Me gustan las parejas fuertes, sí, sobre todo si la escudería les deja jugar duro a los pilotos entre ellos, siempre y cuando sumen todo lo posible para el equipo, claro está...
En este sentido, os podéis imaginar cómo me he sentido al conocer que Daniel Ricciardo ha sido contratado por McLaren para disputar los mundiales 2021 y 2022. Imagino que habrá posibilidad de prórroga para un tercer año (suele haberla en este tipo de acuerdos), lo que nos pone en que aussie junior se liga a un proyecto bastante sólido, con mucho que decir en Fórmula 1 porque en nada dispondrá de la unidad de potencia Mercedes-Benz, y, a su vez, mantiene iniciativa en IndyCar y está abierto a participar en el WEC.
De momento compartirá colores con Lando Norris, pero si la salida de Sebastian Vettel ha revuelto el gallinero, el inicio del proceso de renovación de Valtteri Bottas promete también lo suyo.
En fin, no me extiendo. Daniel es uno más de la casa en Nürbu y el paso que acaba de dar me parece infinitamente más interesante que el que le sacó de Red Bull y lo llevó a Renault. Veremos en qué queda la cosa, pero el horizonte pinta como el de la foto de entradilla.
Os leo.
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