domingo, 27 de septiembre de 2020

Agítese antes de usarla

Tengo la sensación de que los cambios que va a sufrir Liberty Media con la llegada de Domenicali, han servido estos meses pasados de acelerador para que la orquesta del Titanic haya encontrado bote dejando que el transatlántico se hunda con un gramófono haciendo los honores...

Sin haber renovado todavía, Lewis ha puesto a Martin Whitmarsh al frente de The Hamilton Commission, un ente que nació en junio de este año con la intención de fomentar la diversidad racial en el motorsport y, en concreto, en la Fórmula 1, que goza del apoyo de la FIA, el FOM y otras instituciones [Lewis Hamilton launches motorsport diversity commission]. La empresa es loable, no lo voy a discutir, pero no deja de suponer un grupo de presión británico que no sé si tiene mucho encaje en el actual formato de nuestro deporte/espectáculo, pues se presupone que es un mundo exclusivo donde llegan los que realmente lo merecen, independientemente del sexo o el color de su piel, al menos nominalmente.

Sea como fuere, The Hamilton Commission va a interaccionar con un negocio que se supone que ya tiene sentadas sus bases y donde, como dijo Mario Andretti, la raza no ha sido un problema hasta ahora. Y aquí quería llegar yo, ya que como insinuaba al comienzo, sospecho que todo esto tiene que venir de atrás porque, sincerémonos, el hexacampeón no dispone de capacidad como para meterse solo en un berengenal de este calibre. 

Sabíamos que Chase Carey concluía contrato a finales de 2019 y que se iba, se barajaron los nombres de Toto Wolff y el propio Ross Brawn para sustituirle, pero la de John Malone tenía sus propias ideas, como hemos podido comprobar con la elección de Stefano Domenicali, y pienso en lo interesante que resultaría, para seguir mangoneando, disponer de un foco fuera del control de la norteamericana que defina el deporte británico por excelencia, o eso dicen. Whitmarsh se reúne próximamente con representantes del Parlamento UK, y es que a lo mejor el Community Manager de Mercedes AMG en Twitter se equivocaba y Brackley sí ha estado haciendo política.

En fin, no pretendo ponerme espeso. Deseo la mejor de las suertes a The Hamilton Commission pero hay numerosas cosas que no encajan y me apetecía compartirlas con vosotros.

Os leo.

2 comentarios:

Anónimo dijo...

Tiene todo el sentido del mundo ver a Withmarsh allí.

Por ejemplo, la OMS. Su líder supremo es Tedros Adhanom Ghebreyesus. Arbitrar un continente tan castigado por la pobreza y los conflictos políticos, requiere (de cara a los medios) una figura local, reconocible como propia.

Será Tedros el mejor para el cargo? No necesariamente. Pero es la imagen adecuada y necesaria para obtener los consensos allí.

Pues lo mismo en la F1. Pudo haber sido una mujer, y mexicana. Pero no. Mejor poner a una personalidad capaz de reunir las simpatías y voluntades que se requieren.

lujo dijo...

El bueno de Lewis, viene haciendo valer su condición de diferente desde su llegada a la F1, y le importa un pepino, los valores de F1, como la caballerosidad y la competencia justa...