viernes, 22 de mayo de 2020

Ocurrió en 1981


Hablamos de la desgermanización de la parrilla cuando la salida de Nico Hulkenberg de Renault comenzó a tomar peso, pero no ha sido hasta ahora que, gracias a mi buen amigo Carlos José Rojas [F1 Fanáticos de Pastor Maldonado], he conocido que si Sebastian Vettel no participa en 2021 tendremos que retroceder nada más y nada menos que 40 años para encontrar una situación similar.

No es por falta de cantera. Además de Nico, ahora mismo fuera de la F1 y sin perspectivas a corto plazo en el motorsport, nos encontramos con Pascal Wehrlein, quien ya participó en la máxima disciplina como piloto oficial en Manor y Sauber o como piloto de desarrollo para Mercedes AMG (antes lo fue de Force India), que en la actualidad desempeña su actividad en la Formula E integrado en Mahindra Racing, compartiendo categoría con su compatriota Maximilian Ghunter (Dragon Racing) y Daniel Abt (Audi Sport ABT). También tenemos a Sofia Florsch en F4, a David Schumacher (hijo de Ralf) en F3, junto a David Bekmann y Lirim Zendeli; y a la gran promesa teutona para los próximos años: Mick Shumacher, hijo de Michael, prometedora figura de la Ferrari Driver Academy que compite actualmente en la F2 con el equipo Prema Racing.

Cantera hay, como venimos diciendo, pero con la sonora ausencia de Nico Hulkenberg, la representación alemana quedaba en 2020 circunscrita únicamente a Sebastian Vettel, y puesto que éste ha sido sustituido por Carlos Sáinz en Maranello para el año que viene, en caso de no encontrar asiento o decidir abandonar, nos hallaríamos ante un escenario que no se ha dado en la Fórmula 1 desde 1981, último momento de nuestra historia como deporte en que ningún piloto alemán participó en el Mundial.

Sería cuestión de profundizar en el asunto, pero el primer retiro de Michael Schumacher supuso un duro revés para las expectativas de Alemania en el pináculo del automovilismo deportivo en cuanto a conductores se refiere, sangría que han coseguido parar ni siquiera los cuatro títulos de Vettel, el retorno del heptacampeón con la de las tres puntas en 2010 o el entorchado de Nico Rosberg sobre un auto alemán en 2016. Y sí, hay que irse 40 años atrás para encontrar un panorama similar al que se puede replicar en 2021, siempre y cuando Sebastian Vettel no encuentre sitio en la parrilla o elija colgar los guantes y el casco.

Os leo.

1 comentario:

Anónimo dijo...

Oh Wait!

Será menospreciado un heptacampeonato del mundo en estas condiciones de pandemia? Ya que lo de Fernando Alonso en WEC les vale de poco a muchos puristas de la competición.