña, y empieza a recoger; de momento con un montón de constructores implicados, que ven un retorno comercial en carreras entretenidas, y cercanas al público en entornos urbanos, aunque en cuanto a los pilotos, aquello siga siendo un cementerio de elefantes.

Me cago en el progreso! Ni los rallyes son rallyes, ni las carreras de circuito son en circuitos selectivos. Dentro de poco todo serán batidoras de colores, que incluso podrían prescindir de los pilotos, y los pilotos competirán en los e-sports.

¿Qué hacemos con Checo?, ¿ y con los demás?