Hay quien pensaba que la venta de Williams iba a suponer un cambio radical de tendencia en la británica y, puesto que Grove suma 0 puntos en lo que llevamos de temporada, empieza a ver su futuro más negro que las campanillas de un grillo o, simplemente, no entiende qué está pasando para que no despegue frente a Haas y Alfa Romeo.
En mayo pasado me tomé la libertad de acercarme a las escuderías del Mundial para aplicar sobre ellas todas las condicionantes que habían surgido con el retraso del inicio de la campaña por el coronavirus. Partía de lo que había escrito en febrero y marzo, obviamente, pero me parecía importante meter en sus respectivas ecuaciones cosas tales como la extensión de la congelación de los autos 2020, ya que la normativa prevista para 2021 se retrasó a 2022.
A ver, programar una campaña ya es complicado, pero si encima toca ir un poco a salto de mata, imaginaros cómo se puede poner. Y bueno, escribía esto: «Todo este escenario se ha ido al garete a cuenta del coronavirus, de forma que el FW43 ya no va a servir sólo para esta campaña sino que tendrá que estirar su vida operativa doce meses más, algo que, en principio, debería ser bueno para la de Grove si no fuera porque la situación económica de la británica ha agravado su sintomatología. En principio, disponer de más tiempo debería suponer una mayor tranquilidad a la hora de aplicar las novedades programadas —pienso honestamente que éste va a ser el camino a seguir—, pero esto nos pone en que Williams corre el riesgo de dormirse en la parte final de la parrilla, pues Haas y Alfa Romeo disponen a priori de mayor margen de maniobra en sus respectivos monoplazas y de pilotos con más experiencia y, salvo error de estimación, sus tesorerías gozan de una mejor salud» [F1 Returns (Williams)].
Creo que no me equivoqué. Williams se ha tomado su tiempo para ir mejorando poco a poco el FW43 mientras Latifi se hace a él y Russell busca los añorados puntos. No le daría más importancia ya que, bajo mi humilde punto de vista, lo que sucede con Grove es que se ha adaptado al nuevo entorno y está manejando sus propios tiempos para salir ilesa de 2020 y quién sabe si para plantar cara en 2021 a sus correligionarias de zona. Toca esperar, sin duda, y lo digo sabiendo que hay muchos que desconocen el significado de ese verbo.
Os leo.
1 comentario:
El coronavirus está haciendo en la Fórmula 1 lo mismo que en el resto el mundo: ahondar la brecha entre los más pobres y los más ricos.
Saludos desde el Coño Sur
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