lunes, 7 de mayo de 2018

Williams en Neverland


Por lo que se ve, a estas horas sigue rentando hablar —bien o mal, da igual— de Fernando Alonso y la reciente victoria de su coche en las 6 Horas de Spa-Francorchamps, pero sintiendo las molestias, ¡ejem, ejem!, prefiero ir posando mis ojos en el Gran Premio de España.

Y bien, si el otro día escribía que podemos dar por cerrada la pretemporada 2018 [En Barcelona viene lo bueno], lo cierto es que las escuderías que todavía no han hecho los deberes van a estar obligadas a estirar el asunto al menos hasta Silverstone. Luego, como viene siendo ya costumbre, se aguantará hasta final de campaña con lo que se haya logrado alcanzar en verano, mientras se invierten esfuerzos y dinero en el coche del año que viene porque el de éste ya no da para más.

Williams es una firme candidata a protagonizar un episodio similar al descrito en el párrafo de arriba, y soy consciente de que no estoy descubriendo el Mediterráneo.

La de Grove no llega bien a Barcelona, para qué vamos a andarnos por las ramas.

Los puntos conseguidos por Lance en Bakú no logran enmascarar la existencia previa de unos entrenamientos generales y tres carreras para tirar literalmente a la basura. El FW41 ha empezado a funcionar como si dijésemos anteayer. Azerbaiyán ha sido el supuesto punto de inflexión. Más potencia ha obrado el milagro, pero a medias, porque el auténtico Talón de Aquiles de la escudería británica sigue estando en los pilotos que defienden sus colores en pista.

Sirotkin y Stroll han ayudado a sanear las cuentas (Kubica también), pero al bicho de este año hay que desarrollarlo, y con evidente prisa, ya que el tiempo perdido no va a volver. Y aquí es donde cabe la mayor cantidad de dudas, incluso admitidas por Paddy Lowe.

Así las cosas, en Montmeló, durante el Gran Premio de España y los entrenamientos inmediatamente posteriores, intuyo que Williams va a seguir tomando contacto con el nuevo escenario, y si por fortuna consigue cazar y superar a Alfa Sauber, penúltima en la tabla de constructores, lo hará debido a la unidad de potencia Mercedes-Benz, a sus prestaciones y fiabilidad, ya que como vengo diciendo, hoy por hoy, el de Grove es el equipo menos solvente de la parrilla y acumula suficientes asignaturas pendientes como para rechazar pensar que los milagros, de haberlos, sucedan antes del Gran Premio de Francia.

Os leo.

1 comentario:

matador dijo...

Qué penita lo de Williams!! No es por ser cenizo, pero empieza a recordar a Tyrrell y sus años finales antes de que llegase Villeneuve y Pollock con la pasta de BAR...

Mucho me temo que no le quede mucho en el negocio, pero será ley de vida, como Brabham o Lotus. Esperemos que McLaren no sea la siguiente, al menos mientras Fernando no se harte de exprimir la papaya.

Salu2!