martes, 22 de septiembre de 2020

Chatarra espacial

 

Soñé con convertirme de mayor en un viejo armario ropero sin llave, la pata coja de un banco o el cajón de un secreter que no desliza bien, incluso llegué a barajar ser Simbad, Armstrong o Cousteau. No imaginaba que iba a acabar siendo chatarra espacial en órbita...

Quería llegar aquí, con eso basta. También basta con que estoy amortizado de sobra y de momento continúo divirtiéndome escribiendo sobre nuestro deporte y todo lo que tenga que ver con él, o no. Los paneles solares siguen funcionando, queda oxígeno y hay combustible para una, dos o tres operaciones de emergencia; son 6.000 con ésta desde aquel lejano 3 de agosto de 2007 en que escribí la primera. 

Hemos descubierto juntos una manera de divertirnos, de seguir disfrutando, y demasiadas veces llegamos a la piedra clave mucho antes de que los demás tropiecen con ella. 

Vosotros me entendéis y yo os leo, sigo pensando que es un buen trato, así que aceptad que os dedique hoy este texto y espere de vuestra comprensión e infinita paciencia, que sea lo que sea lo que nos depare el futuro a partir de ahora, siempre nos quede la sensación de que tenemos todo nuestro pasado por delante, seguramente, porque nos lo hemos ganado y la vida nos debía una.

Os leo

1 comentario:

Anónimo dijo...

Recien descubierto, ¡lástima lo que me he perdido!
Mis felicitaciones por estas maravillosas perlas.