Con la cosa ésta de celebrar los 70 años de la Fórmula 1, el FOM se ha sacado de la manga una encuesta para entretener al personal, que consiste en localizar el personaje más influyente de la historia de nuestro deporte, al menos desde 1950, en un torneo por rondas cuyos candidatos definitivos se irán resolviendo por KO [Knockout tournament: Who is the most influential person in F1 history?].
Imagino que por contentar a Dios y al diablo, y también por no despistar demasiado a las hordas chavaleras, Liberty ha enfrentado por un lado a Pilotos y Jefes de Equipo, y por otro a Innovadores del Deporte e Influencers, para que nos entendamos, ya que el apartado en cuestión se denomina Game Changers, de forma que la final se dilucidará entre un representante de cada campo de batalla.
Bueno, el asunto iba bien hasta que he descubierto que falta un tipo especial que encajaría perfectamente en tres de los cuatro apartados. Obviamente, sería mi candidato ideal y se llama Colin Chapman.
El británico, muy respetado por Enzo Ferrari, fue un excelente Jefe de Equipo y un Innovador del Deporte de campanillas, pero sobre todo, fue un Influencer de órdago a la mayor ya que suya fue la idea de vestir un monoplaza de cajetilla de tabaco, abriendo la puerta de par en par a que la publicidad (y su dinero) maridara perfectamente con nuestra actividad y la llevara hacia el profesionalismo.
Javier del Arco dedicó uno de sus sabrosos artículos dentro de la F1 Racing a este tema, precisamente, y no puedo estar más de acuerdo con él, ya que independientemente de que los coches ya usaran con anterioridad patrocinadores, sobre todo en Norteamérica, Chapman entiende en 1969 que el futuro de la Fórmula 1 pasa por abandonar las tradiciones y abrazar la nueva fe, de forma que destierra de sus vehículos la librea green racing con franja amarilla y los viste con los colores de Gold Leaf, en un movimiento que tardará poco en cuajar en sus rivales en pista y modificará el deporte para siempre.
Os leo.
Javier del Arco dedicó uno de sus sabrosos artículos dentro de la F1 Racing a este tema, precisamente, y no puedo estar más de acuerdo con él, ya que independientemente de que los coches ya usaran con anterioridad patrocinadores, sobre todo en Norteamérica, Chapman entiende en 1969 que el futuro de la Fórmula 1 pasa por abandonar las tradiciones y abrazar la nueva fe, de forma que destierra de sus vehículos la librea green racing con franja amarilla y los viste con los colores de Gold Leaf, en un movimiento que tardará poco en cuajar en sus rivales en pista y modificará el deporte para siempre.
Os leo.
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