No tenía previsto ponerme a escribir esta noche, pero lo de Daniel Abt bien merece un par de párrafos porque hay que ser —no sé cómo decirlo, poned vosotros el calificativo—, para participar oficialmente en un evento virtual con fines benéficos, y contratar a un corredor profesional para que corra por ti.
Abt ha sido despedido por Audi Sport ABT después de haber perdido el tercer cajón del podio en el e-Prix de Berlín virtual y afrontar una multa de 10.000 dólares, que, visto lo visto, sabe a poco dado lo pueril y estúpido de la jugarreta. Eso sí, he echado de menos que, como aviso a navegantes, de la misma tacada no se haya empurado a Lorenz Hoerzing (el sustituto) para que este tipo de comportamientos se erradiquen por completo de una actividad que ya venía pisando fuerte, y que, gracias a la crisis del coronavirus, está tratando de cubrir el hueco dejado por las carreras reales con el concurso de equipos y especialistas que aunque saben perfectamente en qué participan y a qué juegan, al menos se lo toman medianamente en serio y cumplen con el aficionado.
Os leo.
1 comentario:
Totalmente de acuerdo. El mismo calificativo merecen tanto el piloto como el simracer... pero resulta que a día de hoy los eSports están sin regular. No hay contratos reales ni licencias de piloto virtual.
Para poder sancionar al "pavo" que se hace pasar por otro habría que considerar que es un delito de suplantación de identidad, y no sé yo si el juez llegaría a tanto para un "evento" que igualmente carece de regulación. No olvidemos que a día de hoy no es más que un juego.
POR ESO me parece que es súper interesante y muy necesaria la iniciativa de la Federación Española de Simracing que se ha puesto en marcha en nuestro país. Ojalá con el tiempo la legislación acompañe y se evite este tipo de impunidad.
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