martes, 29 de septiembre de 2020

A comernos el mundo

Parece tarde para negar que soy un optimista de tomo y lomo, así que, por razones más que obvias, espero que comprendáis que prefiera dejar de lado esta característica de mi personalidad a la hora de abordar esta entrada.

Mirad, no tengo ni puñetera idea de cómo le va a ir a Fernando en Alpine pero intuyo que hay más probabilidades de que todo salga bien antes que de repetir la que se lió en la última etapa en McLaren. 

Al Nano no le hace falta llevar un pepino entre manos y las unidades de potencia se han acercado en rendimiento y fiabilidad, vamos, el escenario no es ni medio parecido al de 2015. Está el coche, evidentemente, y si sin saber que el de Oviedo se acabaría montando en él alabé, allá como en febrero, el camino abordado por Renault en el RS-20 [¡Por fin, Renault!], no parece momento de retractarme ni de modificar mi criterio, toda vez que, en la actualidad, Ricciardo y Ocon están sacando astillas del cacharrillo de Enstone y la cosa promete.

A mediados de mayo sonaba el río pero mi confianza permanecía intacta [F1 Returns (Renault)], y sí, ahora sabemos que cogerá su volante el de Oviedo en 2021, y bueno, por no alargarme con este texto sólo quiero recordar cómo en julio de 2018, una vez Alonso anunció que zanjaba su historia en Fórmula 1 al finalizar la temporada, también advirtió que, tanto McLaren como Stoffel Vandoorne y él, se iban a concentrar durante aquel otoño en hacer progresar el MCL33 para que el MCL34 de 2019 tuviera resueltos la mayoría de deberes y pudiera aprovechar la UP francesa. 

El año pasado supuso una sorpresa y el MCL35 de 2020 nos ha hecho olvidar las toneladas de trabajo que lleva detrás y, por supuesto, que todo se inició en aquella saludable decisión que consistía en parar máquinas sin dejar de tener un objetivo claro: «El proyecto 2018 quedaba aparcado en julio y en esas fechas se ponía en marcha el de 2019. Es decir: McLaren comenzaba la pretemporada con cuatro meses de antelación, algo que, por cierto, ha consumido mucha tinta en Nürbu. Dicho esto, si los principales protagonistas ven el vaso medio lleno entiendo el recelo del respetable, pero no compro lo del año infernal que se nos avecina...» [McLaren '19].

Ya termino. Conociendo a Fernando, diría con los ojos cerrados que a su monoplaza no lo reconocerá ni la madre que lo parió en noviembre de 2021, siempre y cuando el coronavirus lo permita. En realidad, él es mi mejor baza, y si la sumamos a un vehículo que ya me gustaba, pues normal que vea el horizonte despejado de nubes, ya me entendéis.

Os leo.

1 comentario:

Antonio L. dijo...

Que bien sientan dos años sabáticos de F1 para recargar pilas y volver con más ganas si cabe que cuando empezó en este negocio el piloto más completo de la historia del motor.

Si de algo está sirviendo la serie de Amazon Prime (recomiendo verla) es para dar a conocer al Fernando más cercano a la realidad del día a día. En esta serie se observa su competitividad hasta niveles impensables para el resto, sobre todo con una actitud combativa que lo convierte en un luchador incansable que si no ve una posibilidad de competir al máximo, prefiere no participar, es más, nunca participará.

he observado que en todas las disciplinas del mundo del motor se lo rifan, quieren que compitan en la Indy, Nascar, Resistencia, Rallys por el desierto. Es muy agradecido ver como le aprecian los aficionados y la prensa del motor.

Un genio está persiguiendo un sueño que solo uno ha conseguido hasta la fecha, pero va más allá, ya que al reto de la triple-corona ha añadido otras carreras. Es impresionante la determinación que tiene, me quito el sombrero.

En la nueva etapa en Alpine-Renault, cada vez tengo más claro que en Enston deben de estar dando saltos de alegría por tener una vez más (y ya van tres) al que va a ser su piloto franquicia. La competición dictará sentencia y puede que gane o no, pero que luchará al máximo y nos hará disfrutar......... no lo dudeis ni por un instante.

Un saludo de un Alonsista.